jueves, 17 de marzo de 2011

COCINAR ES UN ARTE


L.M.A.

La cocina es uno de los hechos culturales más complejos. En el acto de comer intervienen los cinco sentidos. Industriales, artistas, humanistas han contribuido y siguen contribuyendo de diversa manera a realzar el arte de comer.

El arte de la cocina esta siendo reconocido actualmente con diversas exposiciones:

En la Biblioteca Nacional de Madrid ha tenido lugar hasta hace unos días una exposición titulada la Cocina en su tinta, en la que se proponía un viaje cronológico por la cocina desde los primeros textos escritos y se hacía un paseo desde la Antigüedad y Edad Media hasta nuestros días.

También incidía en la importancia que en la cocina tuvo el descubrimiento de América puesto que los conquistadores traspasaron a España y después a Europa diversos alimentos. Alimentos que, en general, han dado color y sabor a la cocina actual.

Al principio costó adaptarse a algunos alimentos, tan usuales hoy día como la patata o el tomate, pues se creía que podían ser peligrosos (lo que no impidió que en Galicia se consumieran patatas ya en el siglo XVI). En cambio otros, como el cacao o el pavo, se incorporaron rápidamente a la mesa de los poderosos.

BARCELONA

Acabada la exposición de Madrid, Cataluña toma el relevo en el realce de la Cocina con El arte del comer. De la naturaleza muerta a Ferran Adrià que puede ver desde el 14 de marzo hasta el 26 de junio en La Pedrera de Barcelona, patrocinada por la Obra Social de CatalunyaCaixa.
La muestra propone un acercamiento a la relación que el arte y la comida han mantenido a lo largo de la historia moderna y el título recoge la doble vía conceptual en que se organiza la muestra: la comida como alimento y la comida como acto.
La exposición dedica una atención especial a las diferentes manifestaciones artísticas creadas a partir de los años 60 y 70, cuando la comida y el acto de comer, con toda su carga de significado, irrumpen en la obra de artistas que buscan otros materiales, nuevas conductas y nuevos criterios para experimentar la vida a fondo e ir más allá de la representación imitativa de la realidad: ya no se trata de contemplar, sino de participar.

130 obras de 76 artistas procedentes de unos 70 museos y colecciones particulares de 14 países se reúnen en una muestra que consta de cuatro apartados: la representación de la naturaleza muerta; el arte conceptual y el alimento como material; los artistas cocineros, artistas que han utilizado restaurantes como talleres de investigación artística; y un último espacio en el que a partir de la figura de Ferran Adrià, como generador de creatividad, se muestran obras inspiradas en su trabajo.

Repaso histórico

Esta exposición reúne obras de artistas como Juan van der Hamen, Tomas Hiepes, Luis Meléndez –máximos representantes del género de la naturaleza muerta en la pintura española de los siglos XVII y XVIII, respectivamente–, Pablo Picasso, Chaïm Soutine, René Magritte, Joseph Beuys, Richard Hamilton, Daniel Spoerri, Dieter Roth, Antonio López, Miralda, Gordon Matta-Clark, Martha Rosler, Jana Sterbak o Miquel Barceló, entre otros.

El recorrido se centra en las investigaciones formales, en la investigación de la composición, pero también en la metafísica y poética de las naturalezas muertas más conceptuales, así como en aquellas obras que presentan la crueldad del animal degollado, la soledad de la víctima del sacrificio. La exposición recorre desde los orígenes y la consolidación del género en el siglo XVII hasta nuestros días, desde las abigarradas acumulaciones del Barroco a la disolución de la figura, atravesando la modernidad, donde la materia desborda la tela.

Experimentación y creatividad

En la muestra también se reúnen obras que suponen una vía de experimentación de marcado carácter conceptual, en un recorrido que va desde los años veinte del siglo XX hasta obras de producción muy reciente, alguna de ellas realizada expresamente para esta exposición. En este ámbito se propone una selección muy representativa de trabajos relacionados con el uso de materiales comestibles y se incluyen diversas propuestas

Siguiendo la línea de la investigación, la exposición a través de la figura de Ferran Adrià reivindica la gastronomía en su concepción experimental, considerándola una acción creativa que tiene unos códigos y procedimientos propios. Aquí la cocina es vista como composición, como provocación y como pensamiento.


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