Juan González Mateo, Biografía de un líder sindical y un mártir
Julia Sáez-Angulo
Alejandro
Sáez González (Uruñuela, La Rioja, 1934), el que fuera hasta hace poco deán de
la catedral de Santa María de la Redonda en Logroño, ha escrito la biografía de
don Juan González Mateo, sacerdote, que fue fusilado por el hecho de serlo, durante
la guerra civil española de 1936 – 39. González Mateo está considerado siervo
de Dios, camino de su beatificación en los altares, cuyo proceso se encuentra
en marcha en la Santa Sede.
Juan
González Mateo (1884–1936) tuvo una carrera brillante y de santidad a lo largo de
su vida. Nació en
Corella (Navarra) el 20 de julio de 1884. A los doce años ingresó en el Seminario
de San José (Burgos) y fue ordenado sacerdote el 13 de junio de 1908. Demostró
gran aptitud y magníficas cualidades en sus años de estudio. El 24 de junio de
1908 fue nombrado coadjutor de la parroquia de San Gil de Cerrera del Río
Alhama (La Rioja) cuyo cargo desempeñó hasta el 18 de octubre de 1910, en que fue
nombrado cura ecónomo de Uruñuela, la villa se encuentra cerca de Nájera
también en La Rioja. Mediante oposición ganó una canongía el 31 de enero de
1921 para la Santa Iglesia Catedral Primada de Toledo. También ejerció durante
muchos años como profesor del Seminario Conciliar de Toledo.
El Sindicato Agrícola Católico de Uruñuela que
fundara don Juan González Mateo ha celebrado recientemente su centenario y en
su sede, todavía abierta, se muestran en una vitrina diversos recuerdos de la
figura del fundador y su obra, como por ejemplo una hermosa bandera bordada
sobre la institución sindical, que aunó a más de ciento cincuenta personas de
las doscientas que constituían la comunidad del pueblo empobrecido como el que
se encontró el sacerdote.
“Desgraciadamente
se han perdido algunos de los archivos locales sobre este sacerdote, si bien el
Obispado guarda una buena semblanza del
sacerdote, publicada en La Rioja el siglo pasado”, explica don Alejandro
Sáez González.
Una Memoria de 1916 publicada en La
Rioja
Don Alejandro Sáez González, sacerdote e hijo del pueblo, que
pertenece al Cabildo de Santa María La Redonda de Logroño, envió a la
Postulación la “Memoria del Sindicato Agrícola Católico y Caja Rural de
Uruñuela” que editó en 1916 la imprenta y librería de “El Riojano”
de Logroño.
El
pueblo de Uruñuela tiene dedicada una calle a don Juan González Mateo, por su
gran labor a favor de la Federación Agrícolas Católicos de La Rioja. Por
sus muchos trabajos realizados, fue nombrado hijo adoptivo y predilecto del
municipio.
Últimos días de un mártir en Toledo
Desde el 22
de julio de 1936 no cesaban de llegar a sus oídos las noticias sobre los
asesinatos de sacerdotes. Sabía que, si no lograba salir de Toledo, pronto le
tocaría a él. Las últimas palabras que tuvo para sus familiares fueron las
siguientes: "Si con mi vida se puede salvar España no me importa
morir".
Salir por
las puertas de la ciudad, muy vigiladas por los milicianos, era imposible sin
ser detenido en algún control. Al ser verano y en aquella época eran muchos los
que acudían al río Tajo, que circunda la ciudad, para bañarse. Don Juan era
buen nadador y pensó que si lograba llegar al río como un bañista normal, lo
cruzaría con facilidad, y escondiéndose en la otra orilla, esperaría a la noche
para alejarse de esa especie de ratonera en que se había convertido la ciudad.
Pero no lo consiguió. En el lugar denominado Barco de Pasajes fue descubierto,
denunciado e identificado como sacerdote, siendo allí mismo fusilado. Era el 1
de agosto de 1936.
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