jueves, 1 de junio de 2023

LOS PREMIOS HISPANIA NOSTRA 2023 RECAEN EN MURCIA, TERUEL Y ALMERÍA


La asociación destaca la importancia de la participación y la implicación social

Patrimonio de Valderrobles

L.M.A.

    Madrid, 31 de mayo de 2023.- El pasado lunes tuvo lugar en la sede de la Asociación Hispania Nostra la reunión del jurado de los Premios Hispania Nostra a las buenas prácticas en la conservación del patrimonio cultural y natural, correspondientes a la convocatoria 2023, otorgados conjuntamente por la Asociación Hispania Nostra y la Fundación Banco Santander.

El jurado, conformado por profesionales de diversa índole, pero con una gran trayectoria y reconocimiento dentro del mundo de patrimonio, ha destacado la calidad y cantidad de las propuestas de este año, entre las cuales ha decidido, por unanimidad, conceder los siguientes galardones en las tres categorías:

Premio a la geoda de Pulpí (Pulpí, Almería) en la categoría 1, intervención en el territorio o en el paisaje.

El descubrimiento de la Gran Geoda en Mina Rica de Pulpí en 1999 supuso un gran impacto social, cultural, medioambiental y económico que afectó a la localidad y comarca, para convertirse en un elemento identitario de una pequeña población.

El galardón se otorga al conjunto formado por cuatro elementos patrimoniales: el minero, la Geoda, el Museo de Luminiscencia y el castillo de Terreros.

El conjunto minero es de gran interés patrimonial, histórico y paisajístico. Sus orígenes se remontan a época romana, y se han recuperado numerosas estructuras y elementos. La explotación minera contemporánea se inició en 1840 para la extracción de galena argentífera. A partir de 1870 se empieza a extraer hierro, y así, la zona de Jaravía pasó a ser en uno de los distritos mineros más importantes de España hasta la Guerra Civil, propiciando el desarrollo del ferrocarril. El cierre de la Mina Rica a mediados del siglo XX llevó al declive económico y demográfico, quedando como uno de los escasos ejemplos de arqueología industrial almeriense.

Por otro lado, la geoda, con sus ocho metros de longitud y dos metros de altura recubierta de enormes cristales de yeso. Su transparencia y estado de conservación la convierten en una joya de la naturaleza y única a nivel mundial por sus dimensiones, perfección, tamaño y transparencia de  los cristales, lo que le valió la declaración de Monumento Natural. Se localiza en uno de los niveles más profundos de la explotación minera. Se trata de una formación geológica extremadamente frágil, por las peculiaridades del mineral de yeso, sujeta a deterioro por cambios en las condiciones de temperatura, humedad, CO2, etc.

Igualmente, en la mina se han hallado minerales con propiedades luminiscentes, algunos de los cuales se han recuperado para formar una completísima colección con otros procedentes de todo el mundo. El lugar escogido para el Museo de la Luminiscencia es en el edificio del Espacio Escénico de la localidad.

Por último, el castillo de San Juan de los Terreros, construido sobre la cima de una colina en la segunda mitad del siglo XVIII, que ha sido intervenido hasta conseguir la restauración integral y la adecuación de diferentes espacios que, sin alterar los volúmenes propios de la fortaleza, han permitido simultanear la contemplación del castillo y acoger la Sala de RV de la Geoda y una colección etnográfica del esparto.

La administración local ha implementado una gran inversión en la adecuación de la mina para la visita, restauración del Castillo de Terreros y creación del Museo de la Luminiscencia. El proyecto es sostenible desde sus orígenes ya que la inversión inicial y los ingresos que supone el disfrute de la ciudadanía de los bienes, permite soportar el mantenimiento de estos y el gasto corriente.

El jurado ha querido señalar que ésta es una interesante recuperación de un paisaje industrial que combina un recurso minero y monumental. Destaca igualmente la importancia de la implicación ciudadana en el desarrollo de este proyecto liderado por la administración local. De esta manera, el jurado considera el proyecto galardonado un ejemplo en sí mismo que puede ser replicado en otros lugares.

Premio al mantenimiento y la recuperación del patrimonio de Valderrobres (Valderrobres, Teruel) en la categoría 2, conservación del patrimonio como factor de desarrollo económico y social.

    La Asociación Cultural REPAVALDE primero y la Fundación Valderrobres Patrimonial han llevado a cabo un proceso de recuperación del patrimonio artístico de Valderrobres centrado en bienes inmuebles (hospital medieval, castillo, iglesia, colegio, torreón muralla, ermita), muebles (piezas arqueológicas, esculturas, orfebrería, indumentaria, pintura) e inmaterial (historia, música…).

Valderrobres, cuyo castillo, iglesia y el casco histórico fueron declarados Bien de Interés Cultural, es una localidad de la provincia de Teruel, situada en la confluencia de las comunidades autónomas de Aragón, Cataluña y Valencia, lo que le ha servido para recibir influencias culturales mediterráneas y continentales, que, unido a su situación geográfica han configurado un paisaje y una cultura mestizos.

El territorio de Valderrobres fue reconquistado en la segunda mitad del siglo XII y fue entregado como feudo al obispado de Zaragoza, siendo a partir de la segunda mitad del siglo XIII cuando comienzan los primeros vestigios arquitectónicos, aunque habrá que esperar otros cien años para que se construyesen la iglesia, el castillo, las murallas, el hospital, el palacio y el puente de piedra, obras de estilo gótico mediterráneo, que son escasas en un Aragón predominantemente mudéjar.

El pueblo no dejó de crecer y en el siglo XVI se produjo un nuevo impulso con la construcción del Ayuntamiento y otros muchos edificios particulares de estilo renacentista de influencia alcañizana, que se decoraron con piezas de patrimonio mueble de primera calidad. La segunda mitad del siglo XVIII fue de gran expansión económica y demográfica y en este territorio se levantaron varias fábricas de papel.

Sin embargo, a partir de ese momento, la localidad sufrió un progresivo abandono, deterioro y destrucción de su patrimonio. A modo de ejemplos, el castillo dejó de estar habitado en el siglo XVII, de modo que sus techos se hundieron y muchos sillares fueron sustraídos. El tercer tramo de la iglesia parroquial se hundió en 1874 y con los restos del hundimiento se levantó un muro que dejó inutilizada el último trozo del templo. Las guerras de Independencia y Civil ahondaron aún más esa herida con el expolio, la quema y la destrucción de piezas de orfebrería, documentos y mobiliario religioso.

Ante esta situación de desidia, la Fundación Valderrobres Patrimonial nació con el objetivo de conservar y recuperar, dentro de sus posibilidades, todo el patrimonio mueble, inmueble y documental con el objetivo de preservarlo para las generaciones futuras y de darle un valor como motor dinamizador del turismo cultural. Desde sus orígenes, ha conseguido restaurar y digitalizar todos los libros parroquiales, creándose una base de datos de los movimientos poblacionales; restaurar la iglesia, mejorando su accesibilidad e iluminación, lo que ha permitido musealizar su interior para acoger lo que queda del patrimonio religioso que no se perdió en las guerras.

Igualmente, ha logrado recuperar la conexión entre la iglesia y el castillo, del que también se restauraron las zonas derruidas. Los trabajos de consolidación y puesta en valor han permitido crear un museo único en su interior con facsímiles de Goya, que se valió del papel de Valderrobres para sus bocetos. Además, ha intervenido y salvado el hospital, el antiguo colegio de las Hijas de la Caridad, la ermita de los Santos, el torreón de la muralla y diversas muestras de arte mueble. Todo ello, acompañado de una exquisita gestión de visitas, que abren sus espacios 358 días al año y un eficiente mantenimiento.

El jurado se ha decantado por reconocer la trayectoria general de la Fundación Valderrobres Patrimonial y no tanto una intervención concreta, subrayando especialmente la inmensa capacidad de esta institución para convertir a la localidad en un referente de turismo patrimonial y cultural en una de las zonas de España más castigadas por la despoblación. Reconocen el valor de la propuesta que aúna patrimonio y su entorno, intervenciones de primer nivel, así como formación y sensibilización de una ciudadanía que se ha volcado en la defensa de su legado.

Premio al proyecto cultural “Legado Vivo” (Valle de Ricote, Murcia) en la categoría 3, señalización y difusión para el patrimonio cultural y natural.

La aplicación del proyecto cultural "Legado Vivo" en el paisaje cultural del Valle de Ricote ha permitido: señalizar y divulgar bienes patrimoniales culturales y naturales; confeccionar itinerarios patrimoniales señalizados, ofertando salidas guiadas para darlos a conocer; rotular y recuperar topónimos valricotíes; e iniciar los procedimientos para proteger Bienes de Interés Cultural. La creación del mapa cultural digital MAPACUVALLE ha sido otra de las contribuciones divulgativas desarrolladas. Esta producción asociativa ha logrado que la sociedad haya incrementado el conocimiento de elementos que conforman el paisaje cultural del Valle de Ricote, permitiendo que se sientan como parte del patrimonio colectivo.

El paisaje cultural del Valle de Ricote está conformado por diversos parajes articulados por el río Segura, cuyo sinuoso recorrido por esta comarca de la Región de Murcia es de 22 kilómetros. Se extiende entre Bolvax (Cieza) y el Cabezo del Tío Pío (Archena), aunando los términos municipales de Cieza, Abarán, Blanca, Ricote, Ojós, Ulea, Villanueva del Río Segura y Archena.

La belleza del conjunto y la relevancia de sus elementos culturales y naturales permiten que esta comarca tenga un reconocimiento nacional al estar incluida en el Plan Nacional de Paisaje Culturaldel Ministerio de Cultura. Entre las actuaciones de este plan se encuentra el Estudio del Paisaje Cultural del Valle de Ricote, elaborado en 2007. Su finalidad fue confeccionar un documento que determinase los valores culturales y naturales de la comarca y como base para la planificación de futuras actuaciones desde una perspectiva de preservación de su paisaje cultural, permitiendo un desarrollo económico sostenible, sin perjuicio para su rico patrimonio.

En este contexto, el proyecto cultural “Legado Vivo” fue creado por la Asociación Cultural “La Carraila” en el año 2013, a cuya dirección y ejecución se sumó la Asociación “Caramucel, naturaleza e historia” en 2018. El objetivo principal fue crear una planificación de trabajo asociativo que permitiera poner en valor los elementos patrimoniales que conforman el imponente paisaje cultural del Valle de Ricote. El desconocimiento y el poco sentimiento de identificación con el patrimonio por parte de la población fueron otras de las estimulaciones. Cuatro han sido los pilares del proyecto cultural “Legado Vivo” que han posibilitado la adquisición de una óptima percepción y valoración del patrimonio valricotí por la sociedad en los últimos diez años: señalización, divulgación, protección y recuperación del patrimonio cultural del Valle de Ricote. Ha sido este un trabajo sin ánimo de lucro que además ha generado el recurso de turismo cultural “Valle de Ricote, Legado Vivo”, viniendo a suplir la falta de imagen y promoción conjunta de la comarca.

Desde la primera actuación ejecutada en 2013, la señalización de hitos en el paisaje cultural del Valle de Ricote ha afectado a 162 elementos, la mayoría de ellos agrupados en 10 itinerarios patrimoniales señalizados para una mejor percepción e interpretación. De ellos, 66 lo están físicamente, además de en el formato digital. La señalización en el terreno se ha realizado a través de cartelería, códigos QR en base de azulejo, postes con flechas direccionales, balizas y marcas en pintura; señalética con el diseño propio del proyecto “Legado Vivo”, que ha permitido dar homogeneidad a la señalización patrimonial en el territorio.

El jurado ha valorado positivamente la alianza de todas las asociaciones y entidades culturales implicadas en el proyecto, que, pese a contar con pocos recursos, han sabido fomentar la cooperación ciudadana, política y empresarial, y que han conseguido poner en valor su riqueza patrimonial y difundir los elementos recuperados. Consideran ésta una propuesta que debe seguir desarrollándose, ampliando su capacidad de contagio a otras zonas de la Región de Murcia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un espléndido artículo -cronica. Gran difusión de conocimiento.Mayca Nöis