miércoles, 7 de abril de 2021

José María Gómez “Corona poética a Joselito el Gallo”. 100 Poemas para un centenario (1920-2020)

José María Gómez Gómez, escritor

 

Julia Sáez-Angulo

7/4/21.- Madrid.- “Corona poética a Joselito el Gallo”. 100 Poemas para un centenario (1920-2020)” es el libro escrito y coordinado por el poeta José María Gómez Gómez, editado y con prólogo de Salvador Arias Nieto, en la colección Tauromaquia del Aula de Cultura La Venncia. Ha sido presentado por Rocío López González en el Centro Riojano de Madrid. El acto fue presidido por José Antonio Rupérez Caro, presidente del Centro Riojano.

La imagen de cubierta con la fotografía de la célebre escultura de Benlliure para la tumba de Joselito en Sevilla es de Indalecio Sobrino. Joselito murió en la plaza de toros de Talavera de la Reina (Toledo) donde todavía se cantan romanzas y coplas sobre su muerte.

José María Gómez escribe una amplia semblanza del torero Joselito el Gall, seguido de una veintena de poemas propios sobre la figura del matador, y más de medio centenar de poemas dedicados a Joselito, de distintos autores como Rafael Alberti, Joaquín Benito de Lucas, José María de Cossío, Gerardo Diego, Antonio Casado, Aquilino Duque, Rafael Duyos, Ramón de Garciasol, Rafael Guillén, Miguel Hernández Gilabert, María de la Hiz Flores, “Mahizflor”, Lucía Lignan, José León, Pedro Muñoz Seca, Carlos Murciano, José María Pemán, Rafael Sánchez Mazas, José de Silva,  Antonio Zoido…

Tres mujeres tuvieron protagonismo en la vida de Joselito -recordó J.M.Gómez-, su madre, Guadalupe, hija de ganadero y amor platónico del diestro taurino, y la Macarena de Sevilla, a la que adornó de plata y oro por su gran amor. La Macarena de luto presidió el funeral de Joselito en la catedral hispalense, algo realmente insólito. “José el Gallo era el uno y el rey”, dijo Joselito de sí mismo frente a Bombita, su gran rival.

Joselito era de una dinastía taurina: padre y hermano Rafael, también toreros, así como su cuñado Ignacio Sánchez Mejías, a quien García Lorca dedicó una sentida elegía. Fue un mozalbete arrogante y altivo seguro de su arte taurina.

Las poesías de J.M. Gómez, que recitó ante el auditorio son narrativas sobre la historia y la leyenda de Joselito, alguna de carácter lírico. El poeta recitó primero y cantó al final algunas de las coplas que todavía se entonan en Talavera. Aquí va un soneto italiano sobre el matador (J.M. Gómez suele más bien componer sonetos shakesperianos, como Borges)


Cien años ya y aún lloran en el Prado

Los milenarios toros rituales

Mugidos misteriosos y fatales

Frente al árido coso ensangrentado.


Cien años ya y aún llora soñolienta

La luna atroz que en las dehesas arde,

El sol que audaz le viera cada tarde

Salir triunfante de la lid sangrienta.


Cien años ya y aún lloran los alberos, 

las arenas sin sol empurpuradas,

el desierto silencio de las gradas,


la flor del Papa-Rey de los Toreros.

Cien años ya y aún llora España entera

El toreo y su esencia verdadera.

1 comentario:

Raúl dijo...

Estimados amigos españoles
Les pido disculpas, porque no sé mucho de toros. En realidad, casi nada. Pero esto no se debe a desprecio de mi parte por la tauromaquia, deporte milenario. Más aún, siempre visito, aunque sea desde fuera, las plazas de toros en España. Leí SANGRE Y ARENA y estuve en Córdoba en museos taurinos. Toreros famosos solo puedo nombrar a Manuel Benítez, El Cordobés, y recuerdo haber visto en televisión una corrida en que participaba El Viti.
No sé cómo decirlo, pero es admirar el valor, la destreza y el arte de algo desconocido, pero que reconozco como valioso.
En Argentina solo ha quedado en Casabindo, Jujuy, en el noroeste del país, una suerte de corrida popular, sin matanza del toro. Me gustaría tomar un chocolate con churros con ustedes y habla de ello.Saludos y perdón por la lata,
Raúl