Soledad Puértolas y su
última novela “Mi amor en van
Julia Sáez-Angulo
“Mi amor en vano” es el título de la última novela de la escritora y académica Soledad Puértolas
(Zaragoza, 1947), publicada por la editorial Anagrama. Una novela de personajes
cotidianos, de vida real con palabras y pensamiento más que con acción, en la
que se refleja la vida.
Soledad
Puértolas sabe plasmar la vida cotidiana y la existencia del hombre y la mujer
de hoy, sin epopeya, con intimidad, donde las cosas suceden dentro de la
corriente de conciencia, en la reflexión, en la escucha de la palabra del otro,
en la espera y la esperanza.
En
suma, un “realismo literario” en cuanto reflejo a lo largo del camino, según
expresión stendhaliana, vidas trascendidas por la escritura literaria, ese
lenguaje hermoso que permite plasmar lo más vulgar o el cada día, a base de
monólogos prolongados que recapitulan el pasado o la forma de ser de los personajes
cercanos.
Después de un accidente
Esteban
es el hombre que coagula la narración a base de ver, mirar, escuchar, sentir,
anhelar… Es un joven que sufrió un accidente y lleva muletas, a partir de ahí
su vida cambia y se aparta de su familia para entrar en otro barrio, otro ambiente
que paulatinamente le envuelve.
El
dolor, la impotencia, la situación anterior a la enfermedad, el dolor o la
debilidad, son motivo factores narrativos en los que la autora se detiene con
la morosidad del escalpelo para desnudar almas y describir cuerpos mellados. El
dolor, la resistencia al dolor, la flaqueza y la ansiedad o el deseo, se
mezclan en existencias que no dejan de imaginar la vida y tratan de
articularla.
La
escritora muestra gran sensibilidad para hablarnos de estas vidas, de sus
personajes de apariencia simple o poco relevante, pero con una complejidad
interior a la hora de hacer balance, de calificar al otro, de amoldarse a las
circunstancias. Anhelo, deseo y sueño, la materia de la que está hecha el amor
y los hombres y mujeres, sus protagonistas.
Las
relaciones humanas que vienen a poner un decorado concreto a las vidas, como un
tejido del destino. Los instantes fugaces de asombro, entusiasmo o felicidad
que ayudan a hacer llevadera la existencia y que amortiguan, amarguras,
desdichas o fracasos. Todo entra en ese gran almacén que es la novela, un género
que sigue buscando y despertando emociones porque las describe y las hace
revivir.
Escritura
sugerente, hermosa, refinada, sin desmayos hacia lo vulgar, por vulgares que
sean las vidas. Puértolas nunca cae en el costumbrismo sin dejar por ello de
ser realista en los ambientes y personas que retrata.
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