Julia
Sáez-Angulo
Esto les
pasa a los hombres que no son caballeros con las mueres, especialmente con
esposas y compañeras, que miente de modo bellaco con algo tan profundo como los
sentimientos. Valérie Trierweiler, compañera del presidente francés, ajusta
cuentas sentimentales con François Holande, presidente francés, que la ha
engañado, negado la evidencia y pretendido romper con mutuo acuerdo. Gracias
por este momento es el título del libro en el que ella cuenta las cosas
como sucedieron.
Maeva ha sido la editorial
que ha publicado el libro. Marta Armengol Royo y Rosa Alapont han sido las
traductoras.
Es la
venganza de Medea ante el infiel -sin muerte de nadie por medio-. “Todo lo que
he escrito en este libro es verdad. He sufrido demasiado a causa de las
mentiras como para mentir yo”, dice Valérie Trierweiler (Angers, Francia, 1965),
una periodista de la revista Elle,
que escribe muy bien y que ha aclarado a la opinión pública francesa que
“François Holande me dejó sin preaviso”, frente a las pretensiones de Holande
de dejarlo amistosamente.
“Un día
un amor intenso incendió mi vida. Él tenía cuatro hijos. Yo tenía tres.
Decidimos irnos a vivir juntos”, dice la autora que ha conseguido que su libro
sea un best-seller en Francia.
Los
anglosajones dicen que un político no tiene vida privada y a Holande se le
olvidó y se iba en moto a pasar la noche con una joven actriz gala, Julie
Gayet, y al despertar los hombres de su de seguridad le llevaban los croisants
para desayunar, sin percatarse que enfrente del apartamento, nido de amor de la
nueva lieson, había reporteros
gráficos que tomaban fotos.
La
popularidad de Holande está bajo mínimos. Es un político sin consistencia.
Ningún presidente ha caído a esos niveles de impopularidad. Valérie Trierweiler
no esperó a la campaña electoral para lanzar su torpedo contra el embustero
Holande, lo ha escrito en caliente.
Valérie
Trierweiler cuenta cosas, muchas cosas. “Nicolás Sarkozy salió a recibirlo,
mientras que Carla acudió a mi encuentro (…) Nicolás Zarkozy le contó que ese
período fue muy doloroso para Carla, que lo pasó muy mal con la mediatización a
ultranza de su vida y los rumores maliciosos”.
El libro
se abre con una cita de Tahar Ben Jelloun que dice: “El silencio del ser amado
es un crimen tranquilo”. François Holande anunció la ruptura con Valérie
Trierweiler con un escueto comunicado a la agencia France Press, como si fuera
un asunto de Estado. Otra decisión patética del presidente galo, que en sus
ajustes ministeriales llamó a su antigua compañera Segolene Royal para que
desempeñara una cartera. Todos dicen que Segolene es más inteligente que
Holande y la ha necesitado.
Claro que Valèrie levantó la pareja a Segolene y no contenta con ello criticó a la hoy ministra en las redes sociales. A los hijos de Holande no los dejó entrar en el palacio del Eliseo para la toma de posesión. Todo eso lo saben los franceses. Valèrie ha bebido de su propia medicina.
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