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Julia Sáez-Angulo
07/08/18 .- MADRID .- A veces actúa
como un panther , activo y con voz natural de micrófono y altavoz, resolutivo y
operativo ante la vida y el arte. Su gran aportación al mundo de la acuarela,
por ello lo llaman apóstol de la
misma, ha sido la de pintar y reclamar
el gran formato para participar en los concursos de arte, donde la acuarela
quedaba relegada por mor del tamaño menor. Los jurados son así: lerdos e
incompetentes, como dicen algunos artistas, cuando no están los críticos de
arte delante. Es así.
No se trata de “ande o no ande,
caballo grande”, sino de dar más espacio y oxígeno a la acuarela, que, como el
pastel admite una superficie mayor que la habitual entre quienes la practican.
¿Quién dijo que la acuarela tenía que ser pequeña o mediana. Pablo Reviriego
Moreno (Santa María del Berrocal, Ávila, 1948) se siente a gusto en el trazo
amplio lírico o expresionista, donde el paisaje se expansiona y cobra una nueva
dimensión estética y el gestualismo revela la caligrafía del artista. No
reniega de la acuarela pequeña e íntima para disfrutar de cerca, pero insiste
en el gran formato para los concursos, para dar en los morros a los críticos.
El pintor disfruta en la convocatoria
de pintura al aire libre en Ávila, cuando como miembro del jurado, ve llegar
acuarelas bien hechas y resueltas, da igual que sean figurativas, abstractas o
abocetadas. Está deseoso de entregarles algún premio.
La vida de Pablo Reviriego ha sido
la de un selfmademan, un hombre hecho
a sí mismo, salido de un pequeño pueblo de Ávila, con padres que tenía tierras
y vacas, pero con frecuencia falta de liquidez. Cuando regresaba de la feria del ganado de Béjar
con su padre por la noche, y las vacas se ponían de trasero contra una tapia o
los árboles, ya sabían que había lobos y había que esperar a la luz del día. Las
vacas protegían sus genitales o partes blandas por donde atacaban los
depredadores.
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Con un tío suyo, que era pañero
como muchos en Santa María del Berrocal, se puso en camino en una furgoneta y
recorrían los pueblos para vender toda clases de textiles y mantas. Con su
labia se metía a las señoras en el bolsillo. Solo tenían que bajar de las
casas, cuando a su voz se asomaban a la ventana y Pablo decía para sus
adentros: ¡Ya sois mías! Les vendía
sábanas, toallas, calzoncillos, bragas y lo que se terciara. Recaudaba más
dinero que su tío, lo que le despertaba ciertos celos. Claro que era joven,
guapito y Dios le había dado voz y verbo.
El chico tenía dotes comerciales
Después de la curiosa experiencia de muchos caminos recorridos, muchas fondas
para dormir y mucho bocadillos para comer, Pablo ancló en Madrid.
La hostelería iba a ser su destino y
trabajó como camarero en varios establecimientos. El muchacho Pablo sabía
sortear a los viandantes de un mercado para llevar la bandeja entre dos pisos, sin
que cayera nunca un vaso. Paulatinamente se fue promocionando en ese campo
hostelero hasta que llegó a regentar el Rancho Texano, en la carreta de Barcelona,
donde recalaban cabezas coronadas, miembros de la nobleza, actores de cine
nacional e internacional junto a ricos y potentados. Allí se tomaba la mejor
carne de buey gallego, braseado a la manera americana y con salsas USA. Seguidamente
puso su propio establecimiento en el barrio de la Alameda de Osuna, una
discoteca con actuaciones en directo, que fue un éxito durante un buen tiempo.
También puso una tienda de ropa vaquera con regencia familiar. Un hombre de
negocios.
El hostelero Pablo Reviriego pintaba
acuarelas en su tiempo libre y estudiaba formas y técnicas con los cursos CCC por
correspondencia que venían de Barcelona. Colgaba algunas obras en el vestíbulo
de su discoteca y se vendían muy bien. El hostelero siempre ha tenido un
sentido claro del negocio que ha de ser, al mismo tiempo productivo para él, servicial
para los demás, de lo contrario no funciona.
El arte se le había metido hasta las
cejas. Pintar era para Pablo un actividad mágica que le hacía sentirse creativo
y sublime al mismo tiempo. El arte le hacía trascender el trabajo cotidiano y
le elevaba por encima de todas sus cuitas. Conoció a Benjamín Palencia siendo
joven y esto le había marcado. Después trató a Julio Quesada y a Rafael
Requena, acuarelistas de primera fila, de quienes aprendió de su maestría. “No
he recibido clases de ellos, pero como si lo hubiera hecho, porque he seguido
de cerca su obra”, confiesa el pintor, que ha dejado sus recuerdos en un
pequeño libreto que habla con gracia de sus anécdotas vividas.
El artista abulense es un hombre
servicial, dispuesto a echar siempre una mano, a ayudar o a acercar a las
señoras a su casa. En la Agrupación Española de Acuarelistas y en el Grupo pro
Arte y Cultura lo conocen y lo saben. Lo sabemos. Es un ser generoso y
servicial por ello está siempre rodeado de damas
Ahora, Pablo Reviriego acaba de
inaugurar por primera en Santa María del Berrocal, una exposición con casi
medio centenar de acuarelas en las que recrea los paisajes rurales y naturales
de su pueblo, así como algunas costumbres del lugar. Todo ha sido como un
retorno triunfal, dentro del eterno retorno. Pablo Reviriego es profeta en su
pueblo.
Más información
http://bienalinternacionalcaudete.com/pablo-reviriego-moreno-espana/
En Santa María de Berrocal (2018)
Ha quedado inaugurada la exposición de Pablo Reviriego en Santa María del Berrocal, Ávila, que contó con la presencia de la alcaldesa en funciones de Ávila Sonsoles Sánchez Reyes; el diputado y Alcalde de Piedrahita, Federico Martín; la presidenta del Hogar de Avila en Madrid doña Anunciación Guil y el alcalde de Santa María del Berrocal, José Reviriego, que pronunció cariñosas palabras sobre el artista y su exposición. Pablo Reviriego agradeció la presencia de las autoridades y del numeroso público. La muestra puede visitarse hasta el día 25 de agosto.
Noticias recientes hablan de numerosa venta de acuarelas en la exposición.
"Santa María del Berrocal", por Pablo Reviriego
Ávila
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http://bienalinternacionalcaudete.com/pablo-reviriego-moreno-espana/
En Santa María de Berrocal (2018)
Ha quedado inaugurada la exposición de Pablo Reviriego en Santa María del Berrocal, Ávila, que contó con la presencia de la alcaldesa en funciones de Ávila Sonsoles Sánchez Reyes; el diputado y Alcalde de Piedrahita, Federico Martín; la presidenta del Hogar de Avila en Madrid doña Anunciación Guil y el alcalde de Santa María del Berrocal, José Reviriego, que pronunció cariñosas palabras sobre el artista y su exposición. Pablo Reviriego agradeció la presencia de las autoridades y del numeroso público. La muestra puede visitarse hasta el día 25 de agosto.
Noticias recientes hablan de numerosa venta de acuarelas en la exposición.
"Santa María del Berrocal", por Pablo Reviriego
Ávila
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