Julia Sáez-Angulo
La pintora Nati Cañada residente en Madrid ha realizado un
hermoso retrato del Papa Benedicto XVI para la sede de la Conferencia Episcopal
Española en la madrileña calle Añastro, donde se alojó el pontífice en su
último viaje para estar con los jóvenes en la capital de España en la JMJ.
El
cuadro realizado al óleo tiene las medidas de 180 por 85 cm. en el cromatismo de
ocres y blancos que caracteriza a la pintora, quien trabaja el pigmento con
gran sutileza, a base de poca materia y sucesivas veladuras.
“He puesto mucha paciencia y amor en este retrato del Papa y
recé para hacer bien el cuadro diciendo “Dios mío iluminame”, declara la autora.
Sobre un fondo marmorizado, el retrato muestra al Papa de
frente, en pie, con su hermosa e inteligente mirada azul, sotana y solideo blancos
por el que asoma su cabello cano, banda con el escudo de la Santa Sede y
zapatos rojos que él ha vuelto a utilizar en la vestimenta papal siguiendo una
tradición. Su actitud, con leve sonrisa, en la que asoman un poco los dientes –una
audacia en el retrato- reflejan una mirada atenta y de escucha al interlocutor,
en este caso el espectador de la obra.
Lo más destacado o
significativo de la representación pictórica es las manos, una sobre la otra,
de la que sobresale un dedo índice apoyado, todo un símbolo de que lo que él
indica es la buena doctrina de la fe.
Nati Cañada Peña (Oliete, Teruel, 1946) se siente satisfecha de
mostrarme el retrato justo el día de apertura del Año de la Fe por el Papa, el
11 de octubre de 2012. “Benedicto XVI es un hombre de gran personalidad y el
mejor teólogo del mundo, dicho por todos”, recuerda la pintora.
“Estuve
saludando a Benedicto XVI antes de hacer el retrato, pero el Papa no posa para
nadie, por lo que le pedí una serie de fotos de encargo al fotógrafo de la
Santa Sede, explicándole como quería ver su efigie para pintarla”, explica Cañada.
”Él lo ha hecho con gran diligencia”.
La
pintora viajará en breve a Roma para mostrar el retrato a Su Santidad y entregarle
un pequeño retrato de Pontífice como regalo.
Nati
Cañada, coleccionista de pequeñas esculturas de arte sacro latinoamericano, se
prepara para hacer una Virgen de gran tamaño, por encargo y quiere tomar como punto
de partida o referencia al cuadro de Zurbarán sobre la Inmaculada que se
encuentra en el Museo Diocesano de Sigüenza (Guadalajara), porque le parece
espléndido.
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