L.M.A.
Sergi Aguilar (Barcelona, 1946), uno de los principales artistas
españoles de las últimas generaciones, regresa a Madrid con un proyecto
expositivo, comisariado por Alfonso de la Torre, centrado en su obra más
temprana. Esculturas y obras sobre papel y cartón realizadas a finales de los
setenta, de una gran pureza formal, que enlazan estéticamente con el minimalismo
y la tradición geométrica, y que supusieron un hito para la escultura española
en estos años de la Transición.
Gran parte
de las obras que se presentan ahora se mostraron en dos exposiciones ya
históricas, celebradas en Nueva York allá por la primavera de 1980: “New Images
from Spain”, Solomon R. Guggenheim Museum y Spanish Institute. El interés de la
comisaria de aquel proyecto, Margit Rowell, fue mostrar en Norteamérica el arte
español más actual, con una nómina de artistas que, junto a Sergi Aguilar, incluía
entre otros a Carmen Calvo, Antoni Muntadas, Darío Villalba o Zush. Para
Rowell, el arte de Aguilar debía adscribirse a un cierto retorno al orden, una
de las tendencias de la modernidad artística de aquellos revueltos años finales
de los setenta e inicios de los ochenta.
En todo
caso, la mirada de Aguilar, antes que puramente objetiva, era heredera más bien
de un contexto internacional, poco anclada en el proceder de nuestros artistas
en ese momento. Como señala hoy Alfonso de la Torre, Sergi era forastero no
sólo en los Estados Unidos, sino en el propio contexto de nuestro arte en donde
el escultor catalán parecía situarse en un lugar aparte y hacer prevalecer en
sus creaciones un aire de honestidad frente al notorio ruido multicolor al que
eran proclives los artistas de ese tiempo de la Transición.
Su trabajo,
tocando ciertos elementos de la tradición constructiva, en especial el análisis
sobre la desocupación del espacio, asalto a lo real para, posteriormente,
retornar a una cierta apariencia de orden: reverso
anverso, en palabras del artista. Es éste [Revers/Anvers], precisamente, el
título de la retrospectiva que el MACBA de Barcelona dedica en estas fechas a la
singular trayectoria de nuestro artista (http://www.macba.cat/es/expo-sergi-aguilar).
Y tal era
ese aire solitario, esa distinción, lo que captó la atención de Rowell, que
relacionaba su trabajo con el constructivismo ruso y con cierto minimalismo
norteamericano. Una obra cercana a una suerte de geometría orgánica con
connotaciones incluso cubistas y una cierta noción pictorialista que tenía que
ver con el mundo de los planos y las incisiones con aire de dibujo del quehacer
de Aguilar en ese tiempo. Efectivamente en su trabajo es muy importante ese
sentido delineado y la permanente presencia del diálogo de los planos, entre sí
aunque también con el espacio que les rodea.
Hay una
extraña proximidad entre sus dibujos y esculturas, planteando Sergi así
inquietantes preguntas en torno a la falacia de la dimensionalidad y la poesía
de las formas, ya fuesen elevadas en
el papel o alzadas en el espacio. Y desde aquí ese aire de escaparse del tiempo
que tiene su quehacer. Marcas, huellas, restos del trabajo, letras, fragmentos
de escrituras corpóreas.
El diálogo
entre el aspecto de cierre de algunas de sus esculturas y la apertura en otros
de sus espacios, su revisión de extraño geómetra, obviamente le acababa
derivando a una cierta mirada de la tradición constructiva. Algo que le
alejaba, a su vez, de cierta tradición hispana, muy de raíces, encarnada por
escultores como Julio González o Gargallo. Su trabajo solitario y sus preguntas
sobre el vacío quizás sólo sean comparables a la tradición del Oteiza de las
cajas metafísicas, el Oteiza poeta.
Sería
justamente el emparentamiento del objeto escultórico con el espacio y el tiempo
una de las características del trabajo de Aguilar en aquellos años. Y quizás
por ello destaca en la escultura de este momento esa ausencia de huella del
quehacer, a la par que su presencia, delicadeza extrema, en sus dibujos y
collages que se presentan ahora, más de tres décadas después, al público
madrileño en la galería José de la Mano.
(DEL 26 noviembre
2015 – 12 febrero 2016)
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