Comisario: Alberto Anaut
pintura de Isabel Villar
L.M.A.
09.01.18 .- Madrid .-La
galería de arte Fernández-Braso presenta una exposición dedicada a Isabel
Villar (Salamanca, 1934), cuya selección de obras responde a la idea y a la
mirada que sobre su pintura ha proyectado Alberto Anaut, fundador de La Fábrica
y de PHotoEspaña, gran conocedor de la obra y de la artista desde hace varias
décadas.
El mundo interior
de Isabel Villar -ensoñado, imaginativo, fantasioso, infantil- ha configurado un lenguaje pictórico plenamente
reconocible y personal, inimitable y de difícil clasificación.
"Neofigurativa", "neosurrealista",
"microrealista", "neorromántica", "ingenuista",
"primitivista", "naif", "erótica",
"feminista", son algunos de los términos que se han utilizado a la
hora de describir su trabajo, el cual, más allá de cierta simplicidad y
aparente ingenuismo; y de trasladar al espectador a un escenario de bondad y
armonía, nunca ha estado exento de ironía, de crítica velada, de lecturas
ambiguas.
La exposición está formada por veintitrés
pinturas sobre lienzo y dos esculturas, y recorre la trayectoria de Isabel
Villar desde sus comienzos hasta la actualidad. Reúne algunos de los temas y de
los personajes fabulosos surgidos de su imaginación. Sus solitarias mujeres
desnudas en medio de utópicos jardines, o aquellas que disfrutan en grupo de su
propio paraíso terrenal. Los retratos de familia junto a animales salvajes
domesticados, o las imágenes de novios y recién casados. Niñas mariposa volando
y multiplicándose, conciertos para rebaños y ángeles feminizados representando
escenas cotidianas.
"Desde el primer momento, Isabel supo que quería pintar de otra manera. Pintar como mujer. Igual esto, cuando han pasado
sesenta años, suena extraño; pero en la España de los años
50, de los años 60, era toda una rebeldía", escribe Alberto
Anaut. Esta idea se materializó en el año 2012 incluyendo a Isabel Villar en la
exposición "Genealogías feministas en el arte
español: 1960-2010", comisariada para el MUSAC por Juan Vicente Aliaga y Patricia Mayayo. Isabel
Tejeda Martín afirma que "la de Villar fue una apuesta severa en un
momento en el que el epíteto "femenino" se utilizaba de una forma
trivial para indicar, bajo un aparente análisis formal o de discurso de una
obra, que la autora era una mujer" (...) "Su obra seguía el camino de
la crítica social, tan pertinente durante esos años, pero sirviéndose de un
lenguaje en apariencia inocente para colarse de rondón de forma perversa".
F. Savater titulaba "El jardín de
la madre" su monografía sobre la artista; Josep Meliá hablaba de
"Lucha de clases en el Paraíso"; Fernando Huici "Irónico
Edén"; Miguel Logroño se hacía eco de "la polémica de lo naïf" y
Javier Rubio, entre otros muchos, escribía "viaje al diván del
psicoanálisis".
Al finalizar el
texto del catálogo, Anaut comenta que "esta exposición repasa la obra de
Isabel Villar, vista desde el principio de 2018, y produce asombro. Como en un
escenario gigante, a lo largo de este tiempo, la pintora ha ido creando, pieza
a pieza, su mundo particular. Aquella exposición inaugurada en plenas navidades
de 1970 trajo al mundo una nueva pintora, radicalmente diferente. La joven que
había salido en 1958 con su diploma de la Real Academia de Bellas Artes bajo el
brazo, ha construido en cincuenta años el País de las Maravillas".
La exposición se inaugura el 11
de enero y contará con la presencia de la
artista y finalizará el 3 de marzo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario