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L.M.A.
29/7/19
.- Madrid .- La escritora, pintora y diseñadora Cristina de Jos´h ha dado por
terminadas sus memorias personales, literarias y artísticas, que publicará en un futuro, después de hacerlas
reposar cierto tiempo. Más de 500 folios recogen los hechos y reflexiones, que han pasado por su vida hasta 2019, fecha en que
las ha dado por concluidas. Comenzó a escribirlas en la pasada década de los
90.
Después de leerlas, y leídas sus
doce novelas, cabe rotularlas como Cristina
de Jos´h, contadora de historias. La capacidad de vida, creatividad y fabulación de esta autora es asombrosa y
ante sus memorias el lector comprueba su capacidad de amor y entrega hacia su
familia y amigos, en el tiempo paralelo en que ha diseñado moda para personas y
para la casa, principalmente de tipo blanco ibicenco, con preciosos bordados.
Sin solución de continuidad,
Cristina Santos Martínez (Madrid, 1945, Cristina de Jos´h, con raíces
familiares en Caravaca de la Cruz, su pueblo amado), ha escrito doce novelas
publicadas por editoriales de pro, y ha expuesto sus cuadros de pintura naïf entre
otros foros artísticos en la galería Éboly o la Casa de Galicia en Madrid.
Las memorias de Cristina de Jos´h
reflejan todos los momentos y matices de una vida: alegrías, tristezas,
entusiasmos, dudas, perplejidad, amor, amistad... Cristina se vuelca en sus
cuatro hijos, sus nueve nietos, y sus muchos amigos, unos a lo largo de toda la
vida y otros más recientes, algunos de los cuales los incorpora con toda
normalidad al afecto de familia. Su buena mano en la decoración y la cocina la
disfrutan todos.
Mujer elegante y bella en su
juventud –de distinta manera en su madurez- ha lucido la moda ibicenca como
nadie, los sombreros como ninguna otra, por eso ha estado presente en la fiesta
de Santa Catalina –patrona de los sobrereros- en la fiesta de los sombreros del
Museo del Traje de Madrid, al que ha donado numerosas piezas históricas; ha
admirado la Naturaleza y el Universo con una mirada casi sagrada; en su
residencia de campo de Pelayos (Madrid), donde tenía un altar celta, ha
celebrado los gozosos solsticios de verano y las navidades familiares más
entrañables.
Memorias escritas con morosidad, con
detenimiento, con ciertos pasajes a modo de diario, donde describe sus días
exultantes o los más recientes de depresión, en los que medicación y voluntad
le han ayudado a salir para su fortuna y alegría de todos.
Siri Hustwedt. ha dicho que “Nuestros recuerdos son propensos a lo que en neurociencia se
llama re-consolidación. Los recuerdos se consolidan, se
conservan, pero cada vez que los recuperamos, se alteran y se conservan
nuevamente (...) Nuestros recuerdos están llenos de ficción y la escritura está
siempre concertada con el recuerdo, incluso cuando los eventos descritos están
completamente inventados. Escribir ficción es como recordar lo que nunca
sucedió. (...) La invención ficticia vehicula, sin embargo, verdades
emocionales”. Pues eso.
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