Del 1 al 15
de marzo
Julia Sáez-Angulo
'9.03.15.- Madrid .-La trilogía sobre Euskadi,
puesta en escena por el espectáculo Proyecto
43-2, que comparte nombre con la compañía que dirige María San Miguel, se presenta
en la CNC-Sala Mirador de Madrid. Una propuesta que nace en 2011, como
iniciativa artística y pedagógica sobre el dolor causado por el terrorismo en
la sociedad vasca.
La dramaturgia impecable es
de María San Miguel y Julio Provencio. El reparto a cargo de Ruth Cabeza,
Aurora Herrero, Alejandro López Tejedor, Pablo Rodríguez y María San Miguel.
Itinerante por varias
ciudades, Proyecto 43-2 ha obtenido
éxito de público y de crítica.
El montaje se conforma como
la primera parte de una trilogía sobre Euskadi, la convivencia con el “otro” y
la memoria colectiva. La compañía trabaja y pretende establecer una nueva forma
de entender la realidad social utilizando como medio el teatro y el diálogo
conjunto con el público.
Proyecto 43-2
lacera el alma del espectador. Las secuelas del terrorismo, de la muerte en
definitiva como primer derecho humano del que derivan los otros, son tan
prolongadas en los otros, las víctimas colaterales del muerto, que parecen
difícil, cuando no imposible, de superar. Esta obra trata de ello con justeza y
ecuanimidad.
La obra no menciona la
palabra terrorismo, Euskadi, verdugo o víctima, como si quisiera hacerse
universal. Solo una vez se dice “vasco”.
Los actores se meten a fondo
en la piel de la viuda e hijos del asesinado, los que políticamente opinan lo
contrario y no tienen manchas de sangre sufren otro tipo de dolor ante la
cercanía de las víctimas. Todos llevan el estigma que deja el doble jinete del
Apocalipsis, la guerra y la muerte.
Más que el diálogo de los personajes, interesa la corriente
de conciencia que se pone de manifiesto en las reflexiones de introspección de
los cinco personajes. Pensamiento y evolución del mismo ante los hechos.
Posiciones y posturas humana que no siempre tienen por qué coincidir.
Hay
cierta belleza en el “diálogo banal” que prepara para el discurso intenso. Se
percibe la carga de profundidad del pensamiento más allá del gesto y la
palabra. Los silencios entre las palabras son elocuentes como aquellas.
En suma, una obra hermosa que invita a la convivencia sin
moralina fácil. Un fragmento de vida tensa en escena. Un clímax en la
repetición final y obsesiva de los antagonistas, para terminar con una bocanada
de esperanza al compartir lo que se tiene en el txoko familiar.
El segundo espectáculo de la
trilogía: La mirada del Otro se
estrenará en el festival Surge de la Comunidad de Madrid, el 9, 10 y 11 de
abril en la Cuarta Pared.
Estamos
llamados a convivir, a cerrar heridas, al perdón y a pasar página. Verdugos y
víctimas del terrorismo no están al mismo nivel, pero en los estratos
intermedios que interfieren hay un lastre que conviene administrar con
elevación de miras.
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