Carmen Valero
Normandía
es la tierra francesa del célebre Desembarco del 6 de junio de 1944, hoy ruta
de los cementerios de los soldados aliados en diversos puntos de sus geografía:
americanos en la playa de Omaha de Colville sur mer y San James; alemanes en
Huisnes sur mer; ingleses y canadienses. Todos ellos dieron su vida por la
libertad, frente a la tiranía de los ejércitos nazis de Hitler en Alemania y
fascista de Mussolini en Italia.
Solo 177
comandos franceses al frente de Kieffer formaban parte del Desembarco de
Normandía, el resto eran miles y miles de norteamericanos, ingleses o
canadienses dispuestos a luchar contra los alemanes para lograr la
independencia de Francia, que vivía ocupada por el ejército de Hitler y llevaba
una vida acomodada a la situación.
Frente a
lo que algunos alemanes pensaban, el Desembarco del 6 de junio tuvo lugar, no
por el paso más corto entre Inglaterra y Francia, sino por la playa de Omaha,
el nombre clave de Collville. El secreto
de la operación y sobre todo, el día D –el día más largo- fue clave para la
operación.
El nieto
del general alemán Rommell declaró más adelante, que cuando su abuelo el general Rommel supo que en el
desembarco de los aliados habían hecho un puente con barcos y cadáveres, comprendió que
la guerra estaba perdida para los alemanes.
Cementerio americano
Nueve mil
soldados USA enterrados
Aunque
la playa de Omaha es la más célebre, también están las de Utah Beach, Juno
Beach, Sword Beach y Gold Beach. Fueron miles los norteamericanos
que entregaron su vida por defender la libertad, presente en el primer artículo
de su Constitución USA y que perdieron su vida en las costas de la bahía de
Normandía, donde memoriales y cementerios dan fe de aquella gesta, digna de ser
respetada siempre por los franceses.
Nueve
mil soldados norteamericanos están enterrados en el cementerio de Omaha, en una
sucesión sin fin de cruces iguales de blanquísimo mármol de Carrara sobre un
cuidado césped. Desde lo alto se divisan los acantilados y las playas de los
170 km que abarca. Los Estados Unidos cuentan con un organismo específico para
sostener los cementerios de sus ciudadanos en el extranjero.
Cementerio
alemán
En el monte de Huisnes sur mer , también en Normandía, no lejos del Monte Saint Michel, se
encuentra el cementerio alemán, una interesante edificación circular de
ladrillo rojizo, a modo de abrazo, con una alta cruz en el centro. Se trata más
bien de un osario que de cementerio, pero igualmente bien cuidado y visitado
por compatriotas y otros visitantes de Normandía, que recorren esta ruta
particular de los cementerios de soldados del Desembarco, junto a memoriales y
museos que ilustran sobre la II Guerra Mundial (1939-45).
No
siempre los normandos estuvieron a la altura de la situación; los canadienses
recuerdan que les cerraban las puertas cuando llamaban a las casas después del
Desembarco. Los propios aliados no acababan de fiarse de los datos que les
facilitaba la exigua resistencia francesa, calculada en un diez por ciento de
la población. Se calcula que igualmente había un diez por ciento de
colaboracionistas y el 80 por ciento restante de la población, “iba detrás de
quien les proporcionara la baguette y el salchichón”.
“En la II Guerra Mundial,
a los franceses hubo que despertarlos a
cañonazos”, estimaron algunos militares ingleses, no en balde fueron necesarias
más unidades para combatir Holanda que para combatir Francia, pese a que es un país más grande.
osario alemán
La ruta
del Desembarco de Normandía, sus cementerios, memoriales y museos son una gran
lección de historia que nadie debe de perderse. Muy cerca está el Monte Saint
Michel, con su célebre abadía, un faro de oración y concordia, hoy convertido
en el monumento más visitado de Francia, por delante de Notre Dame de Paris y
la Torre Eiffel.
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