viernes, 12 de octubre de 2012



“El Cántico Místico de Ernesto Cardenal”, por Luce Lope-Baralt




Julia Sáez-Angulo

         Galardonado con el Premio de Poesía Reina Sofía 2012,  que patrocina la Universidad de Salamanca, Ernesto Cardenal Martínez (Granada. Nicaragua, 1925es un poeta galardonado y sacerdote polémico y amonestado de la Iglesia Católica. La profesora puertorriqueña Luce Lope-Baralt ha escrito un libro titulado “El Cántico místico de Ernesto Cardenal”, publicado en la editorial Trotta.

         Después de una Palabras Preliminares, el libro de Luce Baralt va acogiendo capítulos y apartados en los que se detiene sobre  “Una vida sub specie aeternitatis; “Reflexiones sobre el fenómeno místico: lo  que le acontece a Ernesto Cardenal el 2 de junio de 1956”; “Vida en el Amor: Hacia la fundación de la literatura mística moderna en Hispanoamérica”; “Es la tierra quien canta en mí este cántico cósmico”; “Telescopio en la noche oscura: Un grito silente en la Tribulationis Nox”; Vida perdida  y ganada en el Amor; Versos del Pluriverso o del Tao en la Astrofísica; Este mundo y otro: de la Cuántica de Niels Bohr al Tao Te Ching de Lao Tse” y “El origen de las especies; el universo inconcluso del Hacedor”.


Catedrática de Literatura Española en Puerto Rico


         Luce Lope Baralt (Hato Rey, San Juan de Puerto Rico, 1942) es catedrática de literatura española y comparada en la Universidad de Puerto Rico y vicerrectora de la Academia Puertorriqueña de la lengua española. Investigadora tenaz ha escrito muchos libros sobre distintos autores y aspectos de la literatura en español o castellano, donde ha estudiado de modo especial la obra del místico San Juan de la Cruz. Es bien conocida su amistad con diversos escritores españoles.

         En el apartado del libro “El Cántico Místico de Ernesto Cardenal”, Lope-Baralt dice: “Merced a su escritura, a veces osada como la de Pound, cósmica como la de Whitman y otras enternecida, como la de Neruda, Ernesto Cardenal ha permitido a sus lectores el privilegio de vivir junto a él su vida de amor incondicional”.

         “Sé bien que tanto la compasión de cardenal para con el prójimo, su compromiso político inalterable, sus renuncias “que todavía chorrean sangre”, su telescopio dirigido a las aleccionadoras estrellas, su novedosa teoría de la evolución convertida en gozosa danza de Shiva, hasta los niños que salva del cáncer para la poesía, tienen su origen en aquel remoto 2 de junio de 1956 que ha ido creciendo en su alma y que el poeta ha sabido traducir siempre en el más auténtico de los amores: el amor a los demás”, añade la autora.

         “Es como explicarle a un ciego el color azul”. Con esta cita de Ernesto Cardenal se abre el libro, junto a dos más de san Juan de la Cruz: “Como se lleve entendido que todo lo que se dijere es tanto menor de lo que allí hay, como es lo pintado de lo vivo, me atreví a decir lo que supiere” o “Esto creo no lo acabará de comprender el que no lo hubiere experimentado”.




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