La muestra, que forma parte de la línea de exposiciones El Presente
de la Arqueología Madrileña, ha sido inaugurada hoy
Recoge ocultaciones encontradas en el yacimiento
arqueológico conocido como Camino de Santa Juana
L.M.A.
7 de octubre de 2015.- El Museo Arqueológico Regional, ubicado en la Plaza
de las Bernardas de Alcalá de Henares, acoge desde hoy la muestra Esperando
tiempos Mejores. Las ocultaciones tardorromanas del s. V d.C. en Cubas de la
Sagra. Se trata la segunda muestra de una línea de exposiciones de pequeño
formato que, bajo el título general El Presente de la arqueología madrileña,
pretende dar a conocer aspectos concretos pero muy relevantes de la
investigación arqueológica en la Comunidad de Madrid.
La exposición, que hoy ha sido inaugurada por la directora general de
Patrimonio Cultural, Paloma Sobrini, y el director del Museo, Enrique
Baquedano, va a dar a conocer al público varios depósitos o aberturas
excavados en el término municipal de Cubas de la Sagra, donde se ocultaron
cerámicas, bronces, hierros y vidrios de gran calidad. Este ocultamiento se hizo
en un momento impreciso de lo que se ha dado en llamar ‘Bajo Imperio’, periodo
comprendido entre la época del emperador Constantino hasta final de Bizancio.
Arqueológicamente, se conoce con el término “ocultaciones” al conjunto de
objetos escondidos en momentos de inseguridad con la idea de recuperarlos en
el futuro. Lo forman piezas especiales por su valor económico o de
representación social, así como herramientas agrícolas y elementos cotidianos,
posiblemente contenedores de productos perecederos a los que sus propietarios
atribuían gran valor. No se descarta tampoco que se escondiesen materiales
que no han llegado hasta nosotros por estar fabricados con sustancias
perecederas tales como tejidos, maderas, huesos, etc.
Dada la fragilidad, delicadeza y valor de las piezas se puso especial cuidado en
su colocación al rellenar el escondite. Se dispusieron incluyendo paja entre las
piezas para impedir su rozamiento, protegidas en “cajas” construidas con tejas y
ladrillos, y posiblemente, en baúles de madera u otros materiales como sacos de
arpillera que no han resistido el paso del tiempo.
EL YACIMIENTO DEL CAMINO DE SANTA JUANA
La exposición recoge ocultaciones encontradas en el yacimiento arqueológico conocido como Camino de Santa Juana, localizado al sur del casco urbano de Cubas de la Sagra, municipio situado al suroeste de la Comunidad de Madrid. De época tardorromana (finales del siglo IV y primera mitad del siglo después de Cristo), fue un importante foco industrial alfarero, cuya actividad principal consistía en la producción cerámica: vajilla de mesa, terra sigillata, enseres de cocina, además de materiales de construcción (tejas y ladrillos). El yacimiento está organizado en torno a un espacio central diáfano, que articularía la actividad artesanal. Se han identificado varios talleres, cuyas edificaciones estaban compartimentadas en diferentes estancias con un porche exterior en el que se disponían piletas o almacenes de arcilla y dolias (grandes tinajas semienterradas en el suelo), que hacían la función de cisternas de agua. En sus proximidades se localizaban una serie de hornos para la cocción de los materiales cerámicos. Todo esto se puede ver desde hoy en el Museo Arqueológico Regional, una actuación encuadrada entre las funciones más relevantes que por Ley tiene encomendada esta institución: la custodia de los materiales localizados en las excavaciones, la restauración de objetos con criterios científicos y dar a conocer a la sociedad, con un lenguaje riguroso y ameno, su pasado cultural.
EL YACIMIENTO DEL CAMINO DE SANTA JUANA
La exposición recoge ocultaciones encontradas en el yacimiento arqueológico conocido como Camino de Santa Juana, localizado al sur del casco urbano de Cubas de la Sagra, municipio situado al suroeste de la Comunidad de Madrid. De época tardorromana (finales del siglo IV y primera mitad del siglo después de Cristo), fue un importante foco industrial alfarero, cuya actividad principal consistía en la producción cerámica: vajilla de mesa, terra sigillata, enseres de cocina, además de materiales de construcción (tejas y ladrillos). El yacimiento está organizado en torno a un espacio central diáfano, que articularía la actividad artesanal. Se han identificado varios talleres, cuyas edificaciones estaban compartimentadas en diferentes estancias con un porche exterior en el que se disponían piletas o almacenes de arcilla y dolias (grandes tinajas semienterradas en el suelo), que hacían la función de cisternas de agua. En sus proximidades se localizaban una serie de hornos para la cocción de los materiales cerámicos. Todo esto se puede ver desde hoy en el Museo Arqueológico Regional, una actuación encuadrada entre las funciones más relevantes que por Ley tiene encomendada esta institución: la custodia de los materiales localizados en las excavaciones, la restauración de objetos con criterios científicos y dar a conocer a la sociedad, con un lenguaje riguroso y ameno, su pasado cultural.
No hay comentarios:
Publicar un comentario