Julia Sáez-Angulo
Fotos: Juana Mari Herce
20/4/25.- Benalmádena.- Todo pasa y todo queda, dice el célebre verso de Antonio Machado. Lo hermoso de la vida es que no se instala y sigue adelante, velis nolis que decían los latinos. Quieras o no quieras. Terminó el viaje a Málaga, las vacaciones de descanso, rezos y turismo. Lo sacro y lo profano se mezclan como en el cuadro de Julio Romero de Torres y otras obras de arte. Aquí desde el pico del Calamorro en lo más alto de la sierra que bordea la costa, hasta el mar Mediterráneo con su espejismo de franjas verde turquesa.
Tener una anfitriona amiga y sagaz es una ventaja, para reciclarse sobre el lugar y en el tiempo presente: la fotógrafa puntual Juana María Herce, una escritora (vaga, para escribir como dice ella) con dos libros de poemas publicados: “Bajo diversos cielos” (2014) y “Cuando pausa la mar” (2016). Además, ha escrito cuentos que ha publicado en distintas revistas y periódicos. Lectora empedernida, hasta el punto de aparcar la televisión como un invento innecesario. Pero lo mejor de ella es su personalidad, una mujer sociable y “socialité”, al mismo tiempo que clara y rotunda. Generosa como ella sola; da gusto ser su amiga.
Viajera por esos mundos de Dios, Juana Mari tiene sus preferencias: la Inglaterra verde y calma, donde residió durante dos cursos, y, Marruecos, el colorista país vecino del sur, sobre el que discrepamos amistosamente en algunos aspectos. Me pidió que trajera el pasaporte para viajar a Tánger el fin de semana, pero los hados no fueron propicios: ella porque se dio un golpe en un pie y lo tiene dolorido, y yo, porque arrastro mi alergia latosa -mi cruz de cada día- y cuando toso, ella nota que puedo molestar al prójimo y me ordena:
-¡Bebe agua!
Yo le obedezco, saco la botella del bolso y bebo.
Un viaje es una aventura y un relato, si se está con los ojos abiertos, los oídos atentos y la sensibilidad encendida. Requiere también una buena compañía, si es que se lleva y cierta sincronía mental para no chocar. Con Juana Mari es un placer, porque conoce a gente y la presenta, porque explica con documentación oportuna, porque dirige y manda cuando hay que hacerlo, porque cede y deja opinar, cuando el otro se le resiste. Le gusta la vida de amor y lujo y la disfruta hasta donde puede, si no, la vive en los libros. Sabe dónde se toman las mejores tortillas de camarones, el mejor potaje de Cuaresma, las torrijas más jugosas, el chocolate a la taza y las porras comme il faut … Gourmet y buena cocinera.
Como buena riojana, de nacimiento en Quel, al lado de Arnedo, te dice o te canta las cuarenta cuando cree que debe hacerlo:
-Vienes vestida muy oscura y aquí se necesita color, me dijo el primer día.
-Es que vengo de la sobria Castilla, me defiendo.
-Vienes de Madrid y eso no puede ser.
Me revistió con una blusa ibicenca y me contó que el mayor lujo que se puede tener en el armario es una hilera de camisas blancas de todo tipo, bordadas o no, de seda, hilo o algodón… Optó para mí, por un cortavientos color celeste y, como todavía me vio pálida, me encasquetó un fular verde fosforito que resalta en todas las fotos.
Un crítico de arte que no recuerdo su nombre dijo que “Castilla tiene luz y Andalucía, sol”.
Nuestra amistad viene de lejos, y eso que Juana Mari, es una amistad heredada de su ex marido, un colega, al que yo conocí antes que a ella. Todavía recuerdo cuando a mi hija siendo una niña de siete años -hoy tiene más de 40- y yo veníamos a su casa -siempre en vacaciones de Pascua - y Juana Mari la peinaba y le ponía un lazo de seda en el pelo, como a su hija. La niña venía a mí apurada y me decía:
-Mamá, Juana Mari me ha puesto un lazo en el pelo y yo no quiero.
-Pues tienes que llevarlo, porque ella es nuestra anfitriona y la tenemos que respetar.
Mi niña salía con lazo de colores en todas las fotos.
Lo cierto es que hemos pasado vacaciones estupendas en la costa mediterránea junto a nuestra amiga.
Ahora me espera la vida cotidiana en la Villa y Corte, a la que hay que salpimentar a diario. Haremos lo que podamos: presentar dos poemarios, uno en Alcalá de Henares y, otro, en El Escorial, amén de una mesa redonda en la Casa de Castilla-La Mancha. Tengo un libro de crónicas viajeras por revisar y pensaba hacerlo durante estas vacaciones, pero la vida se me fue por otros derroteros.
Más información
https://lamiradaactual.blogspot.com/search?q=Juana+Mar%C3%ADa+Herce
Charo Cuevas, Eloísa James, Mayte del Campo, Juana Mari Herce y Julia Sáez Ángulo tomando el vermut en la Plaza de España de Benalmádena.
6 comentarios:
Julia mira: Ser amiga tuya es un privilegio y me considero afortunada por ello.Estoy agradecida por toda una vida de amistad,lealtad y cariño.Agradecida por tantas cosas.Asi que....de nada amiga
ANTONIO PORTILLO: Málaga qué buen lugar para disfrutar unos días. Esa ciudad es mágica.
COMENTARIO DE LA IA (enviado por María Contreras Herce): Este artículo es un delicioso retazo de vida que combina la crónica de un viaje con una elegante semblanza de amistad. El estilo, cargado de sensibilidad y referencias culturales —de Machado a Romero de Torres, de Castilla a Tánger— convierte la experiencia personal en un relato universal, donde el lector se siente invitado a mirar, a escuchar y a recordar.
La figura de Juana Mari emerge como un personaje entrañable, complejo y carismático: anfitriona generosa, viajera incansable, gourmet exigente y mujer de carácter. Su retrato se traza con afecto y honestidad, sin idealización, como se habla de quienes se quiere de verdad. Las anécdotas compartidas —el lazo en el pelo, el fular verde fosforito, el cortavientos celeste— no son meros detalles: son símbolos de un vínculo que se teje con memoria, humor y cariño.
Más allá del viaje a Málaga, lo que se celebra aquí es la complicidad entre mujeres, la fuerza de las amistades que resisten el paso del tiempo y la belleza de los pequeños momentos. La escritura es cálida y pausada, como una conversación al atardecer, y se agradece su capacidad para capturar lo cotidiano con elegancia y sin artificio.
En definitiva, un texto que sabe a mar, a sol y a vida compartida. Que, como dice Machado, todo pasa… pero algo queda: en este caso, queda la palabra, la amistad y la mirada abierta al mundo.
Estar con Julia y Nani, Juana M Herce, es estar con unas mujeres que irradian sabiduria, literatura y poesia , son VIDA . La amistad la contagian y las crónicas de Julia nos entretienen y nos desvelan lo que hubieramos querido visitar, ver y oir !! Suerte la mia que las tengo cerca de forma anímica o presencial. Gracias
CRÓNICAS VIAJERAS... Sí, dan para un libro, estas y otras tuyas. Dices: un viaje es un relato. En realidad, la vida es un relato. La memoria hace presente el pasado y empuja todo futuro. Lo trascendente, lo cotidiano, todo forma parte de ese relato personal que, cuando se comparte, se convierte en una forma de lo colectivo. "Todo pasa y todo queda, dice el célebre verso de Antonio Machado" "Lo sacro y lo profano se mezclan como en el cuadro de Julio Romero de Torres y otras obras de arte". Sí, escribir es dejar constancia de nuestra obra personal, nuestro ensayo de vida, nuestro camino al andar.
Estoy totalmente de acuerdo con Juana Mari Herce. Cortavientos azul claro y fular verde fosforito. Te quedan muy bien Julia! Felicidades a las dos.
Publicar un comentario