Carmen
Valero
La escritora Julia Sáez-Angulo es la autora de El paso al otro lado”, medio centenar de relatos que narran
distintos suicidios, algunos de ellos auténticas adivinanzas sobre personajes
reales e históricos. El libro, con ilustraciones de Juan Jiménez y un amplio
prólogo informativo sobre la realidad del suicidio, por José Luis Pardo Caeiro,
ha sido publicado por EspacioCultura Editores de A Coruña, ciudad en la que se
presentará el libro próximamente.
El libro está dedicado a la poeta Juana María Herce.
El libro está dedicado a la poeta Juana María Herce.
La
contraportada del libro toma una cita del escritor rumano francés Cioran: “Quien no se
ha suicidado antes de los 25 años merece vivir para siempre. El libro, de poco
más de cien páginas, está dividido en dos partes: “Los muertos lejanos pasan
con rapidez” y “El muerto cercano camina lentamente”. El libro va dedicado a la poeta Juana María Herce.
“A
pesar de que la O.M.S. ha reconocido el suicidio como una prioridad de salud
pública, y aún siendo conocido que se trata de la segunda causa de muerte entre
personas de 15 a 24 años en las sociedades occidentales, pocos son los recursos
públicos que se dedican a la investigación y lucha contra esta auténtica
patología. Si en España se dedican anualmente más de 25MM de euros a luchar
contra la llamada “violencia de género”, que provoca cerca de 100
fallecimientos anuales, son prácticamente nulos los recursos destinados a
evitar 4.000 muertes en el mismo período en nuestro país (España) por causa del suicidio”, escribe Pardo Caeiro.
Julia Sáez Angulo (La Rioja, 1946), residente
en Madrid. Licenciada en Derecho y Periodismo por la Universidad Complutense.
Diplomada en Lengua y Civilización Francesa por la Sorbonne (París) y Lengua
Inglesa por el West London College de Londres. Ha ejercido como periodista en
el campo de la cultura en diversos medios informativos españoles y extranjeros.
Ha trabajado en el Gabinete de Prensa del Ministerio de Cultura. Dirección
General de Bellas Artes (1980 – 2010).
Es
autora de diez novelas, nueve libros de relatos, cinco biografías y numerosas monografías
de arte y artistas.
El
libro se abre con un poema de la autora, titulado “Signos y señales”
SIGNOS Y SEÑALES
La muerte avisa,
hace guiños persistentes
emite señales zalameras o crueles,
muecas coquetas o traicioneras,
lanza mensajes en lo cotidiano.
Hay infinitos testimonios literarios.
(El arte condensa mejor la vida)
¡Cuídate de los idus de
Marzo!
se advirtió a Julio Cesar
antes de ir al Senado,
según certifica
Shakespeare.
Macbeth vio avanzar el
bosque de Birnam
y al hombre nacido de un cadáver,
como le anunciaran las brujas.
No viviré dos
días, avisó Sir Gawain,
a los
caballeros de la Tabla Redonda.
La crónica de una muerte anunciada
cristalizó en el crimen.
También los dioses llegan al ocaso.
Omina Mortis advierten los latinos.
Todo muere.
Hay que prestar atención a los signos,
a las señales sutiles, opacas o luminosas:
a la persistencia de un sueño,
a la maldición del malvado,
a la amenaza repetida,
al intento sucesivo y frustrado
a la caída inesperada,
a una tos que no se acaba,
a una herida que no cierra,
un desmayo, un desplome, el infarto,
una amenaza ensayada…
una amenaza ensayada…
La vida termina en instante fugaz.
El hilo es tan frágil que se rompe sin cortarlo.
El cuerpo vuelve al limo,
el espíritu vaga en la luz.
Hay que estar atentos a los signos de la Muerte,
recibirla con respeto y cauta mirada.
Una aliada misteriosa que llega y nos lleva
a la postrera aventura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario