jueves, 28 de septiembre de 2023

JAVIER VICTORERO FUGA, SILENCIO, LLAMA, VANITAS, FLORECER MUSEO FRANCISCO SOBRINO, GUADALAJARA

6 OCTUBRE-3 DICIEMBRE 2023



 

L.M.A.

    29.09.2023.- Guadalajara.- Veintitrés obras, diecinueve pinturas acrílicas sobre lienzo y cuatro dibujos en papel, fechadas en los últimos seis años, entre 2018 y 2023, componen la exposición de Javier Victorero (Oviedo, 1967) en este Museo Francisco Sobrino de Guadalajara, titulada “Fuga, silencio, llama, vanitas, florecer”, voces estas que evocan, casi a modo de un haiku abstracto, títulos de pinturas recientes del creador.   La exposición recorre su quehacer reciente a través de la muestra de algunos de sus más relevantes ciclos pictóricos, por cierto siendo capaz de entablar un fructífero encuentro con la obra de Francisco Sobrino, tal son: “Fuga a tres voces” (2018-2022), “Llama de amor viva” (2021-2023), “Silencio iluminado” (2021-2022) o “Vanitas” (2023).

En palabras del comisario de la exposición, es un “viaje entre las imágenes mostradas en estas pinturas y dibujos que quedan reveladas ante nosotros manifestando una profundidad interna y una fulgurante intensidad.  Silencio iluminado.   Ya sabemos, la vida del conocer jamás alcanza lo esencial, quizás por ello Victorero proponga la irrupción de lo no dicho mediante la muestra de unas pinturas que funcionan como un repertorio de imágenes portador de voces insólitas, quedando estas elevadas como si gozasen del don de revelarse sin apartar esa posesión del misterio, un misterio completo y una fuerza emocional extrema: sus obras pertenecen al silencio de una mirada concentrada”. 

Habitada la pintura de Victorero por aquel silencio iniciático desde el que tienta poder llegar la perfección interior, en su estudio contemplando ahora la llanura leonesa, otro mar de tierra, como lo fuera antes la rada cantábrica.   Tal una traslación poética, un vaciamiento o una desposesión, este artista clama a quien contempla al recogimiento de un encuentro a solas, interiorizado, con la pintura.   Lo invisible es todo lo que ve el pintor, al cabo, dirá Victorero: “es la experiencia de la pintura la que, prescindiendo de la apariencia de lo visible en gran medida, me descubre un pensamiento y un sentimiento que no estaba visible hasta que se pintó, hasta que se materializó dentro de cada cuadro”.   

Silencio, espiritualidad, ausencia, pureza, poesía, sublime, vacío, contemplación o alejamiento del mundo, son palabras también que, con frecuencia, nos recuerda este artista refiriendo sus pinturas.  Esta exposición permitirá a quienes la contemplen apreciar ese singular espíritu de Victorero, quizás evocando nuestro artista lo oscuro del jardín, su iluminado silencio, pues es sabido este espacio inefable, jardines y hortus, sueños de jardineros, ha sido lugar capital en la iconografía victorerista.  En la noche resiste, escribí.

Pintar, parece decirnos Victorero, es asistir a la aparición de un estado que visualmente no reconoceremos en lo real, viaje entre el punto de vista y el punto de fuga ensayando entonces la búsqueda de unas formas visuales cuyo objeto sea, tal vez, justamente, el no reconocimiento de estas imágenes, devenidas entonces nuevas o, más bien, erigidas en el espacio como esperanzadas imágenes faltantes.

La obra de Javier Victorero ha sido expuesta en numerosos museos y centros de arte, presentes sus pinturas o dibujos en numerosas colecciones, tanto particulares como públicas, hace apenas tres meses integrado en la Colección de la Junta de Castilla-La Mancha.

La exposición ha sido comisariada por Alfonso de la Torre, quien ya participara en la monografía sobre el artista editada por el Museo de Bellas Artes de Asturias.  Ahora ha escrito en el catálogo del Museo Francisco Sobrino el ensayo: “Espíritu y goce de Victorero”.

ALFONSO DE LA TORRE

COMISARIO DE LA EXPOSICIÓN


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