Julia Sáez-Angulo
Fotos: Luis Magán
11/12/24.- Madrid.- Nos recibe en su espléndido estudio en el madrileño barrio de Vallecas. A partir de un gran portón, en él se suceden las estancias de pintura, escultura, grabado con tórculo propio, el patio ajardinado y un buen almacén de obra, junto a una casa tranquila y silenciosa, donde se vive para adentro, como en una alcazaba árabe.
Mariano Cobo (Comillas. Cantabria, 1953), artista pluridisciplinar, que expuso "En clave de Cobo" recientemente en Espacio 15 de Madrid, prepara exposiciones sucesivas y entregas de trofeos para los primeros meses de 2025: 20 de enero en Madrid, entrega de trofeos taurinos; 8 de febrero, en Burgo de Osma (Soria), exposición de su serie “Dinastía Bienvenida”; 8 de marzo, en Alcalá de Henares (Madrid), exposición sobre la Mujer, y en el mes de abril, de nuevo la exposición de la “Dinastía Bienvenida en Las Rozas. A ello, hay que sumar un homenaje que le hace la Tertulia Peñaltar del Hogar de Ávila, el 16 de enero, más la participación con tres esculturas en el “Homenaje a Velázquez”, que va a llevar a cabo el Espacio 15, dirigido por Ruth Bardía.
También tiene comprometido el mes de junio, en que navegará en velero, junto al productor Fernando Navarrete, desde Valencia hasta Galicia, donde se hará entrega de una de sus esculturas a una de las instituciones, como ya hiciera en la Torre del Oro de Sevilla.
Mariano tiene dos hijos, Diego y Ana, que llevan muy bien sus genes artísticos, el primero, como ilustrador, y la segunda, como encuadernadora. Ella está trabajando, mientras hablamos con él, y me consta que, por la tarde, llegan alumnos, porque a Mariano Cobo le gusta también la docencia.
El mundo taurino está muy arraigado en la trayectoria artística de M. Cobo. Ahora está con las plazas de toros. “Quiero pintar unas 30 plazas, los más importantes cosos taurinos, en una serie compacta. Ya llevo dos: las de Pamplona y Santander”, explica.
Los trofeos taurinos, esculturas estilizadas de un torero, se alinean para entregarse el 20 de enero. Toros y toreros se reparten por doquier, sobre todo en bronce; algunos astados lucen los cuernos de un toro real. El artista conoce y trata a los Bienvenida, por eso la exposición sobre su Dinastía se exhibe periódicamente en diversas ciudades.
Las distintas suertes del toreo aparecen en los diferentes cuadros que cuelgan en su taller. El arte de Cuchares es tan rico en su ballet y lucha con la fiera, que da lugar a estampas llena de arte y revoleo. No falta un capote taurino -de los Bienvenida, naturalmente- en su casa, guardado como una reliquia. Un cartel, que Cobo realizó en su día, nos asalta al subir una escalera. “Un original como éste, figura en el Museo Taurino de la madrileña Plaza de las Ventas”, señala el autor.
La mujer es otro de los temas o motivos artísticos en la obra de Mariano Cobo, de ahí su próxima exposición para el día de la Mujer, el 8 de marzo en Alcalá de Henares. Uno de los cuadros representa a una mujer que ha trasvasado las rejas de una prisión. Las esculturas, sin embargo, muestran hermosas figuras femeninas sobre bases iluminadas.
Con Pablo Reviriego, buen aficionado y conocedor taurino, hablamos del fenómeno actual de la joven torera Olga Casado, que ha recibido recientemente dos orejas y rabo en la madrileña Plaza de Vista Alegre, tras la corrida en favor de los damnificados de Valencia. "Tiene mucho estilo taurino", afirma Reviriego, refiriéndose a Olga. También se habla sobre la rejoneadora Lea Vicens, y la antigua torera Cristina Sánchez. La mujer también sobresale en el mundo taurino.
Disfrutamos como niños, con la serie pictórica de Gotas, sobre instrumentos musicales, que expuso Mariano Cobo en Espacio 15, donde cada cuadro lleva una suerte de botón incorporado y, al tocarlo, se escucha la música del instrumento correspondiente.
Cobo cuenta con diversos monumentos escultóricos públicos, uno de ellos, espléndido de cuatro metros de altura, en Valladolid, dedicado “A los derechos humanos”; tres en El Hoyo de Pinares (Ávila): a los piñones, al picapedrero y un homenaje; en Asturias, donde Cobo ha tenido una casa hasta hace muy poco, hizo un monumento a la manzana, fuente de la sidra y de la reputación asturiana…Hay unos cuantas pinturas con manzanas gigantes en la casa.
Mariano Cobo, artista pluridisciplinar, reconoce que es muy trabajador, “pero sobre todo, tengo mucho oficio, y eso es importante para un artista”, presume. Ciertamente su fragua y carpintería en el estudio lo corroboran.
Mariano Cobo, artista pluridisciplinarMariano junto a su hija Ana, encuadernadora artística
Mariano Cobo junto a Julia, Mercedes, Lola y Pablo, en el jardín patio ajardinado del mandarino que, tras la nevada de la Filomena, echa también limones.
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