domingo, 26 de octubre de 2014

José María Parreño, autor del poemario “Pornografía para insectos”, publicada por Pre-Textos


J.M.Parreño




Julia Sáez-Angulo


         José María Parreño es el autor del poemario Pornografía para insectos o más bien El desvividor –según se dice al final del libro-, publicado por la editorial por Pre-Textos. El libro consta de cuatro partes, además de un prólogo y un poema previo titulado “Hay orquídeas que se hacen pasar”.

         Profesor de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense, Madrid, José María Parreño (Madrid, 1958) ejerce como crítico de arte y comisario independiente. Su primer libro de poemas Instrucciones para blindar un corazón, lo publicó en 1981 y obtuvo el Accesit del premio Adonais.

         Otros libros de Parreño son: Libro de las sombras (1987), Las reglas del juego (1990) y Fe de erratas, que agrupaba los libros anteriores. También cultiva la narrativa en títulos premiados como Las guerra civiles, Viajes de un antipático o Llanto bailable.

         “Este no es el libro que yo quería escribir”, dice el comienzo del prólogo del autor. “Aquel estaba dedicado a los apuros del lenguaje en su trato don la paradógica realidad. Se titulaba Pornografía para insectos.
         Le dediqué años, pera cada día y cada noche fracasaba en mi empeño. Mientras, como en su reverso, iba escribiendo otra cosa: este libro de ahora, tan obstinado en ver la luz que más que rebelárseme, se me reveló. Sus páginas están redactadas a escondidas de mí mismo. Es la autobiografía de un yo al que antes no había tenido acceso”.

         Uno de sus poemas:

Con clavos de herrar caballos de carreras/con la cuchilla de un último afeitado de un suicida/ con agujas de relojes que el recuerdo ha parado/fundidas,/ batidas/ al fuego/de frotar/paciencia con amor/secos como flautas/ hago de cuchillo/ para que/ una parte de mi/ mate a la otra.

         “Ahora debo explicar que tan constante como mis ganas de fumar o de mirar a las chicas, ha sido siempre la certeza (sin una sola prueba) de que existe una realidad distinta a esta”, continúa Parreño en el prólogo. “Lo Otro, lo sagrado, el Todo, el Tao, Dios, la Vacuidad, la Vía y muchos otros nombres locales o de época aluden a lo mismo”.


Otro fragmento de poema: En la noche rosada/ de su vientre/ modelada a latidos/sobre un yunque de vello./ Bajo constelaciones de lunares/ y el ramaje estival de sus manos,/ nadas tú en agua via,/ viva en tu nada.

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