J.S.A.
Prudencio como genio creador y organizador, y Pucho como instrumento, con su voz y personalidad, consiguieron popularizar a los poetas gallegos y a la lengua gallega en muchos rincones del mundo. Quizás ese fue su gran éxito. Rosalía, Curros, Añón, Celso Emilio Ferreiro… fueron universalizados y popularizados por la música de Prudencio y la voz de Pucho.
Manuel Rivas, escritor y académico, propuso a Pucho Boedo para ser homenajeado en el día de las letras gallegas, la ciudad de A Coruña le rinde constantes homenajes, el último en el palacio de la ópera fue un enorme éxito, retransmitido varias veces por la TVG. El homenaje de finales de los setenta en el palacio de los de deportes de Riazor, con Pucho en vida, fue histórico. Todos los años se celebran actos en torno a su estatua. La Banda de Pontevedra se suma dedicando este espectáculo.
En este caso la banda se centra en los dos, en Pucho, la voz, y en Prudencio el compositor y el arreglista, el ideólogo de crear música con los poemas gallegos y universalizar nuestra cultura y nuestra lengua. Para ello contaremos con tres cantantes y fans de lo que representa esta música y estos personajes. Paco Lodeiro conocido actor y presentador, responsable del exitoso homenaje del palacio de la ópera y productor del documental cinematográfico “Pucho Boedo: Un crooner na fin do mundo”.
Sito Sedes, relevo de Pucho Boedo
Sito Sedes, relevo de Pucho Boedo en los Tamara, y cantante de gran prestigio en el formidable mundo de las orquestas gallegas, y Miguel Ladrón de Guevara, coruñés y admirador de la obra de Pucho. Contaríamos, también, con la presencia de Xurxo Souto, director del documental cinematográfico “Pucho Boedo: Un crooner na fin do mundo”, que haría de maestro de ceremonias, con esa gran capacidad comunicativa que posee relataría anécdotas y datos de la obra de nuestros dos homenajeados.
Doce arreglos sinfónicos de los temas más famosos y representativos (Airiños, airiños, aires; O vello i o sapo; María Soliña, A Santiago vou; A Galicia; Miña terra Galega…), serían el soporte principal de este espectáculo. La banda de música propone un espectáculo propio de estas fechas, que nos hará recordar estas míticas obras que fueron el inicio de un nuevo resurgir de las letras y las músicas gallegas en toda Europa. Pucho e Prudencio lo consiguieron desde lo particular hacia lo universal.
José “Pucho” Boedo (La Coruña, Galicia, España; 1928 - 26 de enero de 1986) fue un cantante español considerado un mito de la música gallega y uno de los integrantes del grupo musical Los Tamara.
Pucho Boedo nació en el barrio Ventorrillo de La Coruña, en 1928. A finales de los cuarenta empezó a cantar Radio Juventud en el Quiosco Alfonso. Ganó un concurso y fue fichado por la orquesta Los Trovadores, de Alfonso Saavedra. Todos quedaron emocionados con su voz. Se hizo profesional, al principio con este grupo, y después con Los Satélites. Con ellos viajó a Venezuela, la primera vez que una orquesta gallega cruzaba el Atlántico. Al regresar de su vuelta por América, Los Satélites traerían al campo de la fiesta (la verbena) el poder de la música tropical, veinte años antes de que en Nueva York se inventase la palabra salsa. Pucho, mientras tanto, se quedó en Venezuela.
Volvió para juntarse de nuevo con Los Trovadores, que tocaban en Madrid en invierno. Con ellos, grabó los primeros discos. Pero sería a partir de su incorporación a Los Tamara, llamado por Prudencio Romo, cuando se haría popular y llegaría a ser, como se dice en el documental en su honra: “El crooner del fin del mundo”. Cantó boleros, rancheras, jotas, tangos, canción italiana y merengues. Actuó en el Olimpia de París, commpartiendo escenario con Charles Aznavour y Jacques Brel. En Suiza, entre las comunidades de emigrantes, su voz protagonizó el renacimiento de la canción en gallego, una lengua prohibida por la dictadura franquista. Le puso música a los versos de Curros Enríquez, Celso Emilio Ferreiro y Rosalía de Castro. Dejó Los Tamara en 1976 por padecer de problemas renales y no volvería a cantar hasta 1982, cuando comenzó su carrera como solista.
Prudencio Romo, artífice de la música ligera gallega
Prudencio Romo, nació el 10 de octubre de 1927 en Noia. Romo fue uno de los artífices de la creación de la música ligera gallega en los años 60, un género que constituyó un fenómeno de masas y que tuvo como enseña al cantante Pucho Boedo, pero que no alcanzó demasiado reconocimiento ni entonces ni después. El músico recientemente fallecido fue el compositor de temas como A Santiago voy o Galicia, terra nosa. "Fue el creador de nuestra primera música pop, el autor de la banda sonora de nuestra infancia, lo que oían nuestros padres. Quizá por eso, o porque la siguiente generación les reprochaba que hacían música comercial y no comprometida, fue una música también bastante silenciada", comentaba ayer el escritor y músico Xurxo Souto. Romo y Los Tamara fueron también los primeros en musicar poesías de autores gallegos, y convirtieron en hits obras de Curros Enríquez como O vello e o sapo o el Monólogo dun vello traballador, de Celso Emilio Ferreiro, señaló ayer Sito Sedes, que sucedió a Boedo en la voz de Los Tamara. Sedes también consideraba que a Romo "lo van a reivindicar ahora, igual que Pucho decía: 'cando morra hanme facer bó'".
Prudencio Romo siempre cantó bien, y comenzó como niño de coro en la iglesia de San Martiño de Noia y después en el Seminario de Compostela. Se formó musicalmente en coros religiosos y
en bandas militares, hasta que en 1958, Prudencio formó Los Tamara con su hermano Alberto, Manolo Paz, José Sarmiento, Germán Olariaga y Enrique Paisal. El nombre lo adoptaron de la antigua denominación del río Tambre.
Ese mismo año actuaron en la incipiente televisión y comenzaron una gira por locales de Marrakech, Casablanca, Tánger y Orán. En 1961 abandonaron Argelia al recrudecerse los enfrentamientos del FLN con el poder colonial francés. Precisamente al llegar a Marsella, Prudencio Romo requirió a su amigo Pucho Boedo, entonces en Madrid, para que se les uniese como cantante. Los Tamara con Pucho actuaron dos meses en el Olympia de Paris, compartiendo escenario con Charles Aznavour y Jacques Brel.
En 1962 editaron Esperanza el primero de los cinco discos que publicaron en Francia, con el sello Bel Air. Dos años después, con Zafiro, grabaron la primera canción no folclórica en gallego, Galicia, terra nosa. La discográfica se negó de entrada, y cedió a cambio de incluir en la cara B un tema seguro como Gibraltareña, "y a raíz del éxito, después querían todos los discos en gallego" recordaba Romo. Los Tamara se disolvieron en 1976, aunque se reunieron otras dos veces para grabar sendos discos de homenaje.
2 comentarios:
Muy interesante artículo, se agradece un recordatorio tan emotivo, pero Pucho no cantó en el Olympia de Paris, sino que fue Germán Olariaga, el primer cantante de los Tamara quien lo hizo. Un saludo
Solamente una observación. Galicia Terra Nosa fue compuesta por el músico eumés Manolo Manso, tanto letra como música. La estrenaron los Players en el año 44, y a éstos se la escucharon los Españoles. En Monteaux, los tamara se la escucharon a los españoles y Prudencio Romo la rescató porque era una canciòn que iba como al dedo a la voz de Pucho. Al volver a Madrid, la grabaron en un EP de 4 canciones.
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