Julia Sáez-Angulo
“FIDES” , Arte al Servicio de la Fe, es
el título de la exposición que se muestra en la catedral de Jaén, -obra maestra
de Vandelvira durante el Renacimiento-, hasta el próximo 7 de enero de 2014. El
comisario de la misma es Francisco Juan Martínez Rojas y está organizada por la
Fundación Caja Rural de Jaén.
La exposición conecta con el denominado
Año de la Fe, que dispusiera el papa Benedicto XVI y que culmina el domingo
festividad de Cristo Rey. La muestra sigue las verdades de la fe en el Credo.
Entre las preciosas obras que se pueden
contemplar se encuentran “Bautismo de San Francisco”, una obra anónima del
siglo XVIII; un crismón visigodo de la La Guardia, siglo VII; un Dios Padre
anónimo del XVI; la Virgen de la Antigua, del XIV; un bello Santiago El Mayor
actual, de Suso Marcos; un Cristo Crucificado de Francisco Higueras (1941); un
Cantoral de la Resurrección de Juan de Cáceres (1510-1518); un resucitado de
Manuel López Pérez (2003) de la localidad de Andújar; “Pan de Vida II” de
Manuel Kayser Zapata…
No podía faltar la Santa Faz, tan
venerada, a través de cuadros de distintos rostros de Cristo como la Cabeza de Cristo de Francisco Baños; la Santa Faz de Francisco Huete; el Rostro de Cristo, de Magar (María García)
o El Salvador del madrileño Antonio
de Pereda (siglo XVII)
La exposición alterna con acierto el
arte sacro del pasado con el presente, porque como señala la Fundación Anima
Artis, el arte sacro es una constante a través de la historia y todo él tiene
un tronco común.
El catálogo lleva tres interesantes
escritos acerca de lo que es el arte sacro, en especial el texto del comisario
titulado “¿Puede estar el arte al servicio de la fe?”. Lástima que las
ilustraciones de esta parte no llevan el pie de foto, por lo que algunas
imágenes no se sabe cuales son o donde se encuentran. También escriben el obispo de Jaén, monseñor Ramón del Hoyo y José Luis García Lomas, presidente de la citada Fundación.
Martínez Rojas recuerda las tesis que
defendió Simone Weil en su obra El arte,
expresión de lo verdadero, entre ellas que “En todo o que suscita en
nosotros el sentimiento puro y auténtico de la belleza existe presencia real de
Dios. Existe como una especie de encarnación de Dios en el mundo, del que la
belleza es el atributo. Por lo tanto todo arte de calidad es por esencia
religioso (algo de lo que hoy no se es ya consciente). Todo arte de calidad es
un testimonio a favor de la encarnación”.
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