Julia
Sáez-Angulo
06/05/17
LLEIDA .- La Turó de la Seu Vell de Lleida, es decir la catedral antigua y su
recinto con el castillo del Rey y la fortaleza militar del siglo XVII espera la
propuesta para ser nombrado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO,
una vez que el ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España se decida a
hacerlo. Los leridanos lo esperan ilusionados e impacientes, a juzgar por un
sondeo llevado a cabo en visita reciente. La Seu Vella se construyó en 1200.
El
recinto de La Turó de la Seu Vell de Lleida constituye el núcleo histórico del
nacimiento y formación de la ciudad, “el corazón que palpita”, que diría el
arquitecto romano Giulio Carlo Argán. Las distintas etapas históricas con
diferentes avatares han pasado por esta colina elevada con la hermosa y antigua
catedral románico-gótica, que ha visto pasar todos los próceres del poder en
Lleida, amén de las viejas culturas como la ibérica, romana o musulmana, que
yacen en el subsuelo.
Tras
la guerras de sucesión y civil española, la vieja Seu se utilizó como cuartel,
pero una vez tomada conciencia del valor histórico y artístico de la catedral,
se está llevando a cabo un enorme trabajo de restauración inteligente, al
respetar la lectura histórica de los muros, arcos, capiteles, ménsulas y
portaladas que afortunadamente se salvaron de la incuria del pasado.
Foto: Mercé de Comes
El
claustro de la Seu Vella, de hermoso trabajo labrado y cincelado en la piedra,
con arcadas diferentes, es uno de los más grandes de Europa, y con doble serie
de arcadas que dejan pasar la luz, el visitante puede asomarse a una inmensa
vista de la ciudad de Lleida. Ciertamente el paraje es espectacular para
contemplar algunas de las estribaciones del pre Pirineo. la catedral todavía
alberga algunas muestras de policromía, especialmente una vida de Cristo, en
una secuencia de escenas dentro de la catedral. La Antigua Canónica y la
Portalada de los Apóstoles son dignas de
una atención especial.
Del
jardín se retiraron los cipreses que impedían contemplar el delicado trabajo
del claustro y se ha restaurado el viejo jardín de aromas que era original en
el Medioevo, para utilizar las plantas aromáticas en la cocina. Lástima que
algunos muros se ven invadidos por yerbajos de jaramagos o ranúnculos que
pueden deteriorar la piedra. Los responsables de la Seu Vella debieran revisar
periódicamente esta situación para conservar adecuadamente los paramentos.
El
campanario por su morfología exterior y altura se ha convertido en el emblema
de la ciudad y dota al recinto de una altura que parece conducir y elevan el
conjunto arquitectónico del recinto de la Turó. Una parte de los fragmentos
arquitectónicos se muestran a lo largo del recorrido y otros se hallan en la
Sección de Arqueología del Ayuntamiento, a la espera de ser reintegrados en el
conjunto original para dar mayor realce al mismo y que sea reconocido por la
UNESCO con el título que realmente merece esta Turó de la Seu Vella de Lleida.
Foto Mercé de Comes
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Más información
https://www.youtube.com/watch?v=JLuBzH-u-T4
https://www.youtube.com/watch?v=JLuBzH-u-T4
1 comentario:
Gracias,Julia,
Quiero felicitarte por tu magnífico artículo sobre la Seu Vella. Fue un placer acompañarte en tu visita a Lleida.
Un abrazo.
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