Julia Sáez-Angulo
4/12/20.- Madrid.- Ya va por la tercera edición esta novela del escritor Luis de Lezama titulada “El capital del Arriuluze”, publicada por la editorial Plaza Janés. Una historia personal en tiempos de guerra, que solo pudo escribir el propio Lezama, al decir de la escritora Julia Navarrro, quien confiesa que le “ha emocionado profundamente”.
Encontramos en el Café de Oriente -frente a Palacio Real- al padre Luis de Lezama Barañano (Amurrio, Álava, 1936), autor de casi una decena de libros entre narrativa y restauración. Se ha reunido con los hombres del patronato que lleva las escuelas de hostelería y restauración, dos en Madrid, una en Sevilla y otra en Zaragoza, con el deseo y las gestiones para entroncarlas con la Universidad pública de cara a su programa y titulación.
Le pregunto si no tiene una escuela en su Paìs Vasco y me dice con
sonrisa que no es profeta en su tierra.
El restaurante La Taverna del Alabardero se ha cerrado temporalmente en estos tiempos de pandemia y confinamiento, no así el Café de Oriente y La Botillería, que ocupan la mitad del arco creciente frente a Palacio Real, frente a la hilera de reyes de España. Un saludo afectuoso y unas fotos con clientes habituales de la casa: la vecina Amalia Fernández de Córdoba, que dirige la galería Éboli en el Palacio de la Cruzada, y la novelista, diseñadora y pintora naif Cristina de Jos´h.
El autor de “El capitán del Arriluce”, Luis de Lezama cuenta en el prólogo: “No sé de donde me venia mi afición infantil a a los barcos. Nada me ilusionaba más que, cuando era niño, en aquel Bilbao de la posguerra, ir a la ría a ver barcos., En cuanto podía les pedía a mis padres que los días de fiesta me llevaran a verlos. Cuando fui más mayorcito buscaba amigos con los que poder ir. Cuanto más grandes eran los barcos, mejor. Si con la bandera extranjera, más interesantes se me hacían”.
El barco de la novela viene de 1936, cuando la situación política y social era complicada en España y los puertos no eran ajenos a. conflictos. Pero Poli Barañano -el protagonista- está feliz porque ha comprado el buque en el que ha trabajado toda su vida, el “Arriluze”. Pero fue abordado por dos hombres, -agentes de la República se dijeron- para la operación “Yerma”, una travesía inesperada para salvar a la actriz Margarita Xirgu y un sospechoso inspector de vapores llamado Jacobo Leguina. La sublevación del 18 de julio los sorprende en Gibraltar y cambia los planes. La aventura no se hace esperar.
Novela amena, fabulada con elementos reales y fantásticos que hará las delicias del lector. Una historia que transcurre en plena guerra civil española y que se une por tanto a esa amplia bibliografía sobre la contienda. Datos reales, épicos y trágicos, en una historia que muestra la lealtad y otras conductas de los protagonistas.
Entre las obras publicadas de Luis de Lezama se encuentran: El trigo y la cizaña, Historias y recetas de mi taberna; En Él está la vida; Traje de luces; Hablemos de Dios; La rosa de David; Mori, el gusano de seda, y La cocina del Alabardero.
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