Julia Sáez-Angulo
27/10/19
.- Madrid .- El pintor venezolano/español, Pedro Sandoval (Ciudad Bolivar,
Venezuela, 1966), residente en Madrid, ha obtenido el segundo Premio en la
Bienal de Arte Contemporáneo y de Diseño de Florencia 2019 en instalación, por su obra El
sueño de Velázquez. La crítica de arte Julia Sáez-Angulo ha escrito
“Una instalación. Una recreación.
Una traslación de la pintura a la escultura. Una metamorfosis del cuadro Las Meninas, también conocido como La familia de Felipe IV, del pintor Diego
Velázquez, pintura del Museo del Prado. Un homenaje escultórico a una obra
maestra del Siglo de Oro. Una obra de arte hecha con amor, humor y un guiño a
la Historia del Arte, a los grandes maestros y sus lenguajes.
Siete piezas, siete esculturas en
madera de samba en las que Pedro Sandoval va haciendo sus alusiones artísticas,
Leonardo da Vinci se incorpora
también a la obra, con una Menina que se insinúa con una máscara de Gioconda. La
versión propia de una pieza soberbia del Barroco, reinterpretada por un artista
visual de nuestros días, que confiesa su predilección en este caso por las
figuras de Velázquez, Leonardo, Mondrian y su paisano constructivista Jesús
Soto... Un d´après, un nuevo quiebro en la obra de Pedro Sandoval, que no deja de
sorprender en su versátil trayectoria artística. Una pieza rotunda que el autor
titula como El sueño de Velázquez, porque
está inspirado y referido a las Meninas.
En 1957 Pablo Picasso llevó a cabo la
deconstrucción de Las Meninas en 56 cuadros, óleo sobre lienzo, que el maestro
malagueño donó al Museo Picasso de Barcelona. En su deconstrucción, Picasso
realizó una cierta gramática de las
formas del cubismo. Pedro Sandoval ha
dado un paso más allá, al extraer las figuras y personajes de la pintura velazqueña
y encarnarlas en la tercera dimensión y referirlas con el lenguaje del comic y
del pop. El artista venezolano/español ha elegido la madera de samba, como
material noble y firme de la naturaleza, para dar vida a un conjunto de
esculturas que se interrelacionan, con ropaje plástico diferente, en un reto
cromático y formal que habla de la renovada creatividad artística.
Pedro
Sandoval dice, con atrevimiento y audacia, que ha querido meterse en la
piel de Velázquez para pensar en las posibilidades de creatividad pictórica a
las que se atendría hoy el maestro sevillano. Y para ello se acercó a ciertos
lenguajes plásticos del XX, que componen su obra en el XXI. Sandoval se ha acercado a Piet Mondrian a la
hora de interpretar a la Infanta Doña Margarita, protagonista principal del trasunto
del cuadro y de la escultura; junto a ella, los personajes de Isabel de
Velasco, María Agustina Sarmiento de Sotomayor, Mari Bárbola, el mastín que se
hace grifo... y, por supuesto, el propio Diego Velázquez con brocha de pintor en
la mano. Una “Gioconda” que vira hacia Menina se cuela en el conjunto cerca del
“invento” del genio italiano. Una mirada juguetona entre Velázquez y Leonardo, plasmada por Sandoval. Los lenguajes de la
geometría, el monocromo, el comic y los dibujos animados se alternan y actúan
en las figuras abordadas en el conjunto de la obra El sueño de Velázquez.
Frente a la pintura que es siempre
ilusionística, la escultura supone lo real, lo táctil, lo rotundo, la ocupación
del espacio, el recorrido de los 360 grados en derredor, la presencia del
material tangible, la invitación peligrosa y tentadora al tacto... Lejos quedó
aquella vieja y sesgada afirmación de Baudelaire, de que la escultura es
aquello que estorba para ver la pintura, prima
donna del arte en el pasado. El conjunto de esculturas de El sueño de Velázquez incorpora también
la pintura, porque el color es elemento decisivo en el trabajo artístico del
autor Pedro Sandoval. En este caso,
la policromía define con su elocuencia y matices la intencionalidad de
escultor/pintor.
No es la primera vez que Sandoval se
acerca a la pintura de la Escuela Española y en especial a Velázquez. Está en
sus series de homenaje a los maestros de la Pintura. El autor
venezolano/español estuvo muy cerca y en
la raíz del proyecto de las Meninas que se presentó por el Ayuntamiento en las
calles de Madrid y que va a representarse de nuevo. La Menina es el tótem de la
pintura española clásica. Admiración acertada de Picasso, Dalí y Sandoval por el
genio de Velázquez; una verdad confesada por los tres artistas visuales. No
podía ser menos que Sandoval se acercara de modo tan directo y audaz a la obra
cumbre del pintor sevillano. El sueño de
Velázquez es el sueño de Pedro
Sandoval, una visión sobresaliente y lúdica, una quimera sólida, un fantasmagoría
artística. Un conjunto escultórico espléndido. Un juego de transposiciones actuales
en el Arte”.
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