Macarena
D’Ocón clausura el Centenario de la Corte de Honor de la Almudena
Águeda
Castellano Huerta
El
día 28 de noviembre tuvo lugar en la
Sala capitular de la
S :I.C. el cierre de los actos conmemorativos del I Centenario
de la Corte de
honor de Santa Maria la Real
de la Almudena
con una conferencia que corrió a cargo de la Presidenta D ª.
Macarena D’Ocón Álvarez de Linera, teniendo como tema la historia de esta
institución.
Partiendo
de la muerte de su fundadora, S A R la Infanta M ª Teresa de Borbón y Habsburgo-Lorena, inicio
su exposición analizando la filosofía que tuvo en sus orígenes y que era
fundamentalmente dar culto a la
Virgen a través de las “velas” ante ella y demás ceremonias
religiosas ante la Patrona
de Madrid. Heredera del proyecto de su sobrina fue la Infanta D ª. Isabel de
Borbón, La Chata ,
quien durante años, mantuvo ese mismo criterio, que se vio roto en parte ,
primero por la caída de la monarquía y más tarde por la guerra civil. Al acabar
la contienda había que partir de cero y la marquesa de Figueroa, con un grupo
muy reducido de Damas, siguió prestando
ese homenaje que empezaba a resultar totalmente insuficiente a tenor de los
nuevos tiempos.
Analizó,
seguidamente, el cambio de Presidenta tras el fallecimiento de la marquesa de
Figueroa, cargo que fue a recaer en la persona de Dª. Concha Polo
Aguilar-Tablada, de Álvarez de Linera, dedicándole un emocionado recuerdo, ya
que es la primera de su familia que va a ostentar ese cargo. Hizo un estudio
delicioso de las primeras fiestas capitulares, del cambio de fechas para
celebrarlas, del olvido en que Madrid tenía a su patrona y hasta de las mínimas
cuotas que se pagaban en aquellos años. Todo aderezado con multitud de anécdotas
que tenían no solo el valor del rigor histórico sino también de sus personales
recuerdos vividos en el seno de su casa.
Clara
Álvarez de Linera Polo, Segunda Presidenta
Al
dejar su cargo la segunda Presidenta, paso a ser elegida como tal su hija Clara
Álvarez de Linera Polo, de D’Ocón, quien va a ser la trasformadora de la Corte de Honor. El numero de
Damas crece de manera espectacular, implicando en el proyecto a las mas altas
personalidades de la nación, quienes con su presencia darán una proyección
extraordinaria al conocimiento de la historia y devoción a Sta María la Real de la Almudena. Clara se
multiplica creando las fiestas “temáticas”, la toma de medallas, los solemnes
capítulos y estando atenta a que, ante cualquier acontecimiento que afecte a
los valores que defiende la
Corte de Honor, desde ésta se le de cumplida respuesta. Fue
un momento de la conferencia en que todos los asistentes sintieron la emoción
de recordar hechos vividos por muchos de ellos y que a través de las imágenes
proyectadas volvían a ser de plena actualidad.
En
ese momento, año 1971, va a cambiar la vieja “filosofía” fundacional ampliando
sus objetivos. Además del culto a Maria y de su divulgación, Clara planteó la
necesidad de hacer algo más. Surge así la misión de ayuda y amparo a los pobres
olvidados de Madrid que se convierte en uno de los grandes pilares de la obra.
Luego vendrán las Hojas de Caridad, que cada año dan constancia de ese esfuerzo
y que son el mejor resumen de la tarea realizada.
Analizó
la conferenciante las relaciones siempre exquisitas con el Cabildo Catedral
evocando a alguno de sus Presidentes, ya fallecidos, que tanto hicieron por
apoyar a la Corte
de Honor y a su labor. De manera especial se detuvo en la figura del Cardenal
Suquia, “el cardenal de la
Almudena ”, que siempre alentó a las “Damas de la mantilla”.
Asimismo tuvo un emocionado recuerdo para las autoridades madrileñas siempre
colaboradoras al máximo y siempre abiertas a nuevos proyectos.
Seria
imposible resumir en unas líneas toda la historia de este Capítulo de Damas
relatada de manera deliciosa por su actual Presidenta, hija y nieta de las
anteriores. El ruego de todos los que la escuchamos es que esto se plasme en un
libro porque es la memoria autentica y detallada de 100 años de labor. A pesar
de que la charla diera fin con la procesión de traslado de la Virgen de la Almudena a su nueva
catedral es necesario guardar como un tesoro lo relatado porque son vivencias
conocidas en primera persona que constituyen la autentica memoria histórica no
solo de nuestra institución sino también de la vida madrileña en esos años.
El
Papa Julio II dio un nombre hermosísimo a Dª
Teresa Enríquez. Por su amor a la Sagrada Eucaristía
la llamo “la Loca
del Sacramento”. Después de escuchar esta conferencia y conocer a fondo la obra
de esos años habría que ponerle a Clara Álvarez de Linera el nombre de “la Loca de Sta Mª la Real de la Almudena ”.
Fue
un cierre esplendido para unas celebraciones excepcionales de las que todos nos
sentimos orgullosos. Y desde aquí nuestro rendido homenaje a las que hicieron
posible estos cien años y nuestro aplauso y gratitud a Macarena D’Ocón como
juglar que ha cantado un tiempo imborrable.
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