Julia Sáez-Angulo
07.09.12.- Madrid.- Hijo de familia acomodada, Arthur Schopenhauer (1788 – 1861)
hizo un largo viaje por Europa, especialmente por Francia, Holanda e
Inglaterra, que dejó reflejado en los diarios que ahora publica la editorial
Trotta. El libro, traducido por Luis Fernando Moreno Claros, lleva una
introducción del mismo traductor que ilumina la situación en laque se produjo
ese viaje.
Fueron los padres de Schopenhauer los que animaron al
muchacho que habría de ser el filósofo pesimista por excelencia, a llevar a
cabo unos diarios en los que hay observaciones curiosas y sagaces, junto a
escenas o situaciones cotidianas sin más interés que su mera documentación.
No
hay que olvidar que los diarios abarcan los años 1800 y 1803 -1804 en una
Europa que preludiaba la guerra. Schopenhauer, niño y adolescente, conocedor de
idiomas, sobre todo del francés, mira, observa y comienza a escribir sobre lo
visto y meditado.
Autor
del célebre libro “El mundo como voluntad y representación” –su ensayo más
relevante-, Shopenhauer “contempló lugares que años más tarde habrían de ser
importantes referencias en su vida. Visitó Gotinga en cuya universidad se
matricularía como estudiante de Medicina; Weimar, la pequeña corte en la que se
instalaría Johanna (su madre) tan sólo seis años más tarde al enviudar y Dresde
, la ”Florencia del Elba”, a donde Arthur se trasladará en 1814 para residir
allí durante cuatro años más”, se recuerda en la introducción.
Moreno
Claros subraya la “melancolía del regreso”, un fenómeno que se produce con
frecuencia al final de un viaje largo o intenso. El padres de Schopenhauer quería
que su hijo estudiara para el comercio y sse ocupara de los negocios
familiares, pero la muerte por accidente o suicidio del progenitor en 1805 dejó
sumido al joven filósofo en una grave indolencia y melancolía durante dos años.
El
filósofo se liberó de los deseos de su padre y estudió medicina para pasarse
definitivamente a la filosofía tras las lecturas de Platón, Spinoza y Kant entre
otros. Shopensahuer habría dejar obras relevantes como “Parerga y paralipomena”,
“Metafísica de las costumbres”, “Dialéctica erística, o El arte de tener razón,
expuesta en 38 estratagemas”. Estos dos últimos libros han sido editados igualmente
por Trotta con notas de Moreno Claros.
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