Es la segunda obra en
castellano del escritor y economista coruñés en la que relata el ascenso y
caída del protagonista, un hombre en el poder y aparentemente invulnerable
L.M.A.
Madrid,
28 de noviembre de 2017.- La Delegación de la Xunta en Madrid/Casa de Galicia
acogió esta tarde la presentación de la novela “El émulo de Reginald Perrin”, de Marcelino Fernández
Mallo, publicada por la Editorial Dauro, segunda obra en castellano del
escritor y economista coruñés, (ha publicado tres en gallego), narrada a modo
de diario, en la que relata el ascenso y caída de Camilo, un hombre en el poder
y que tanto por su situación como por su entorno parecía invulnerable.
La presentación del acto la
realizó el coordinador de Activides Culturales de la Casa de Galicia, Ramón
Jiménez, quien lo hizo en nombre del delegado de la Xunta en Madrid y director
de la Casa de Galicia José Ramón Ónega. Intervinieron además del autor
Marcelino Fernández Mallo; el director del departamento de Gestión Editorial
José Miguel Montalbán; el coach y escritor François Pérez Ayrault; y la profesora titular de Filología Románica
de la Universidad Complutense Carmen Mejía Ruiz.
Para Jiménez, Marcelino
encontró la inspiración, como empresario que es, en el propio mundo profesional
en que se mueve, “tan dado a etiquetarse con nombres propios de depredadores de
la marca tiburones o halcones”. También se aventuró a exponer su propia
tesis. “Me atrevería a decir que El émulo de Reginald Perrin es una obra
que trata de la soberbia, el peor de los pecados, y del telón de fondo de la
inseguridad sobre el que se proyecta. Como dijo Teilhard de Chardin: Nunca
te tengas por seguro en esta vida”.
Para José Miguel Montalbán “ésta
es una novela profunda y enternecedoramente humana”. Como editor no dudó ni un
momento en apostar por la obra. Habitualmente le basta con leer unos párrafos
para decidir pero con esta quería saber más y lo atrapó hasta el final.
François Pérez Ayrault explicó
que El émulo de Reginald Perrin “es la perturbadora historia de un
hombre hecho a sí mismo. De un hombre que hizo del éxito su propósito de vida”.
El protagonista se autoretrata en su diario de una forma muy gráfica: “Soy un
industrial y un hombre de negocios. Mi especialidad es el éxito”. Según
Ayrault, “los personajes tienen una complejidad tan notoria, que hace imposible
no sentirse identificado con uno, dos, quince o setenta comportamientos o
conductas que observamos en ellos”, y añadió que leer El émulo de Reginald
Perrin, “es una magnífica oportunidad para leerse a uno mismo, y
comprenderse, más allá de las apariencias”.
Para Carmen Mejía, hablar de El émulo de Reginald Perrin de Marcelino
Fernández Mallo no es tarea sencilla. La novela “abre muchas ventanas cerradas
y explora caminos sinuosos difíciles de llegar a ellos. El lector se encuentra
delante del poder, el de Camilo, el del mundo empresarial, que no admite
debilidades humanas ni fracasos”. Pero además, Mejía incidió en que el autor
“aborda uno de los grandes temas actuales, el de la pérdida de memoria, que le
lleva por consejo médico a escribir ese diario que sorprende al lector por lo
desgarrador del mismo”. Crudeza y frialdad serán la tónica general de este
relato, que esconde la otra faceta de Camilo. A través de otro de los
personajes, Inés “descubriremos las debilidades, los miedos y los fracasos del
hombre poderoso e inalcanzable”. De esta manera el lector se enfrenta a
universos contrapuestos que delatan lo
imprevisible de la vida. Es por tanto "una novela llena de incógnitas que
el lector debe afrontar y debatir. De ahí el interés por su lectura”.
Por su parte el autor señaló que
él mismo fue testigo de una sociedad como la que refleja su libro. “He visto
cómo unos cuantos ejecutivos embobaban a toda una sociedad. He visto cómo unas
personas sin méritos relevantes, simplemente por una confluencia de
circunstancias, se encaramaban a unas posiciones desde las que gobernaron, con
nuestra anuencia, buena parte de la dinámica social. ¿Qué circunstancias eran
esas? Aquellas que conformaron la gran burbuja en la cual hasta el peor
mastuerzo pasaba por ilustrado”.
Para Fernández Mallo, gracias a
la literatura “somos capaces de proyectarnos más allá de una fachada, podemos
superar la visión aparente y superficial que normalmente compramos de la
realidad”. Por eso, El émulo de Reginald Perrin “trata de indagar en lo
que se esconde detrás de las caras presuntuosas y autosuficientes que
normalmente portan los líderes”. El escritor explicó además que Camilo López
padece la enfermedad de Pick, una dolencia mental poco frecuente. De hecho, es
la disculpa para que el paciente escriba el diario, como terapia prescrita por
el médico, un elemento clave que condiciona la estructura de la novela y la
propia redacción. Añadió además que
cuando Camilo finaliza su relato, “el lector no sabe qué conclusiones adoptar”.
Salvando el carácter déspota del protagonista, el resto son dudas. El lector es
consciente de la carrera exitosa y del reconocimiento social, pero desconoce
los motivos que hay detrás de ese malestar permanente que transmite. En
relación al grupo empresarial, también necesita saber qué está pasando. Es
ahora cuando aparece Inés, hermana de Camilo, “con la linterna, para alumbrar
las múltiples zonas de sombra”.
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