L.M.A.
31.03.2021.- Madrid.- El
pintor toledano residente en Madrid, Alfonso Sebastián, ha regresado de una
estancia en Florencia para llevar a cabo el retrato de Malena, alta funcionaria
de la Comunidad Económica Europea. Anteriormente había pintado los retratos del
Doctor Jean-Paul Larvre, médico reumatólogo en Lyon, y el de Isabelle Hirschi,
diseñadora de joyas. En España ha realizado recientemente el retrato de la
escritora Julia Sáez-Angulo.
Alfonso
Sebastián Beltrán (Torrijos, Toledo, 1941) tiene formación de arquitecto y
ejerció su profesión en paralelo a la pintura, su verdadero y profunda vocación
desde muy joven. Ha cultivado de manera continuada el paisaje y las escenas de
tauromaquia, pero la pintura del retrato le ha interesado particularmente como
reto con la naturaleza más viva que es la del rostro humano.
Confiesa
que unos personajes se resisten más que otros, pero todos sus modelos acaban
saliendo en sus cuadros sobre tabla o lienzo como soporte. Ninguno se le ha
resistido. “Todo es cuestión de encontrar la mirada, el rictus o el gesto que
define al hombre o mujer que se tiene delante”, asegura el pintor y añade que
antes de entregar un retrato, lo hace convivir con él en su estudio durante un
tiempo, para estar seguro de que no necesita una pincelada más. A veces una
intervención de más puede hacer peligrar el cuadro; ese momento del acabado o
no acabado es el más tenso para el artista.
El
pintor habla del estudio previo con el modelo que va a retratar, lo mira, lo
observa mientras conversa, retiene… la mirada del pintor es analítica desde que
sabe que va a pintar un retrato. Después viene el comienzo, el croquis previo,
el deseo de ser fiel, pero no cruel ante los rasgos del rostro que tiene
delante. Óleo sobre el soporte. Hay todo un proceso de reflexión para encontrar la pose y el momento
elegido para aquel modelo concreto.
Alfonso
Sebastián vive cerca del Museo del Prado, del Reina Sofía y del
Thyssen-Bornemisza. Es la ruta de los museos con mayor porcentaje de obras
maestras por metro cuadrado. El artista los visita con periodicidad y se
detiene ante los grandes maestros del pasado que enseñan cada día a pintar.
Velázquez, Tiziano, Goya… Otto Dix y los expresionistas alemanes en el Museo
Thyssen. Son retratistas extraordinarios del siglo XX y el pintor los conoce a
fondo porque son sus colegas y los admira.
Retrato de Julia Sáez Angulo, por Alfonso Sebastián
Cada
retrato tiene su pose; cada persona dicta como quiere posar aunque no lo
exprese verbalmente. El retratista lo percibe en una relación atenta y
silenciosa. La mirada es fundamental en a pintura. Cada ojo emite un mensaje.
Somos asimétricos aunque no lo creamos. La boca y los ojos forman un triángulo
decisivo en el modelo para ofrecer su rostro. Finalmente el artista necesita
quedar satisfecho de la obra hecha. Ha
de ser buena pintura, sugerente. bella… lo que no quiere decir siempre
“bonita”.
En el
retrato de Malena de Firenze, el rostro descansa sobre una mano y la atención
del espectador se concentra en esa mujer pensadora que se abstrae de lo que la
circunda. Fue lo que el pintor captó al observarla. Un retrato casi
escultórico, esencial, que no se pierde en anécdotas. Una pintura que revela a
una mujer inteligente y sobria, con un mundo interior intenso. Una obra
maestra.
En el
retrato de la periodista Julia Sáez Angulo, el artista quiso manifestar la
alegría del modelo, al tiempo que su reserva como protección ante los otros. La
mirada lo refleja. El ojo derecho lo muestra con claridad, el izquierdo es más
contenido. Las cejas reflejan un mundo interior más agitado. La sonrisa
atrevida y con todos los dientes, ha sido una audacia valiente del pintor. La
mayoría de los retratistas evitan pintar los dientes, pueden ser peligrosos
cuando se busca el favorecer en exceso. En el caso de Julia ha acertado,
incluso con el carmín de los labios que toma acentos diferentes en el inferior.
Entre
otros retratos que Alfonso Sebastián ha llevado a cabo, sobre todo entre empresarios y escritores, figura el del
empresario Félix Hazen. También los imaginarios del Duque de Ahumada, para el Museo de la Guardia
Civil o de Teresa de Jesús para la Universidad de la Mística en Ávila.
Julia Sáez Angulo y Alfonso Sebastián
No hay comentarios:
Publicar un comentario