L.M.A.
16/9/19
.- Madrid .- La exposición se adentra, por primera vez, en la pintura del
artista italiano en diálogo con la de otros pintores españoles que formaron
parte de los círculos parisinos de la Belle Époque, tales como Mariano Fortuny
y Marsal, Raimundo de Madrazo, Joaquín Sorolla, Rogelio de Egusquiza, o Martín
Rico.
Fundación
MAPFRE ha presentado hoy, 16 de septiembre, en Madrid, la exposición, Boldini y la pintura española a finales del
siglo XIX. El espíritu de
una época, que podrá visitarse hasta el 12 de enero de 2020 en la Sala
de Exposiciones Recoletos (Paseo de Recoletos, 23).
La muestra,
comisariada por Francesca Dini y
Leyre Bozal Chamorro, presenta la obra del pintor Giovanni Boldini
(Ferrara 1842 – París 1931), el más importante y prolífico de los artistas
italianos que viven en París en la segunda mitad del siglo XIX, en dialogo con piezas de algunos de los pintores
españoles que se encontraban en la capital francesa en el mismo
período y que mantienen a través de su obra, un diálogo con la del ferrarés.
Boldini y la
pintura española a finales del siglo XIX ilustra la trayectoria del pintor
italiano desde su estancia en Florencia, pasando por sus años parisinos, donde
vivió prácticamente toda su vida, hasta su desembarco en la ciudad de Nueva
York como un pintor de reconocido prestigio.
El recorrido
expositivo se ha organizado en seis secciones. La primera, Boldini en Florencia: la invención del
retrato macchiaiolo, se centra en sus años en Florencia y en la relación
que mantuvo con losmacchiaioli. Un grupo de pintores que, buscando la pintura
del natural, contribuyeron notablemente a la renovación de la pintura de género
y el retrato, tal y como se ve en Mary Donegani.
La
primera manera francesa de Boldini presenta las obras que realizó entre
1871 y 1879. En este periodo, el pintor ferrarés, influido por el estilo
detallista de Meissonier y Fortuny,
trabaja en pequeños cuadros que representan escenas costumbristas en las que
Berthe, su modelo durante más de diez años, suele ser la protagonista.
Pinturas-icono de este período que expresan el bienestar alcanzado por algunas
capas de la sociedad, como es el caso de la burguesía, durante la III
República.
En Ecos de Boldini en la pintura española de fin
de siglo se pueden contemplar una serie de obras de aquellos
pintores españoles que, a partir de las tres últimas décadas del siglo XIX
llegaron a Francia con la intención de entrar en la École des Beaux-Arts. En
este periodo proliferaron las pinturas de carácter costumbrista y amables, en
las que predominan las escenas ambientadas en los siglos XVII y XVIII, así como
las escenas de interior y las de carácter popular o divertimento, aunque son
cada vez más populares los paisajes y las escenas al aire libre. En esta
sección destaca Playa de Porticisin duda el paisaje más importante –y uno de
los últimos- del pintor de Reus.
Entre 1880 y
1890, Boldini se consolidó como un pintor de La vida moderna, título que da nombre a la cuarta sección. Durante
este período el pintor ferrarés representa la ciudad de París en todo su
esplendor. Asimismo, retrata figuras femeninas de medio cuerpo plenas de color,
que conforman una especie de galería de rostros y tipos de la sociedad parisiense.
Estos aspectos de su producción demuestran cómo se refuerzan sus vínculos
personales con la colonia española activa en París, en particular con Raimundo
de Madrazo.
Tanto Zuloaga como Sorolla se especializaron en la
realización de retratos elegantes que se recogen en la siguiente sección
dedicada a la pintura española. Partiendo de la estela dejada por Velázquez,
fueron, junto con Sargent,
James Abbott McNeill Whistler, Antonio de la Gándara, Jacques-Émile Blanche y Giovanni
Boldini, algunos de los retratistas más importantes de la Belle Époque, en un
momento, el fin de siécle, en el que este género era un modo de reconocimiento
social.
El recorrido se
cierra con Boldini, retratista de
la Belle Époque, donde además de los retratos de Cleo de Merode, el pintor Whistler
o Madame Veil Picard, se pueden contemplar distintas naturalezas muertas,
estudios de manos o bailarinas realizadas con pinceladas cada vez más libres y
dinámicas, donde priman la espontaneidad y el movimiento.
La
muestra, producida por Fundación
MAPFRE, ha contado con más de sesenta prestadores públicos y privados,
entre los que destacan la Galleria
Nazionale d’arte Moderna de Roma, la Galleria d’arte Moderna e Contemporanea de Ferrara, la Galleria d’arte Moderna di Palazzo
Pitti, la Galleria degli
Uffizi, el Meadows Museum
de Dallas, el Metropolitan
Museum de Nueva York, la National
Gallery of Art de Washington,
y el Museo del Prado.
En la
presentación de la muestra ha participado Nadia Arroyo Arce, directora de Cultura de Fundación MAPFRE, junto
con las comisarias de la exposición Francesca Dini, historiadora del arte y especialista en Boldini,
y Leyre Bozal Chamorro,
conservadora de colecciones de Fundación MAPFRE
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