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L.M.A.
2/1/20 .- Madrid .- La galería Aural de Alicante ha abierto otro espacio en Madrid, en la calle Pelayo, con una exposición de collages de Luis Gordillo (Sevilla, 1934). El artista sevillano escribe así en el catálogo:
Yo también fui niño y en algún momento de esa época caí en la manía de recortar imágenes de prensa. Vivíamos entonces en Sevilla y mi padre recibía los tres periódicos de la ciudad, el de la iglesia, el de la falange y el ABC. Yo tenía suficiente material para entretenerme. En aquél momento recopilaba tres tipos de colecciones: a) caras, cabezas de hombres importantes, - no sé si con alguna dirección existencial (?); b) chistes, - no sé por qué?; c) imágenes no que no procedían de la prensa, sino de la publicidad, ya que mi padre era médico y recibía propaganda de laboratorios, - algunas eran excelentes. ¿Cómo con aquella edad podía yo estéticamente seleccionarlas?
Yo también fui niño y en algún momento de esa época caí en la manía de recortar imágenes de prensa. Vivíamos entonces en Sevilla y mi padre recibía los tres periódicos de la ciudad, el de la iglesia, el de la falange y el ABC. Yo tenía suficiente material para entretenerme. En aquél momento recopilaba tres tipos de colecciones: a) caras, cabezas de hombres importantes, - no sé si con alguna dirección existencial (?); b) chistes, - no sé por qué?; c) imágenes no que no procedían de la prensa, sino de la publicidad, ya que mi padre era médico y recibía propaganda de laboratorios, - algunas eran excelentes. ¿Cómo con aquella edad podía yo estéticamente seleccionarlas?
No
tengo la menor idea de lo que pasó con aquellas colecciones. Desaparecieron, no
sé en qué dirección si en la física o en la cerebral.
Sin
recordar en absoluto aquel intento, volví a las andadas a principios de los sesenta,
cuando tuve que buscar modelos para los cuadros que estaba realizando. Eran
cabezas con influencias pop USA, a veces enteras, otras troceadas, abriendo
agujeros hacia la nada. Tenían unas grandes bocas femeninas sonrientes, muy
pintadas, excitantes y relucientes que yo copiaba de portadas de revistas.
Dejada
atrás esta fase fotográfica meramente funcional, pasé a la que sigo empleando
actualmente: imágenes de periódicos o revistas que por alguna razón me llaman
la atención; colección que llevo haciendo unos sesenta años. En los primeros
tiempos me dejaba llevar más o menos por el capricho, por el juego, y después,
poco a poco, fui tomándomelo más en serio, e incluso con el tiempo, intervenían
en algunas de mis exposiciones.
En el
año 75 hice una exposición en la galería Buades donde monté dos líneas
paralelas en la pared: la de arriba estaba
formada por fotos de mi colección, y la de abajo por dibujos con cierta
relación con la foto pertinente de arriba, pero no hechos adrede. Se hizo un
catálogo que sigue interesándome y que diseñé yo mismo.
También
por esa época viví algún tiempo en el campo en Valladolid y, en una ocasión,
blanqueando una habitación y para no manchar el suelo, lo llené de papeles de periódicos.
Cuando terminé el trabajo se había producido un cierto pollock en el suelo y habían goterones blancos estrellados sobre
algunas fotos. El resultado me interesó mucho. Los recorté y compuse un collage rítmico sobre fondo
blanco que dio lugar a todas la obras que he hecho de este tipo. Las primeras
fueron las que titulé Sedimentación,
estructuración A, B, C, D (1975-76).
Posteriormente
y también en los setenta, hice una enorme exposición en la galería Maeght de
Barcelona en la que reservé toda una sala para enseñar fotos de prensa. Como éstas
eran de tamaños distintos las pegué en cartulinas negras iguales y las
introduje en bolsas de plástico, iguales también. A continuación situé todo el
material formando líneas paralelas pegadas a la pared, creando un sólido conjunto que llenaba todo un gran
espacio.
También
de fotos, fue mi exposición en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife
y, más tarde en el 89, en la Torre de los Guzmanes en la Algaba, pueblo de
Sevilla, exposición magníficamente comisariada por Gerardo Delgado. En esta
exposición junto con las fotos de prensa se mostraron otros trabajos
fotográficos de muy distinta índole.
Ya
habrán adivinado los lectores que la actual exposición va a mostrar, en principio, obras relacionas con las fotos de
prensa. He comenzado por cinco obras de principios de los ochenta que son
homogéneas, es decir iguales tamaños e
igual objetivo: hacer collages con ese tipo de fotos de todos los tiempos
colocándolas con un orden bien estudiado, con un objetivo compositivo rítmico
que le da al conjunto una vida visual por encima del atractivo del material,
que es más bien social, político, irónico o narrativo.
Últimamente
para actualizar el material de la exposición he realizado cuatro piezas
siguiendo la estrategia de las antiguas.
Como
única novedad real voy a fijar en la pared una especie de mural con materiales
muy distintos. Hay esencialmente imágenes de todo tipo: fotos de prensa,
reproducciones de obras mías, material de imprenta, etc. etc.; hay también
manchas pictóricas más o menos terminadas sobre cartulinas; algunos objetos,
cajas de cartón, caretas de plástico, etc. Esta intervención la he titulado “huevos de dinosaurio”. En el fondo este
montaje es una ampliación y continuación
de los collages que he descrito anteriormente, aunque más intenso, más denso y
más complejo.
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