Julia
Sáez-Angulo
El
Papa Francisco ha sido entrevistado por Andrea Tornielli y sus respuestas
recogidas en el libro El nombre de Dios es Misericordia, publicado
por la editorial Planeta en la colección Testimonio. La traducción ha sido de
María Ángeles Cabré.
Una de
las afirmaciones del pontífice dice: “La Iglesia no está en el mundo para
condenar, sino para permiter el encuentro con ese amor visceral que es la
misericordia de Dios. Para que eso suceda, es necesario salir. Salir de las
iglesias y de las parroquias, salir e ir a buscar a ls personas allí donde
viven, donde sufren, donde esperan”.
Recordemos
que el papa, Francisco Bergoglio (Buenos Aires, 1936), es obispo de Roma y el
266 papa de la Iglesia católica. En 2015 el papa proclamó el Año Santo de la
Misericordia, que terminará el 20 de noviembre de 2016.
Andrea
Tornielli es periodista vaticanista del diario La Stampa, biógrafo del papa en el libro Francisco. Juntos, traducida a dieciséis idiomas y el volumen Papa
Francisco: esta economía mata.
Cada
pontífice parece tener su entrevistador propio como fue Vittorio Messori –otro gran
vaticanista- para Benedicto XVI y Juan
Pablo II.
“En
el siglo XXI, los cristianos tienen que asumir la responsabilidad de su propia
vida. Basta con que estén dispuestos a ser perdonados, para que Dios, con su
infinita misericordia y a través de sus representantes otorgue este perdón”,
dice Francisco en este libro.
El papa
explica como ganar el Jubileo: “Como cristiano para vivir el jubileo de la misericordia
primero hay que abrirse a esta, confesándose y queriendo ser perdonado. Para
ello es necesario hacer un verdadero examen de conciencia y actualizar los
siete principios de la misericordia espiritual, aconsejando a los que dudan,
enseñando a los ignorantes, o consolando a los afligidos. También tiene que
actualizar los siete principios de la misericordia corporal que señala que hay
que dar de comer al hambriento, visitar a los enfermos y enterrar a los muertos”.
Hay
afirmaciones claras y repetidas en a Bula del papa: Jesús es el rostro de la misericordia. Siempre
tenemos necesidad de contemplar ese rostro que nos trae paz, alegría y
serenidad. Hay tiempos en los que es más necesario contemplar ese rostro. Por
eso esta convocatoria, Dios ante la gravedad del pecado original quiso
responder con infinita misericordia. Con este año Extraordinario, lo recordamos”.
El papa
insiste en que recemos el salmo 136: Eterna
es su misericordia, que tanto lo rezó el pueblo de Israel en el Antiguo
Testamento y hasta el mismo Cristo durante la Pasión y muerte. Dios es paciente y misericordioso, dice
otro de sus salmos.
La Bula
de la Misericordia tiene 26 puntos y en ellas esta papa invita a la indulgencia
a través de la caridad, del cumplimiento de los mandamiento y del amor a Dios.
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