domingo, 26 de junio de 2016

“Joaquín Torres-García. Un Moderno en la Arcadia”, exposición de pintura en la Fundación Telefónica en Madrid






Julia Sáez-Angulo

            Madrid, 26/06/16 .- Joaquín Torres-García. Un Moderno en la Arcadia es el título de la exposición de pintura del artista uruguayo/español en la Fundación Telefónica en Madrid. Una visión retrospectiva de un creador clave en el arte contemporáneo que fecundó la Escuela del Sur, con toda la elocuencia del universalismo , del arte figurativo esquemático y constructivo.
           
            Un buen catálogo acompaña a la muestra que permanecerá abierta hasta el 11 de septiembre de 2016, para pasar seguidamente al Museo Picasso de Málaga –de octubre a febrero-, institución que, con el que el Museum of Modern Art, MoMA de Nueva York ha producido la exposición. El comisario: Luis Pérez- Oramas, conservador de arte latinoamericano en el MoMA.

            Joaquín Torres García (Montevideo, 1874 – 1949), pasó buena parte de su juventud en Cataluña, donde se relacionó con creadores de las vanguardias históricas de los años 20. Un artista que trabajó el dibujo, la pintura, la talla de madera, la escultura, los murales, que ejerció con ahínco la docencia… Un artista singular al que los pintores del cono sur americanos le deben mucho de su influencia, especialmente la saga de los geométricos y normativos.

Joaquín Torres-García

            Joaquín Torres-García cuenta hoy con un buen museo en Uruguay, donde se recuerda su máxima: “Y nuestro universalismo constructivo (que se sitúa en el polo opuesto al naturalismo) lo que quiere darnos es: el hombre-universo”. Este museo comprende la mayoría de los retratos de la serie “Hombres Célebres”, que el pintor realizó entre 1939-1946. Eran los hombres a los que él decía que debía su formación.

Retrospectiva y abundante

            La exposición de Torres-García en la Fundación Telefónica abarca toda su obra de modo retrospectivo desde lo realizado en Barcelona a finales del siglo XIX, a su trabajo artístico realizado en Montevideo  hasta 1949. En su trayectoria parte del arte dibujístico, clásico y ornamental de Barcelona, para dar el salto a un arte que quiso universal, abstracto y concreto, temporal e intemporal al mismo tiempo, simbólico y constructivo, que habría de ser cabeza de una pléyade de artistas en los que hizo escuela. Muchos lo consideran “artista de artistas” por la fascinación que siguió causando a muchos creadores del arte que llegaron después, como Louise Bourjois o Barnet Newman. Su abstracción sintética resulta asombrosa.



            En la década de los años 30 y 40 Joaquín Torres-García era la figura artística central y clave en el Uruguay. De la primera, se presentan obras esenciales como “Composición abstracta tubular” (1937), “Forma abstracta en espiral modelada en blanco y negro” y “Construcción en blanco y negro” ( ambas en 1938)

            Su última década fue más ecléctica, como si el autor quiera hacer una revisión de todas sus etapas y los conceptos habidos en ellas. Las luces y sombras se tensan, la arquitectura se hace más evidente en sus murales concebidos y también la figuración. Hay un regreso al color y a los colores primarios, a los pictogramas...

            Interesante exposición, aunque quizás excesiva de piezas. Recordemos el aserto al exponer de que: “lo mejor enseña más que lo mucho”. Una exposición que, por su planteamiento, puede resultar repetitiva, si partimos de la aseveración de que todo artista es espléndidamente monótono. Una exposición quizás más para expertos y estudiosos más que para el gran público.
           


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