J.B. ¿Cuándo pensó usted
por primera vez en escribir?
J.R. Ya de muy pequeño
tuve la inclinación de escribir, entre los ocho y los diez años de edad. Mi
libro AUTOBIOGRAFIA DEL NIÑO JESUS salva las piezas de teatro, la prosa
y los pocos poemas que considero conservables. Es una verdadera autobiografía
que algún valor puede retener hoy día.
J.B. ¿Y después?
J.R. Después, mi padre
me envió a Egipto, donde estudié, que quieras que no, árabe con los padres
jesuitas del Colegio de San José del Barrio o Hayy al-Abbassiyah, cerca de la
mezquita del Azhar. y donde añadí algunos textos que asimismo aparecen en mi
libro antes citado.
J.B. Hay un libro poético
algo raro suyo, que se llama UMBRAL. ¿Cómo lo juzga ahora?
J.R. Es una obra
intermedia entre mi adolescencia y lo que en esta momento considero obra auténticamente
mía. De la misma forma en que la AUTOBIOGRAFIA es un trabajo de infancia,
UMBRAL es una obra de adolescencia. A señalar sus muchos sonetos, forma
que después casi abandoné del todo.
J.B. ¿Qué obra considera
el principio su trabajo aceptado, y cómo evolucionó en el tiempo?
J.R. Aunque al principio
no quise aprender voluntariamente árabe, los cierto es que el misterio de
aquella cultura siempre me atrajo, y por eso el primer libro que considero auténticamente
mío es ZEJEL DEL LIBRO DEٌ AMOR, que publicó Alfaguara. El tiempo incorporó a
este inicio libros místicos, como EL DIVAN DE LAS SOMBRAS, o MAQAMAT de
Adonais,históricos,, como MUWASHAJAT, amatorios, como CIRCO DE URGENCIA,
y ya escandinavos, como ANDERSENS BOULEVARD, o CHRISTIANIAS DIGTE,
y otros muchos para los que no habría sitio suficiente aquí de quererlos mencionar
todos.
J:B. ¿Y premios?
J.R. Unos quince, pero entre
ellos citaré el Fray Luis de León, el Francisco de Quevedo, el Camilo José Cela,
el Villa de Martorell, el Nicolás del Hoierro y así hasta quince.
J.B. Pero usted tiene
también obras en prosa. ¿Nos puede decir
cuáles?
J.R. Empecé en prosa con
varias colecciones de cuentos, DESPEDIDA, LA CASA DEL ÑANDU y EL
RAMO DE CENIZA, que también obtuvieron diversos reconocimientos, En cuanto
a la novela, me basé en el Frederick Forsythe aventurero, pero en vez de tomar
temas inventados, los substituí por otros reales, como Gibraltar en LA DAMA
DE OOSTENDE, o Ceuta y Melilla en EL PUERTO DE BENI ENZAR.
J.B. Sin embargo, su
ultima novela, EL BUFALO DE AGUA, nada
tiene que ver con todo eso, ¿no es cierto?
J.R. Pues no, claro, Es
un doloroso recuerdo de mi fallecido hermano Antonio, en el marco de un
imaginario viaje a Australia, y en el curso del cual caza un búfalo de agua.
J.B. Pasemos al teatro.
¿Inquietud? ¿Por qué tanto cambio?
J.R. No es cambio porque
sí, sino experimentación. Soy un gran curioso. Mi primera obra, LA GUERRA,
fue escenificada en Ammán, donde estuve destinado, Con el tiempo ganó un premio
de teatro, el Ascua 2000. Fui finalista en el Tirso de Molina dos veces, una
con LOS GIRASOLES, y otra con FUNCION
DE LIMITES. Asistí a numerosas
tertulias teatrales, hasta que se
extinguieron. He estrenado además en Madrid, Copenhague, Viena, Estocolmo,
Helsinki, Murcia y otros lugares.
J.B. Es usted
incansable.
J.R. Soy inquieto, que
no es lo mismo.
J.B. Seguro que también
tiene otras actividades literarias y artísticas.
J.R. Todo me atrae, todo
lo examino. Tendré unos cien cuadros pintados al òleo, al acrílico, a la
acuarela, y a la tinta china, No suelo utilizar técnicas mezcladas. Es lo que
me mandó hacer el profesor Aragoneses, del instituto Ramiro de Maeztu, Escuela
Preparatoria.
J.B. ¿Y la música?
J.R. Poca cosa, Una
Sonata incluida en mi libro AUTOBIOGRAFIA y una Marcha en el mismo
libro. El maestro Bendito y el pianista Leopoldo Querol intentaron enseñarme
solfeo, pero fue una profesora danesa, Birte Gram, la que atornilló el solfeo a
mi espíritu.
J:B. ¿No ha esculpido
figuras ni construido carreteras?
J.R. ¿Es broma?
J.B. Puede. Me sorprende
usted.
J.R. No, pero he estado destinado en dieciseis países
como diplomático o cónsul, y en nueve como Embajador. Es una tradición de mi
carrera.
J.B. Me voy antes de que me convierta en un libro.
J.R. Pues buenos días.
J.B. A más ver, colega.
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