l.m.a.
-1 de agosto de 2018- Aprovechan que es tiempo de verano, que están de
vacaciones o que tienen más tiempo libre para acercarse a la Biblioteca
Nacional de España, muchos vienen del Norte de África, Latinoamérica,
Estados Unidos o lejanos países asiáticos. Buscan y se sumergen en los
fondos de la BNE, donde estudian documentos que no pueden encontrar en
sus lugares de origen.
En el salón general trabaja Manuel Cifuentes desde hace muchos años,
quien manifiesta que “en verano viene gran cantidad de gente del Magreb,
del norte de África, básicamente, de Marruecos y de Argelia, y también
norteamericanos. Últimamente, estamos notando que su relación personal
con los empleados de este departamento ha disminuido, porque son
usuarios más autónomos que no necesitan que les facilitemos mucha
información. Hace diez años esa relación existía, y ahora ha desaparecido.
Las herramientas en nuestra página web van mejorando... También notamos
que vienen menos visitantes, se conceden menos becas y hay menos
ayudas para investigadores.
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- ¿Qué temas son los más investigados?
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- Los del Magreb, asuntos relacionados con Literatura española y lasrelaciones entre sus países y España. Los argelinos se decantan por nuestros autores, mientras que los marroquíes van más a temas de cooperación o del Sáhara. Y los americanos indagan sobre nuestros clásicos. Uno de esos usuarios es un especialista sobre “La Celestina”, y detrás vienen muchos hispanistas.En el departamento de Referencia e Información General y Carnés atiende Pilar Domínguez, que corrobora que “los usuarios de verano son, esencialmente investigadores que vienen de fuera. Como están trabajando a lo largo del invierno, solamente pueden viajar hasta aquí en la época estival. Recibimos, sobre todo, a profesores, doctores, personas que están
haciendo sus tesis doctorales o masters, especialistas... Aparte de usuarios
del norte de África, recibimos a muchos latinoamericanos, investigadores de
Argentina, de México, asiáticos y estadounidenses... Muchos son expertos en
cultura y literatura hispánica. Son visitantes puntuales, no volvemos a
verles en el resto del año. Hay investigadores que te asombran por su gran
conocimiento de los clásicos españoles, expertos en Lope De vega,
Cervantes, Calderón de la Barca... Y también eruditos sobre García Lorca o
Juan Ramón Jiménez. La BNE tiene los mejores fondos de todos esos
autores.”
En la Sala Cervantes trabaja Soledad de Soto Martorell, perteneciente al
Servicio de Divulgación y Gestión del Fondo Antiguo: “entre los usuarios
que vienen a la Sala Cervantes específicamente en verano nos encontramos
junto a los profesores de universidades norteamericanas,
hispanoamericanas y europeas, a estudiantes que están haciendo la tesis
doctoral. También vienen profesores, pues tienen sus vacaciones de verano
y es la fecha en la que pueden venir. Los doctorados suelen tener el año
disponible para venir, si tienen becas de investigación.”
En cuanto a los fondos, “suelen pedir manuscritos o impresos de autores
españoles en su mayor parte. Ahora que están muchos digitalizados, no hay
tanta afluencia de investigadores como antes, pero siguen viniendo. Muchas
veces, porque no está digitalizado el fondo que necesitan, y otras porque, a
pesar de estarlo, necesitan verlo para estudiar cosas que se escapan en la
digitalización: el tamaño real (si quieren medir tipos, por ejemplo, en el
caso de los impresos), las características físicas del papel (filigranas, por
ejemplo), etc. No es lo mismo verlo en la pantalla que en la realidad”.
El enigma de la Catequesis medieval
Soledad especifica que “se me ocurre que el tipo de investigador que viene
en verano lo hace a tiro hecho porque necesita consultar libros o datos muy
concretos, por eso se recorre medio mundo para venir aquí. Frente al resto
del año, en el que te encuentras todo tipo de personas, desde los que
también vienen a tiro hecho hasta los “despistados”, que nos visitan por
primera vez o vienen poco...”
Gregory Hutcheson, profesor estadounidense de español de la Universidad
de Louisville, en el Estado de Kentucky, investiga sobre “la Catequesis
medieval. Busco, básicamente, fuentes primarias para revisarlas. Estudio la
evidencia de una convivencia entre cristianos, musulmanes y judíos... tal y
como se puede documentar en las catequesis. En la BNE estoy encontrando
ejemplares muy valiosos, que no se pueden encontrar en Estados Unidos.
Incluso hay fuentes secundarias de las que solamente se tiene constancia
en España. Es que no las hay ni en la prestigiosa Universidad de Harvard ni
en la biblioteca del Congreso”.
Opina que “a pesar de que se ven los textos catequéticos como algo
estático, bajo mi punto de vista es todo lo contrario. Son muy dinámicos,
muy involucrados con el aspecto multiconfesional español. En las actas de
los Sínodos hay constancia de la presencia de judíos y musulmanes en las
mismas iglesias. Me fascina...”
Hutcheson reconoce que “aprovecho mis vacaciones de verano para venir a
la BNE, llevo investigando aquí desde hace seis años. Pero, desde el año
1982, he viajado muchas veces a España. Soy un enamorado de vuestro
país. Fui discípulo de Américo Castro...”
La española María Porras reside en Madrid, pero su trabajo como profesora
en distintas universidades (Complutense de Madrid, UOB de Barcelona) le
deja muy poco tiempo libre durante el curso lectivo. Por eso es en verano
cuando aprovecha para realizar investigaciones en la BNE: “soy profesora
asociada en el Departamento de Estudios Ingleses de la Complutense, en la
que trabajo en Literatura inglesa y americana, colaboro en la Universidad
Oberta de Catalunya y soy traductora literaria. Este es el primer verano que
vengo a la BNE a investigar, estoy con traducciones de novelas inglesas del
siglo XIX al español, y las fuentes que encuentro en esta Biblioteca son
inagotables. Hay mucho material. Investigo algunas versiones
decimonónicas españolas de “Robinson Crusoe”, en la que aquí se
conservan muchas muy interesantes. Me interesa saber si son versiones
acertadas o no de la novela, y también qué nos dicen de la cultura española
de esa época. Están llenas de notas al pie, de otras cosas que nos dan
mucha información de cómo se percibía nuestra cultura en contraposición
con la inglesa”.
Jesuitas en Japón y la conquista de la Nueva España
El mexicano Rubén Medina, explica que “vengo a buscar documentos de
envergadura relacionados con la literatura y la historia de mi país. Hay
casos sorprendentes, por ejemplo, se encuentra en el fondo reservado de la
BNE el acta de independencia de México. Lo cual resulta hasta cierto punto
lógico, porque los insurgentes mexicanos mandaron un acta avisando al
Reino de España de que se independizaban. Y ahora mismo acabo de
descubrir en esta Biblioteca un documento ya impreso sobre la conquista
verdadera de la Nueva España. No es el de Bernal Díaz del Castillo, que
todo el mundo conoce, sino otra historia verdadera de Pedro Fernández del
Pulgar, de 1672, aproximadamente. Este hombre pensaba que lo escrito por
Bernal no era cierto, y quiso enmendarle la plana. Son 382 folios a dos
caras. Y está aquí.”
Este profesor de Literatura Española de la Universidad Nacional Autónoma
de México lleva viniendo a la BNE desde hace más de quince veranos:
“aprovecho mi periodo vacacional y el 4 de agosto ya estaré de regreso en
mi país dando clase en el nuevo curso universitario. He venido gracias a los
recursos que me da mi universidad, son viáticos que me sirven para los
billetes de avión y la estancia”.
La japonesa Yoshimi Orii habla castellano perfectamente, no en vano
enseña Historia y Literatura Española en una universidad privada de Tokyo.
Investiga en la Sala Cervantes sobre “las relaciones hispano japonesas y, en
concreto, la intervención de los jesuitas que fueron a mi país hace siglos. Es
un episodio muy interesante. Ellos mandaron muchos informes a sus
superiores de España y los estoy estudiando. Solamente he podido estar
aquí dos semanas, porque tengo que regresar para ocuparme de mis hijos
y de algunos asuntos familiares. Me financia el viaje el Gobierno japonés, si
no fuera por esa ayuda no podría venir.”
Yoshimi estudió en la Universidad de Salamanca hace diez años y ha
colaborado en proyectos lingüísticos con profesoras españolas.
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