Retrato apocalíptico de una alta burguesía
degradada por actividades esotéricas, espiritistas,
satánicas,...
L.M.A.
Personajes de la película de Buñuel:
Los anfitriones, Edmundo
y Lucia Nóbile, matrimonio responsable de la invitación a la cena.
El primero de carácter aparentemente inocente y
reconciliador.
La segunda, más enérgica y autoritaria, mantiene un
affaire con otro de los invitados, Álvaro
Aranda, un coronel desencantado y sin ánimo de afrontar su profesión
bélica.
Después está Leticia, apodada “la Walkiria” a causa de su
virginidad; personaje enigmático, de pocas palabras, esencial en esta obra
coral, tanto, que en definitiva viene a protagonizar la película —es ella la
que, para frenar un fatal desbocamiento de la violencia, conjurará el encierro
y posibilitará a la comunidad salir del salón.
A continuación el doctor en
medicina Carlos Conde, personaje
destacado del cautiverio, un modelo de racionalidad investigadora, un ansia de
comprender científica y secularmente la situación inexplicable. Atiende a los
enfermos, trata de atemperar las situaciones tensas, pero al tiempo muestra una
hipocresía peculiar, consistente en mentir o en negar los síntomas de sus
enfermos.
Esto ocurre de manera especial con
otra de las invitadas, Leonora, la
cual, enamorada del doctor por un explícito proceso de “transferencia”, vive
con un cáncer terminal que el doctor nunca menciona a la enferma. Ella,
consciente de su fin, sólo añora poder salir de la casa para visitar Lourdes en
acción de gracias.
Otra invitada es Silvia, la cantante de ópera a la que
el grupo ha escuchado y aplaudido antes de la cena por su genial interpretación
de la novia virgen de Lammermoor, la ópera de Donizetti.
También están Blanca, pianista, personaje depresivo y algo obsesivo, y Ana Maynar, mujer de tendencias
cabalísticas, invocadora del diablo en su delirio febril y fuertemente
perseguidora.
Una pareja de prometidos, Eduardo y Beatriz —tan sólo cinco días les
separa de la boda, aunque ésta nunca se celebrará pues ambos se suicidarán una
noche del encierro-.
Otra pareja, Cristián Ugalde y su mujer Rita.
Ella, expresión de la indiferencia burguesa y madre de tres hijos, espera un
cuarto, del que se duda de la paternidad.
Su esposo, el señor Ugalde,
recrimina a su mujer acerca del abate que cuida de los niños, acusándole de
prácticas deshonestas. Cristián es un personaje enfermizo —padece de úlcera— y
pertenece a una logia masónica.
También forma parte de la masonería
Alberto Roc, director de orquesta,
quien va acompañado de Alicia, mucho
más joven que él, personaje delicado y de poca importancia.
También acuden a la velada Juana y Francisco Ávila, ejemplo muy expresivo de hermanos posesivos. Ella,
defensora a ultranza de todos los deslices de Francisco, quien aparece como
personaje altamente egoísta, nihilista, maniático y algo seducido por la
catástrofe.
Un personaje importante es Raúl, siempre acompañado de su bastón.
De su pasado nada sabemos, pero en el desarrollo de la película se muestra como
el más acusador de los invitados y uno de los más asociales —arroja fuera del
salón las píldoras que el señor Ugalde necesita para aliviar su úlcera,
recrimina directamente al anfitrión del encierro, exigiendo su muerte-.
Completa el grupo Leandro Gómez, comerciante venido de
los Estados Unidos, de aspecto obeso y algo maleducado, y Sergio Russell, escritor de carácter muy serio y enfermo del
corazón.
Hay que incluir del mismo modo a
otro personaje esencial, Julio, el
mayordomo, el único de los siete sirvientes que queda en la casa. Todos, menos
él, la abandonan durante la cena de los burgueses. Tras la primera noche, Julio
entra con el carrito del desayuno al salón, del que ya no podrá salir. Antiguo
estudiante en los jesuitas, es ejemplo del no-burgués seducido por la
burguesía. “Un mayordomo es burgués de corazón”.
Saludo secreto
de dos masones en la película:
Nota: Buñuel fue
"formado" en la masónica Institución Libre de Enseñanza como una gran
parte de los que propiciaron la II República y la Guerra Incivil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario