Este domingo 28 de mayo se clausura en Madrid, en la Fundación Juan March la exposición Lyonel Feininger (1871-1956), inaugurada el pasado 17 de
febrero.
- Ha sido la primera
retrospectiva en España de este peculiar artista, americano y alemán,
maestro de la Bauhaus.
- La muestra ha incluido más
de 300 obras que representan las múltiples facetas de Feininger como pintor,
grabador, dibujante, caricaturista y
pionero del cómic.
- El catálogo que acompaña
la muestra constituye la primera monografía en español del artista.
También se publica la edición semi-facsimilada en castellano de Lyonel Feininger. La ciudad en
los confines del mundo, publicado originalmente en 1965 con textos y
fotografías de dos hijos del artista.
24.05.17, MADRID .- El Museu Fundación
Juan March de Palma presenta, del 14 de junio al 14 de octubre, una segunda
muestra sobre el artista, titulada Lyonel
Feininger: cómics, juguetes, dibujos y pinturas. Consta de 76 obras entre
1896 y 1955, que recorren toda la creación del artista, además de una selección
de fotografías, libros y documentos.
La exposición Lyonel
Feininger (1871-1956),
que se clausura este domingo 28 de mayo en Madrid, ha sido la primera en
presentar en España una retrospectiva de este artista, americano y alemán,
maestro de la Bauhaus y una de las figuras más peculiares de la modernidad
pictórica. Aunque Lyonel Feininger nació en Nueva York, sus padres, músicos de
origen alemán, quisieron que se trasladara a Hamburgo para completar su
formación musical cuando tenía tan solo dieciséis años. Esa especie de doble
pertenencia, americana y alemana, marcaría tanto su vida como su obra. En
Alemania, Feininger decidió dedicarse al arte y se adentró en un género por
aquel entonces incipiente: la tira cómica. Sus dibujos satíricos y sus viñetas
no tardaron en ser publicados en revistas alemanas y francesas como Ulk [Broma],
Lustige Blätter [Páginas cómicas] o Le Témoin [El testigo]. En
1906, poco antes de mudarse a París, firmó un contrato con el Chicago Sunday
Tribune, para el que Feininger creó The Kin-der-Kids [Los niños
Kin-der] y Wee Willie Winkie’s World [El mundo del pequeño Willie
Winkie], tiras que se cuentan entre las manifestaciones más tempranas del cómic
internacional.
Pero Feininger fue dejando de
lado la caricatura para volcarse, de forma natural y progresiva, en la pintura.
Aunque en sus primeros cuadros mantuvo todavía un vínculo con la caricatura,
centrándose en escenas callejeras y personajes exagerados, entre 1906 y 1908
trabajó en una línea más abstracta, abandonando prácticamente la figura y
adoptando un lenguaje basado en las líneas rectas y los planos fragmentados de
color; una suerte de cubismo figurativo y prismático con vetas románticas y
mágicas que se convertiría en una de sus marcas originales.
En 1919, Walter Gropius invitó
a Feininger a formar parte de la Bauhaus junto con Klee, Kandinsky y otros
artistas, concretamente para que dirigiera el taller de grabado, del que Feininger
fue maestro hasta su cierre en 1932 por las autoridades nacionalsocialistas. El
trabajo en la Bauhaus le hizo desarrollar en profundidad la técnica del grabado
en madera a la fibra, lo cual le permitió ahondar también pictóricamente en el
juego de planos. Con la llegada del nazismo, su arte fue tachado de
“degenerado” y en 1937 Feininger decidió regresar a Estados Unidos, donde
viviría hasta su muerte en 1956.
Feininger y su mundo han sido acogidos
ahora en el marco de un programa expositivo –el de la Fundación Juan March– que
presenta figuras, épocas o aspectos insuficientemente explorados de la cultura
moderna. La exposición es una suerte de “retrospectiva concentrada” de la obra
del artista, que reúne más de trescientas obras y
documentos procedentes de diversas colecciones públicas y particulares
de Europa y Estados Unidos, que recorren tanto las diferentes técnicas con las
que el artista trabajó —el dibujo, la gráfica, la pintura y la fotografía— y
también la construcción de trenes y juguetes, además de los principales motivos
de su obra. Ésta abunda en figuras y personajes, en trenes y barcos, en
paisajes y marinas y en las arquitecturas seriadas de puentes o de ciudades que
le inspiraron y que Feininger convirtió en emblemas: París, Weimar, Halle, la
localidad costera de Deep, en el mar Báltico, el pequeño pueblo de Gelmeroda o
los perfiles de su Manhattan natal.
La exposición, que ha contado
con el asesoramiento especial de Achim Moeller, responsable del Lyonel
Feininger Project, Nueva York – Berlín, (entidad que desarrolla desde hace años
el catálogo razonado de pinturas de Feininger) y con la colaboración de
numerosos especialistas internacionales, está acompañada de un catálogo
profusamente ilustrado que constituye la primera monografía en español sobre el
artista, con ensayos y textos de algunos de los más reputados expertos en su
obra, como Wolfgang Büche, Ulrich Luckhardt, Maurizio Scudiero, Heinz Widauer,
Peter Selz, Achim Moeller, Danilo Curti-Feininger, Martin Faass o Sebastian
Ehlert. Además, la Fundación Juan March publica como edición complementaria la
versión en castellano de La ciudad en los confines del mundo, un libro
sobre la obra y la vida de Feininger publicado en 1965 en inglés y alemán, con
textos y fotografías de dos de los hijos del artista, el pintor T. Lux
Feininger y el fotógrafo Andreas Feininger, que contribuye, como la exposición
y su catálogo, a acercar al presente la obra de Feininger desde los confines
del que fue su mundo.
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