miércoles, 22 de marzo de 2023

Xavier Pikaza: “La guerra va en contra del evangelio de Mateo”

Xavier Pikaza, profesor


L.M.A.

                22.03.2023.- Por segundo año consecutivo, Xabier Pikaza será el profesor invitado para las segundas Jornadas de Estudios Bíblicos en el Instituto Bíblico Latinoamericano de Pastoral (Uniminuto).

Estas jornadas estarán dedicadas al estudio del Evangelio de Mateo, un libro que ha sido de los más usados en la liturgia y que los últimos años ha sido objeto de estudio por parte de Xabier Pikaza con un comentario titulado Evangelio de Mateo. De Jesús a la Iglesia, en el que vuelve al Evangelio de Mateo como primer plano, por su multiforme riqueza y por su forma de unir la historia de Jesús y la de los cristianos, desde Galilea hasta Antioquía y Roma; a la vez recoge la memoria de los duros conflictos antiguos, que debieron resolverse en diálogo, sabiendo que allí donde se dice Jesús se está diciendo Iglesia (en comunión de vida, desde y con el judaísmo). Pero sirva esta entrevista para conocer más de este evangelio desde la opinión de Xabier Pikaza.

¿Quién fue Mateo?

Un animador comprometido de una comunidad judeocristiana del norte de Galilea o de Siria, posiblemente de Antioquía. No fue obispo, ni presbítero, sino catequista, miembro de un grupo de catequesis, encargada de escribir una “genealogía” de Jesús, de dónde venía, a dónde iba, qué significaba en aquel momento su vida y mensaje.


¿Realmente se llamaba Mateo?

Posiblemente. Mateo es una variante helenizada de Matías (Matt-Yahu), que significa ‘regalo de Dios’. Pero ese nombre no aparece en el título, lo pusieron los editores (lo mismo que en los otros evangelios), como título externo: “kata Mattzaion” (según Mateo). El verdadero título son sus primeras palabras: Libro del origen/genealogía de Jesús…

Algunos exegetas identifican a este Mateo con Leví, el publicano. ¿Qué piensas de eso?

Que pueden tener razón. En Mt 9,9, el publicano se llamaba Mateo, pero Mc 2,12 le llama Levi. Podría haber tenido los dos nombres (cosa corriente en aquel tiempo). El nombre de Mt 9,9 podría ser la tarjeta de identificación del evangelista, de forma que Mateo sería experto en dineros, un tipo de “inspector” de finanzas de la provincia. Por eso pudo decir, con conocimiento de causa y de efectos, que lo contrario a Dios es el dinero (Mt 6,24).

¿En quién se inspiraba?, ¿en Marcos y Lucas?, ¿en Pablo?

Más en Marcos, cuyo evangelio quiso “completar”. No conocía a Lucas, pero sí en un documento en el que se inspiraba también Lucas, conocido por los especialistas hoy en día como fuente Q. Conocía bien la teología de Pablo, que quiso matizar y centrar, insistiendo en la historia de Jesús (como hacía Marcos), completando la gracia paulina, que podía parecer anti-ley, con la Ley evangélica (como hace también la carta de Santiago, hermano espiritual de Mateo).

¿Podrías mostrarnos una foto de Mateo y de la iglesia de aquel tiempo?

La foto de Mateo está en la portada de mi comentario: un “escriba” leyendo nervioso y apresurado la Biblia, para escribir bien la historia de Jesús… La iglesia de Mateo era un lugar (escuela) donde diversos grupos disputaban sobre la Biblia (Antiguo Testamento), con perspectiva y conclusiones distintas. Mateo la interpreta desde Jesucristo.

¿Principales discrepancias entre los grupos y comunidades?

Parecidas a las de hoy (año 2023) sobre las iglesias. Unos “cardenales” insistían en la ley judía, otros en la plena libertad de Jesucristo, la comunidad corría el riesgo de estallar. El papa Francisco anda en lo mismo, buscando una paz e iglesia “sinodal”. Esa solución de diálogo entre todos, desde Jesús, fue la de Mateo.

¿Logró convencer?

No a todos. Quiso, pero no pudo. Algunos, los más legales, crearon o ratificaron el judaísmo rabínico. Otros, los más espirituales, crearon iglesias místicas (gnóstica, de especialistas sagrados). Un tipo de iglesia de ley y libertad, de amor a los enemigos y de universalidad aceptó como “carta magna” el libro de Mateo y así lo puso como primer evangelio, apertura del Nuevo Testamento, hasta hoy.

¿Por qué es un libro misionero?

Porque pone dos misiones. La primera es la de Mt 10: se trata de convertir a los de casa, las doce tribus de Israel. Hoy sería convertir a los católicos y a los restantes cristianos, como quiere el papa Francisco, no al catolicismo actual, sino al evangelio de fondo… Pero luego, al final, tras el fracaso de esta misión (los “católicos de casa” eran inconvertibles), al final, en el monte de la Nueva Galilea (Mt 28,16-20), Jesús instaura la misión universal a todos los pueblos, partiendo de los Once, por inspiración de las mujeres (alguno se le queda fuera). Muchos piensan hoy que Francisco está fracasando en su misión a los católicos, pero puede triunfar en su misión universal, como Mateo.

¿Qué aporta especialmente la lectura de este Evangelio (ciclo A) a la vida de la Iglesia?

Muchísimo, algunos, sobre todo protestantes, piensan que quizá bastarían Pablo y Marcos. Los ortodoxos dicen que es mejor empezar por Juan. Esos comienzos son buenos, pero el Nuevo Testamento pone al principio a Mateo, como si fuera un criterio de interpretación para Marcos y Lucas, para Pablo y Juan… Y ese me parece un camino bueno, aunque no excluyente.

¿Qué aporta Mateo para el creyente de a pie, de misa dominical?

Muchísimo, siempre que este año/ciclo litúrgico A esté bien dirigido, con verdaderas “homilías”. Eso exige buen trabajo a los celebrantes, pero también a los concelebrantes (todos los cristianos). En eso estamos. Para eso he querido escribir mi comentario… aunque quizá es demasiado gordo y pesado. Pero hay otros comentarios buenos, más pequeños y mejores, auxilios litúrgico-pastorales, cursos de diverso tipo… 

¿Desde hoy qué podemos interpretar por “sobre esa Roca edificaré mi Iglesia”?

Ese es un texto clave (Mt 16,18), pero hay que entenderlo en forma positiva, no excluyente… Jesús ha fundado su iglesia sobre Pedro, pero, al mismo tiempo, sobre las mujeres de Mt 28 y sobre Pablo (Ef 1-2), sobre el Discípulo Amado (Jn 21) y sobre Santiago, hermano de Jesús (Evangelio de Tomás 12). Por otra parte, el nombre de Pedro tiene dos sentidos: es Petrós (canto rodado, vacilante), pero, por su fe y confesión, es Petra (roca firme). Sobre esa fe originaria de Pedro se edifica la Iglesia, que es, por tanto, “apostólica” (de Pedro con Pablo y Lucas, con el Discípulo Amado, las mujeres, con Tomas…). De eso trata en el fondo todo mi comentario.

Mateo ofrece un proyecto de paz. ¿Qué podrían ver en este evangelio Putin, Zelenski y otros actores de reparto? ¿O que les aconsejaría Mateo para un hipotético tratado de paz?

Lo primero que les diría es que pueden ser “buenos políticos”, como quería la madre de los zebedeos (Mt 20,20-28; cf. también Mt 5,38-48) y que busquen la paz por la política. Pero Mateo les seguiría diciendo que, en esa línea, no son cristianos, aunque unos pueden ser menos malos que otros. Automáticamente están fuera de la iglesia de Mateo. Su guerra, en una línea y en otra, va en contra del Jesús de Mateo.

¿Qué le preocuparía a Mateo de la situación actual de nuestra Iglesia? Crisis, divisiones, etc.

Eso no le preocuparía; eso era y es normal. Le preocuparía la falta de diálogo, partiendo del principio sinodal de Mt 23, la falta de atención a la experiencia y al camino de las mujeres de Pascua (Mt 28), que desemboca en la montaña final de Galilea (Mt 28,16-20), el olvido de los hambrientos y oprimidos, la lucha entre todas las naciones.

Conocer el Evangelio de Mateo para una reiniciación cristiana. ¿Dónde pondríamos la mirada?

En José, que se convierte al principio (Mt 1,18-25), con María, su esposa, que concibe por el Espíritu de Dios, en las mujeres de Mt 28, que se convierten al final… en los “reunidos” de Mt 25,31-46. Mateo nos hace mirar a los hambrientos, sedientos, desnudos, expatriados, enfermos, encarcelados… El Cristo de Mateo quiere salvar a todos, pero nosotros podríamos perdernos (el “apartaos de mí” de este pasaje no es de Jesús que perdona a todos, según Mateo, sino de los que van en contra de Jesús, como he mostrado en mi comentario).

¿Qué piensas sobre la cruz, la falta de escucha al cambio cultural y religioso?

La cruz no es principio, sino consecuencia. Si eres amado y quieres amar tendrás que aprender a dar la vida… incluso a que te la quiten. Sin aceptar un tipo de “sufrimiento”, pérdida, entrega de sí, no hay evangelio, no hay Cristo.

¿Justicia y liberación, los pobres y excluidos, los de los márgenes…?

Mateo es el evangelio de la justicia (desde las bienaventuranzas de Mt 5 hasta los justos de Mt 25,31-46). Su justicia no es la ius romana (dar a cada uno lo suyo: ¿qué es lo de cada uno?), sino vivir en gratuidad al servicio de los otros… Para acompañar a los de los márgenes, hay que ir a los márgenes. Ese es el don y tarea de la Iglesia.

Una parábola ideal para hoy

El reino de Dios es como una mujer que amasa la harina e introduce la levadura para fermentarla en tres medidas. Esta es la levadura de las mujeres de Mt 28; de esta nos falta mucha…

Un ¡Ay! de esos que más duele hoy

Mateo es un evangelio de lamentos, centrados en Mt 23. Lamentos no son maldiciones, sino dolores de Jesús y de aquellos que, dejando el Evangelio, se pierden a sí mismos. Hay que leer Mt 23: está el lamento de los que van al fin del mundo para hacer allí cristianos, pero los hacen peores de lo que eran; el lamento de los que cuelan mosquitos y tragan camellos, lamento de los que se imponen sobre los pobres, etc.

Mateo tiene previsto un encuentro con el obispo…

No me disgustaría que estuviera con el obispo de un lugar donde estuve hace quince días y le dijera qué es la eucaristía, no lo que él hizo. Sé de buena tinta que Mateo ha estado con el obispo de Plasencia para animarle en su buen camino…

Y sobre su conversación con Omella, se centrará en…

Omella es el primado de las españas de España. Mateo le diría que no tenga miedo de que todo se sepa con amor, para el amor, pues no hay nada escondido que no sea revelado (Mt 10,26).

Mateo “tiene el micro”, interviene en la ONU y…

Diría lo que dijo en el monte de Galilea (28,16-20): “Yo estoy con vosotros hasta el fin de los tiempos”.

Mateo regresa a Alepo y comunidades del Asia Menor, Antioquía… ¿y su sorpresa sería…?

Ya lo veo, la mayoría os habéis hecho musulmanes, pero el hermano Jesús, vuestro profeta, os quiere. Os ha llegado el temblor, el gran temblor de tierra. Pero no tengáis miedo. Dialogad con los cristianos, aprended de verdad unos de otros, quereos y cuidaos.

¿Quiénes te han enseñado a leer mejor a Mateo?

Muchos, empezando por mi padre. Destacaría a dos: Gustavo Gutiérrez, con Mt 25 (teología de la liberación) y Pier Paolo Pasolini, con su película El evangelio de Mateo.

Regresas a Instituto Bíblico Pastoral Latinoamericano. ¿Cómo valora esta iniciativa?

Es un gozo que me inviten, un gozo estar con Mateo bajo el brazo. Gracias a los dirigentes del Instituto, al entusiasmo de Freddy Mayor, a los de Verbo Divino y, sobre todo, a los participantes del curso.

Xabier Pikaza


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