Sublime Requiem
Genial Mozart
Soberbia catedral
de Toledo
El Greco
se remueve en su tumba
de huesos dispersos.
La Reina madre escucha
atenta.
La música, lenitivo de soledades,
apacigua el espíritu.
España es país seco, duro;
los
españoles, ásperos, imprevisibles.
La música calma el ánimo,
suaviza la
vida.
Mozart invade con fuerza;
el Requiem sube a lo alto
de torres y pináculos;
llega al cielo.
El tenor implora,
la soprano suplica,
el bajo llora,
el bajo llora,
el coro presta cadencioso su voz,
da savia a la partitura.
La gran Reina contiene la emoción.
El Requiem retumba
en los
muros de la catedral.
Los ángeles elevan el alma de El Greco.
Mozart infantil y genio
ríe a carcajadas.
Julia Sáez-Angulo
20 de
septiembre de 2014
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