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Carmen
Valero
Fotos:
Adriana Zapisek
28/05/18
.- MADRID .- El fotógrafo y editor José Luis Pardo Caeiro : “Camino interior en la madrugada. Madrid”, libro de fotografía
sobre Madrid de madrugada, ha presentado su obra en la Asociación de Escritores
y Artistas Españoles, AEAE. Emilio Porta, vicesecretario de la citada
asociación hizo la presentación del fotógrafo y su obra, así como de Julia
Sáez-Angulo, ambos miembros de la AEAE.
El libro lleva también algunas ilustraciones de Mariano de Souza, el pintor del Camino, que sitúan al fotógrafo como un peregrino de la ciudad.
El libro lleva también algunas ilustraciones de Mariano de Souza, el pintor del Camino, que sitúan al fotógrafo como un peregrino de la ciudad.
Sáez-Angulo
dijo en la presentación: “De Madrid nunqvam
satis, que dirían los latinos. De Madrid nunca se hablará bastante. Madrid
es capital de España desde 1561 y una de las más recientes capitales en comparación
con otras europeas como París, Londres y no digamos Roma. Pero aquí están
Madrid y sus madrileños de cuna o de adopción, los que se sienten interesados
por ella, como le ha sucedido al escritor y fotógrafo, además de editor, José
Luis Pardo Caeiro, de quien hoy presentamos el libro Camino interior en la madrugada. Madrid. Una visión a medio camino
entre la realidad y el mundo de los sueños, como el autor señala.
Pardo Caeiro se ha visto impelido como un peregrino –no en balde es
gallego- hacia un paseo solitario, de madrugada por Madrid, con temperatura
cercana a cero grados, en especial por los lugares históricos y céntricos que
rezuman historia –no especialmente los turísticos- de la ciudad, en un diálogo
poético entre el autor, el obturador, el objetivo y el espejo de su mirada,
traducida en el noble ejercicio de la fotografía se añade a las nuevas Bellas
Artes, junto con el cine y el comic. Más exactamente, la fotografía como una de
las artes visuales.
Madrid,
elegida por Felipe II como capital del Imperio en 1561, pese a esa leyenda que
cuenta como su padre el Emperador Carlos V le dijo: “Si quieres conservar el
Imperio, deja la capital en Toledo, si quieres ampliarlo, llévala a Lisboa y si
quieres perderlo, ponla en Madrid. Felipe II se instaló en Madrid, que era entonces un hermoso reducto de caza.
Lo cierto es que quiso alejarse del clima duro e insano de Toledo, lleno de
mosquitos en verano y, sobre todo, alejarse de la gran autoridad eclesiástica
de España que tenía la sede primada en la Ciudad Imperial de Toledo.
Y
aquí tenemos un Madrid de los Austrias, otro Madrid de los Borbones, otro el
popular de las corralas donde se representaba el teatro en los siglos de Oro,
otro, el del ensanche elegante del marqués de Salamanca en el siglo XIX, otro
el de los altos rascacielos del XX -XXI… ¿En qué Madrid se fijó el objetivo
fotográfico de José Luis Pardo Caeiro?: en el Madrid solitario y nocturno del
silencio de la madrugada, allí donde le provocaba la sugerencia personal para
disparar su objetivo desde el trípode. Un Madrid céntrico con pálpito de
corazón de la ciudad.
El
autor del libro Camino interior en la
madrugada. Madrid se ha detenido ante el muro iluminado por una farola,
ante una cadena de arcadas sucesivas, ante las rejas de hierro que permiten
entrever la barra con botellas de un bar, en los soportales vacíos de una
plaza, en el portón noble de un palacio, en los pilotes y cadenas de hierro de
un recinto protegido, ante un balcón que deja ver la lámpara interior de la
estancia… Un Madrid solitario,
silencioso y poético
Pardo
Caeiro es un fotógrafo que gusta de los nocturnos –casi pictorialistas y
ensoñadores-, de las madrugadas en que los hombres y mujeres empiezan a sentir
el duermevela y comienzan a aparecer las “estrellas” dispersas de algunas luces
en los dormitorios o en los cuartos de estar de las casas. La gente se
despereza, pero todavía no ha bajado a la calle, territorio virgen y entregado
al ojo y el disparo fotográfico del poeta de la imagen, del autor del libro que
nos ocupa: Camino interior en la
madrugada. Madrid.
El
escritor Pardo Caeiro flanea, ese verbo que le gustaba utilizar a don Benito
Pérez Galdós (1843 – 1920), otro madrileño de pro, nacido en Las Palmas de Gran
Canaria, del que se celebra este año el 175 aniversario de su nacimiento.
Flanear, término prestado del francés, flaner,
admitido por la Real Academia de la Lengua y que significa pasear sin rumbo, perderse entre las
calles y plazas de la ciudad, el pensamiento y las reflexiones del autor. Don Benito flaneó como nadie por la ciudad de
Madrid y nos la dejó plasmada en sus calles y gentes, en novelas decimonónicas
tan certeras como Misericordia o Fortunata y Jacinta.
Las
ciudades son lo que devienen en su historia y su historia se hace también y se
describe en la literatura y otras artes, en lo que, dicen, escriben, pintan,
fotografían o filman sus artistas, los creativos. De Madrid se han dicho y
escrito muchas cosas y en distintas épocas. Somos “palabras del tiempo”, decía el
poeta Antonio Machado. Don Gregorio Marañón decía que Madrid no perdía nunca su
aire de poblachón manchego… No sé si hoy lo sostendría. Madrid ha cambiado
mucho, se ha modernizado, ampliado y enriquecido hasta ser casi una megápolis.
El
escritor Premio Nobel de Literatura 1986, Camilo José Cela también vivió y
escribió sobre Madrid y de la ciudad que conocía dijo: “Madrid es una mezcla de
Alcorcón y Kansas City”. También dijo: “Madrid es una ciudad llena de
subsecretarios”… Eran los tiempos del desarrollismo entre los 60 y los 70 del
pasado siglo. Francisco Umbral también escribió su Spleen de Madrid, ciudad
donde al escritor provinciano de Valladolid –capital de España en tiempos del
Duque de Lerma- le gustaba alardear de su trato con marquesas y duquesas
durante los años 60, porque decía que Madrid estaba lleno de ellas. “Madrid,
crisol de las Españas”, decía don Antonio Machado.
Quizás
una de las afirmaciones más graciosas o amables sea la del gran madrileño Ramón
Gómez de la Serna: "Madrid
es meterse las manos en los bolsillos mejor que nadie en el mundo".
Madrid es estar en los sitios y, a la vez, pasar de largo. Amar infinitamente a
alguien sin saber muy bien de donde viene, añade el poeta Antonio Lucas en un
artículo en El Mundo dedicado a
Madrid el pasado 2 de Mayo, fiesta de la Comunidad madrileña.
Existen
ciudades mil veces hermosas. Otras tan vivamente modernas que aburren siempre
pronto. También las hay serias y lluviosas, delirantes y cómodas, exigentes y
altivas. Algunas tienen mar. Pero sólo en Madrid, cuando en febrero
sale el sol, se hace el verano, añadía
el cronista.
Son numerosos los títulos de libros
que llevan a Madrid en su texto, a los que se suma el libro de Pardo Caeiro: Camino
interior en la madrugada. Madrid. Conocido es el título
del libro Madrid, de corte a checa,
la espléndida novela de Agustín de Foxá, al que ahora quieren quitar la calle
con su nombre en Madrid.
Madrid y sus personajes históricos
José Luis Pardo Caeiro también ha pensado y repensado Madrid, con su
escritura y sus imágenes, con palabras del tiempo que le toca vivir, este
primer cuatro del siglo XXI. Madrid, descrito con prosa poética, que no se
queda solo en el escenario de sus muros y tapiales, sino que menciona y se
detiene en nombres como Ruy González (+ 1412), enviado del rey de Castilla y
León, Enrique III el Doliente, que regresó de un lejano viaje de la corte de
Tamerlán en 1406, por indicación del rey de Castilla…
Otros personajes que le llegan al
autor Pardo Caeiro y que él evoca contemplando las piedras de la historia de
Madrid son Fray Bartolomé de las Casas, la princesa de Éboli, Santa Teresa de
Jesús, el Caballero de Gracia, al sacerdote humanista Juan López de Hoyos, don
Alonso de Ercilla en 1533, Fray Tomás Luis de Victoria, un hombre que tanto
hizo por el Derecho de Gentes, hoy denominado Derecho Internacional, don Miguel
de Cervantes Saavedra, el conde de Lemos, Don Lope de Vega y Carpio, Felipe II,
Don Francisco de Quevedo y Villegas, el legendario Capitán Contreras, el virrey
Duque de Feria, Don Gaspar de Guzmán, Conde Duque de Olivares, título que hoy
ostenta la Casa de Alba, Don Diego de Velázquez y Silva, pintor de las Meninas,
las estatuas de los reyes del Palacio Real… El autor dice que busca ese espacio
y silencio “donde nacen los sueños y se percibe el latido de los
siglos”. En la madrugada, el autor ha descubierto que “el alma de Madrid es
cálida, elegante, noble, abierta, cercana”.
El autor Pardo Caeiro se detiene en
Don Jerónimo de la Quintana, autor de la Historia
de la Antigüedad, nobleza y grandeza de la Coronada Villa de Madrid (1629),
el que dijera aquello de “la verdad es el alma de la Historia”.
Camino interior en la madrugada. Madrid es un libro escrito con pinceladas de Historia,
con ecos del pasado, con aromas de literatura y de leyenda, con el fragor de
caballeros que blanden la espada y las letras…
Pardo Caeiro recuerda en la
introducción al libro que “cada ciudad tiene su propia personalidad, su
carácter, su alma, que con celosa intimidad oculta pudorosa la luz del día,
desapareciendo en el ajetreo que las envuelve”, por eso él como poeta y
fotógrafo busca descubrirlos y desentrañarlos –carácter y alma-en la madrugada,
“acercándose a ello con humildad, sin prisas, con toda nuestra sensibilidad a
flor de piel, para poder escuchar los susurros que emergen de su interior
desvelándonos su secretos”.
Terminemos agradeciendo a José Luis
Pardo Caeiro este libro de nocturnos de
madrugada en Madrid, con espléndidas fotos en blanco y negro –el color le
hubiera robado la poesía- que se acompañan de una prosa lírica, evocadora,
soñadora y hermosa.
Madrid y los madrileños, los de cuna
y los que no hemos nacido aquí, nos llena de orgullo saber que este autor
gallego, nacido en Compostela y con residencia actual en La Coruña, se ha
fijado también en la capital de España, Villa y Corte que no precisa para nada el
título de ciudad, porque el fotógrafo y el escritor han sabido ver y apreciar
la mucha e interesante historia que esconden sus muros, casas, palacios y
rincones de su calles y plazas.
El autor introduce el libro Camino
interior en la madrugada. Madrid con estas palabras:
“Viviendo un sueño./Descubriendo la profundidad del alma/de la ciudad de
Madrid”. Ya solo nos queda, leerlo y contemplar sus fotos. Con este libro, el
fotógrafo, escritor y editor José Luis Pardo Caeiro se ha ganado con creces el
título de “madrileño de pro”.
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