Ana Ortega Romanillos
L.M.A.
08.04.19.- Madrid.- ANA ORTEGA
ROMANILLOS, poeta y escritora (Alcolea
de las Peñas. Guadalajara, 1952). Pertenece al Grupo de Escritores de Castilla
la Mancha, a la Asociación de Escritores
y Artistas Españoles. Socia del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Miembro fundador de la Academia de las
Letras y las Artes Lusófonas en Portugal. Socia colaboradora de la tertulia de
Versos Pintados del Café Gijón de Madrid. Académica de las Letras y las Artes
Lusófonas (ACLAL) titular numero 81 patronímica de Cesaria Évora (Cabo Verde). Tiene
publicados ocho poemarios y cuatro inéditos. Ha sido incluida en varias
antologías poéticas en España Y Portugal:
Antología Poetas de Madrid a Miguel Hernández Ediciones de
la Torre. Antología Flores Nuevas Centro de Estudios Poéticos de Madrid. Antología Poética Tejiendo Encajes y Sueños 20 aniversario de
la tertulia Gerardo Diego Café Oriente de Madrid. Editorial Legados; III
Antología de Poetas Lusófonos. Ediciones Folheto & Designe en Pombal.Antología
Nueva Literatura Editorial Nuevo Ser. Buenos Aires.IV Antología de Poetas
Lusófonos Ediciones Folheto & Designe en Leiria. Colabora en revistas literarias, boletines
poéticos, y en el periódico Noticias de Castro Daire Portugal. Parte de su obra
ha sido traducida al portugués.
Poesía lírica, llena
de contrastes, social, intimista, rural y realista.
DETRÁS DE
LOS CIPRESES DUERME LA LUNA
Detrás de
los cipreses duerme la luna.
Acalla su
dolor entre galaxias.
La luna
derrama musicalidad
en los lagos
de plata.
Allí donde
se arremolina la brisa.
La luna me
rige, la luna me trae
nuevos
augurios, me inspira
como violín,
me muestra sus haces
de luz como
cuerdas.
La luna me
acompaña en mi duelo.
La luna
llora y gime colocada en lo alto
de los
torreones.
Emerge como
la flor del iris
en medio de
las piedras.
La luna
descarga su dolor
sobre las
gotas de rocío.
¡Ay amor!
después de haber pensado
y escrito
tanto de la luna, llegaste tú
con tu
pasión creciente, entraste
en mi cuarto
como eco de manantial,
como
torrente,
escuchando
mis quejas.
La nostalgia
se escondió.
Te atiendo
amor y me olvido
de mi pluma,
de mi verso y de la luna,
porque tu
acaparas todo.
Tú sol entre
los soles.
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