Organo El Emperador
01.10.2020.- Toledo
El 31 de octubre de 2020, la Catedral de Toledo ha sido el escenario, un año más, de una batalla de órganos. Esta forma compositiva propia del barroco, exige para un mayor esplendor, naturalmente, la intervención de varios órganos. Y pocos lugares hay en el mundo donde puedan sonar hasta siete. Pocos, donde a los órganos se les llame por sus propios nombres: Emperador, Berdalonga, Echevarría, Sagrario. Así es la Dives Toletana.
La Creación: música de las esferas. Este ha sido el título elegido para el concierto. Una lectura musical de los dos primeros capítulos del libro del Génesis. Tomando como punto de partida la creencia de que los cuerpos celestes tienen su propio sonido y que al combinarse, en sus órbitas, crean esa que llamamos música de las esferas. Quizá por ello, la luna llena quiso estar presente.
Comenzó el concierto con una improvisación donde el Sagrario dibujó los primeros compases; las bocinas y trompeterías del Berdalonga, del Echevarría y del Emperador fueron, poco a poco, inundando las naves hasta un final de luz sonora…Y Dios separó la luz de las tinieblas.
Luego, los tres grandes órganos han hecho, el Tiento por Alamire del valenciano Juan Bautista Cabanilles. Con los tres realejos y el clave se ha interpretado El cuco y el ruiseñor de G.F. Haëndel; el Grand Choeur Dialogue de Eugène Gigout y el concierto BWV 1063 de J.S. Bach. Las Improvisaciones sobre cada uno de los días de la creación, han trasladado al público, en un viaje imaginario en el tiempo, a aquel sublime momento. Con la apoteosis última A imagen de Dios los creó ha terminado el concierto largamente aplaudido.
Han sido los intérpretes: Jean Baptiste Dupont, organista de la catedral de Burdeos; Samuel Liégeon, titular de la iglesia de Saint Pierre de Chaillot en París; Baptiste Florian Marle-Ouvrard, organista titular de la iglesia de Saint Eustache de París y Juan José Montero Ruiz, director del Conservatorio Profesional de Música “Jacinto Guerrero” de Toledo.
Una delicia sonora para los pocos afortunados que pudimos asistir. Porque estos tiempos de pandemia nos obligan a tener que guardar distancias y a reducir aforos. Hay que agradecer al Cabildo catedralicio y a las instituciones públicas y privadas que han colaborado, el esfuerzo por ofrecernos este espectáculo. Porque las Artes, la Cultura, deben ser declaradas bienes esenciales. Hay que garantizar y preservar que, aun con restricciones, puedan ser ofrecidas y disfrutadas. La Belleza nos salva en estos tiempos de desolación e incertidumbre.
Rogelio Sánchez Molero
1 comentario:
Que suerte poder escucharlo en directo,no hay ningún vídeo ?. Me encantaría escucharlo
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