Julia
Sáez-Angulo
Ágata
Ruiz de la Prada y Anabella Machuca han presentado el libro Cuestión de amor. Mis experiencias
sobrenaturales, de la autora Lina Ortas. Una parte del libro, editado por
Sekotia, es un homenaje a su hijo Nacho, que murió de cáncer después de un
periodo de enfermedad en el que su madre estuvo muy cerca, porque así él lo
quiso. “Los dos conversábamos mucho, porque ambos éramos animales
político-religiosos. Nos encantaba hablar de política y de religión”, señaló la
autora.
El
acto tuvo lugar en el Hotel Intercontinental de Madrid, en un amplio salón
repleto de asistentes. El libro va dedicado a don Javier de Mora-Figueroa
“que durante los últimos años ha sido mi guía en el camino hacia Dios”, dice la
autora al comienzo del volumen.
El libro ha tardado en gestarse nueve años y al mismo se resistía la autora, pero varias personas le animaron a hacerlo.
El libro ha tardado en gestarse nueve años y al mismo se resistía la autora, pero varias personas le animaron a hacerlo.
Linarejos
Ortas Blanco –Lina Ortas- (Madrid, 1954), licenciada en Ciencias Política, Sociología y Periodismo
por la Universidad Complutense es presidenta de una empresa de Comunicación e
Imagen y actualmente presidenta de la Fundación Persona y Esencia, para
defender los derechos fundamentales de libertad, justicia y paz. Se quiere que
la Fundación sea de mensajeros de la misericordia.
Los
capítulos del libro llevan como títulos: Año Santo de la Misericordia;
Enfermedad de mi hijo Nacho y experiencias sobrenaturales; Santa Faustina
Kowalska, y Amigos y Apóstoles de la Misericordia de la Paz. “Sin misericordia no habrá paz en el mundo”,
es el mensaje de Jesús de la Misericordia para este milenio, se recuerda al
comienzo del libro de Lina Ortas.
La
autora señaló que “lo espiritual no es un reclamo” sino una realidad, que el
libro habla de amor, porque al final de la vida si no hay amor se está muerto”.
Seguidamente habló del “amor a Jesucristo, el gran desconocido de Occidente que
se ha hecho egoísta y materialista. Es el Jesús de la misericordia. Cristo es
la misericordia del Padre.”. “Este es un libro de streap-tease espiritual, que
está escrito con el corazón”, dijo en otro momento.
“Poner el amor a trabajar”
Anabella
Machuca, ministra consejera salvadoreña residente en España, se confesó amiga
de Lina Ortas y testigo de muchas de sus experiencias místicas y sobrenaturales
a lo largo de esa amistad. Resaltó la bondad y generosidad de Lina Ortas, así
como la fortaleza y fe con la que afrontó la enfermedad y muerte de su hijo
Nacho. La presentadora subrayó las capacidades predictivas y extra sensoriales
de la autora del libro, que ha sabido relatarlas muy bien en Cuestión de amor.
Ágata Ruiz de la Prada, prologuista del libro –al igual que don
Santiago Mora Figueroa y Anabella Machuca, relató su larga amistad con Lina
Ortas, pese a ser mujeres muy diferentes. Destacó el espíritu de perfección de
Lina Ortas para todo, en especial para su trabajo de comunicación. “El libro es
una mezcla surrealista de vida, religión y no se sabe qué. Un gran acto de
creación de Lina, así que bendito sea este libro”, dijo.
Lina
Ortas confesó que era una mujer de fe, pero pasó una “noche oscura” de tres
años en la que vio la nada. “Pero Dios sabe más ante los acontecimientos de la
vida. Hay que ser muy humano para ser muy sobrenatural”, dijo la autora que se
extendió en una visión trinitaria de Cristo de la Misericordia, el Padre y el
Espíritu.
La
autora del libro terminó el acto hablando de la Fundación Persona y Esencia
para hacer realidad lo que decía Teresa de Calcuta: “poner el amor a trabajar”.
Queremos ser la revolución de los corazones que aman, para trabajar por la
gente que está sola, necesita una ayuda, una sonrisa o compañía. No podemos
olvidar nunca a los que sufre. Para servir, hay que servir a los demás”,
concluyó.
Más información www.sekotia. com
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