domingo, 11 de julio de 2021

OBITUARIO El último viaje de Alejandro Lorca, colega y amigo



Alejandro Lorca Corróns, profesor universitario (Retrato por Susi Lizondo)


por Víctor Morales Lezcano


10.07.2021.- Madrid.-

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Creo recordar que, en el legado filosófico y literario de la Antigüedad grecorromana, la necesidad de cultivar la buena amistad con nuestros seres afines era una de las inclinaciones humanas más excelsas. Y por ello es que, cuando una persona con la que hemos compartido tramos importantes de nuestras vidas ha emprendido el último viaje de su existencia, nos invade entonces un sentimiento complejo; hecho de desconcierto, pena y añoranza de por vida. Algo de esa fusión de sensaciones me ha sobrevenido al saber que Alejandro Lorca Corróns acaba de dejarnos para siempre.

Si es cierto que Alejandro y quien suscribe estas líneas nos conocíamos desde que concidimos en la década de 1970  en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), él en su recóndito despacho de la Facultad de Ciencias Económicas y yo en la Facultad de Letras, nuestro aprecio mutuo comenzó a ir a más, a ser cultivado, con espontaneidad, por ambas partes, amén de nuestro común perfil universitario “mediterraneísta”.

Ha sido, no obstante, en los últimos años de nuestra vida académica, cuando surgió entre Alejandro Lorca y yo una iniciativa amigable, relacionada con el mundo mediterráneo, que cuajó hasta tal punto que, al final de una bendita charla en el Ateneo de la madrileña calle Prado, convinimos en emprender la forja de una tertulia (ilustrada, que añadiría oportunamente Julia Sáez). Una tetulia, mensual o bimensual, que se proponía abordar ese cosmos conflictivo, al tiempo que seductor, de la civilización que se gestó entre mares, desde el Bósforo, pasando por el estrecho de Mesina hasta el “finisterre” galaico-ibérico-magrebí. La súbita inspiración que despertó la charla que mantuvimos Alejandro Lorca y quien suscribe nos impulsó con vigor a la apertura de Tertumed, una tertulia centrada y girando sobre el Mare Nostrum.

Hace ya varios años que Tertumed comenzó su andadura y Alejandro Lorca fue un pilar de consistente calidad humana e intelectual para la tertulia. Tertumed logró vivir un tiempo imprevisible, al que puso fin un enemigo invisible que llaman “coronavirus”. Fue en ese período último de vida cuando Alejandro vino a enriquecer mi modesta sensibilidad historiográfica, ya fuese en conversaciones por vía telefónica o electrónica, en las que su capacidad de sugestión y de sensatez, no exenta de un fino toque humorístico, fortaleció nuestra amistad y mi ánimo. La imagen de su persona y talante me acompañarán siempre en el recuerdo.  


1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando conocí al profesor Alejandro Lorca me sorprendió su calidad humana, profesional y conocimiento de la economía, sobre todo internacional. Por eso pudimos disfrutar de unas sesiones muy interesantes en la tertulia Tertumed, que coordinaba con el profesor Víctor Morales Lezcano. Es una gran pérdida en todos los sentidos.
Eduardo de Laiglesia
Embajador de España.