jueves, 30 de enero de 2014

Erik Rosdahl y su vino “Autorretrato” en Enofusión de Madrid





Julia Sáez-Angulo


            Apenas se apagaban las luces de FITUR, donde también hubo catas como la de los vinos de Urbina de Cuzcurrita en el stand de La Rioja, cuando Enofusión encendía  sus candilejas para presentar novedades y aciertos. Joan Valencia y Erik Rosdhal, un sueco afincado con su hijo en España presentaban sus vinos naturalessin sulfitos y cuidados con mimo.

            “Autorretrato” es la marca que ha presentado Erik Rosdahl en Enofusión, una marca de tan solo 150 botellas para restaurantes muy especiales. Se trata de una producción familiar, que él asumió cuando falleció el dueño. Las cepas tienes casi cien años por lo que producen poca uva pero muy especial a la hora de elaborar el vino.

            “El vino es un lenguaje muy importante, más que la literatura porque es anterior a ella, al mismo alfabeto. El vino es un lenguaje misterioso, una expresión  poética” afirma Rosdahl, al hablar del vino como “memoria de más de ocho mil años entre los hombres. El vino exige una precisión como cuando se fabrica un reloj de mecanismo suizo”.

            “El vino hay que olerlo y catarlo, nada más”, dice con énfasis Rosdahl. “Trabajo sólo en mis viñas y por eso el vino es algo muy mío y lo denomino “Autorretrato” de 2013, fresco y aromático. Vivo en una zona donde el vino es sólo negocio de cantidad y por eso nace despersonalizado”, añade.

            El viticultor suizo cuenta que deja la uva en tinaja durante una semana en el sótano antes de empezar a elaborar el vino. La volatilidad viene de los agentes químicos. Si la unva no se manipula, guarda sus aromas con acierto.

            “Escombro” otro vino natural de 2012 tiene un sabor equilibrado y utiliza barrica de roble en marcha, para que la madera nueva no añada excesivo aroma de roble.

            Madrid por su parte presentó sus Rutas del Vino con nombres emblemáticos como San Martín de Valdeiglesias, Navalcarnero y Arganda. Gijón ofreció su Ruta de la Sidra; Perú su Pisco y sus recetas de maravillosa cocina internacional, con prestigio bien merecido; Solán de Cabras, sus cuatro refrescos sabrosos para combinar como el Tropical, Caribe, Fruta de la Pasión…

En cuanto a las novedades de Madridfusión, Burgos aportó la novedad de las pastas de morcilla, con lo que este alimento figura ya en primero y segundo plato y, además, en postre. La Diputación de Burgos ofrecía un buen stand y Embutidos de Cardeña desde 1925 con una buena representación.

Los buenos aceites ibéricos se presentaban por doquier: andaluces, toledanos, turolenses… todos ellos en envases singulares y retro que le dan un toque delicatessem. Olivarama con una buena muestra y Alcuza con una variedad de representaciones. Mojar pan en aceite de olivas arbequinas o cuernicabras, un placer de paladar.





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