Julia
Sáez-Angulo
04.02.18.- MADRID .- “La Real
Parroquia de San Ginés, Patrimonio cultural de la Archidiócesis de Madrid”, ha
sido el título de la conferencia de monseñor José Luis Montes Toyos, párroco de
san Ginés y delegado episcopal para el Patrimonio Cultural. El sacerdote,
parafraseando a Benedicto XVI dijo que sólo era un “servidor de la
Iglesia”. En el transcurso de su exposición dijo que se consideraba “discípulo
del profesor de Historia del Arte Alfonso Pérez Sánchez”
El acto,
organizado por el Voluntariado Spíritus Artis, tuvo lugar en el Aula San Ginés
de la citada iglesia, donde se lleva a cabo un curso de arte sacro. Itziar Aragonés
presentó al conferenciante con sus numerosos títulos, entre ellos académico de san Dámaso y el gran artífice
del inventario histórico artístico de las iglesias de Madrid. Es autor, entre
otros, del libro Real Parroquia de San Ginés.
Guía del patrimonio, tema sobre el que
daba la conferencia.
En el
recorrido histórico, monseñor Montes recordó que la iglesia de San Ginés de Arlés, se edificó extramuros de la
medina, que data de comienzos del siglo XII, cuando Raimundo de Borgoña, yerno
de Alfonso VI, estableció en 1086 el campamento, con sus huestes formadas por
borgoñones y franco-provenzales en las proximidades del emplazamiento del
templo actual. Fue el comienzo del Madrid cristiano.
Cristo de la Humidad, de Alonso Cano
San Ginés es un mártir del siglo IV, y
el gran cuadro del retablo central de la iglesia representa su martirio de
sangre, alanceado, bajo una escena de rompimiento de gloria, coronado por
bellos ángeles. Está firmado por José San Martín.
El sacerdote, que hizo un recorrido exhaustivo por los distintos aspectos histórico artísticos de san Ginés, se detuvo especialmente en la Capilla del Santísimo Cristo de la Redención –una capilla de Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo-, que concentra una relación de obras importantes del barroco madrileño, que van desde El Salvador de Antonio Pereda, con una bella túnica azul lapislázuli, al Buen Pastor con los niños santos Justo y Pastor de Alcalá de Henares, en rojo, atribuido a Gerard Shegers; los ángeles Seatiel y Barachiel con atributos de la oración, de Antonio Pereda; y sobre todo el Cristo de la Humildad (1643) de Alonso Cano, obra maestra del Barroco, al igual que el excelente cuadro Lamentación sobre Cristo muerto, pintura de Michiel Coxcie.
El sacerdote, que hizo un recorrido exhaustivo por los distintos aspectos histórico artísticos de san Ginés, se detuvo especialmente en la Capilla del Santísimo Cristo de la Redención –una capilla de Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo-, que concentra una relación de obras importantes del barroco madrileño, que van desde El Salvador de Antonio Pereda, con una bella túnica azul lapislázuli, al Buen Pastor con los niños santos Justo y Pastor de Alcalá de Henares, en rojo, atribuido a Gerard Shegers; los ángeles Seatiel y Barachiel con atributos de la oración, de Antonio Pereda; y sobre todo el Cristo de la Humildad (1643) de Alonso Cano, obra maestra del Barroco, al igual que el excelente cuadro Lamentación sobre Cristo muerto, pintura de Michiel Coxcie.
Mencionó al custodiado cuadro de El Greco La
expulsión de los mercaderes del templo, la joya artística importante de san
Ginés. Monseñor Montes dijo que la iglesia de san Ginés había adquirido 34 obras de arte en los años que él había estado de párroco, muchas de las cuales habían tenido que ser restauradas por su mal estado de conservación.
Habló también de los
ángeles de Pompeo Leoni y del privilegio de Roma para poder situar una imagen
de la Virgen sobre el sagrario, al igual que de la cúpula excepcional de la
iglesia de san Ginés.
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