L.M.A.
16/02/18 .- PAMPLONA .- José Ramón Encinar (Madrid, 1954),
galardonado con el Premio Nacional de la Música, ha sido director titular y
artístico de la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid y ha estado al frente
de la mayoría de las orquestas españolas, así como de destacadas orquestas del
panorama internacional. Este jueves 22, a las 19:30 h, dirigirá a Plural
Ensemble en un concierto en el Teatro del Muso Universidad de Navarra, en el
que interpretarán obras de Leonardo Balada, Fernando Buide, Aaron Copland,
Diego Tedesco y Mario Davidovsky.
Presentan
un programa que pone el foco en compositores contemporáneos ligados, de un modo
u otro, a Estados Unidos. ¿Por qué esta elección?
Porque es una asignatura pendiente en el panorama de
conciertos español. No son muchos los compositores españoles que han tenido o
tienen vinculación con Estados Unidos porque son mundos, sobre todo en el
panorama compositivo, muy dispares. Es un tema interesante que se puede
presentar con cierta representatividad.
¿Qué
encontramos en este viaje entre dos orillas?
Uno de los mayores gérmenes o factores que unen Europa y
Estados Unidos, a través de la figura de Aaron Copland. Hasta principios del
siglo XX, Estados Unidos se nutría fundamentalmente de artistas, tanto
compositores como intérpretes, especialmente directores de orquesta, que
llegaban de Europa. Y muchos de los compositores estadounidenses del XIX y
principios del XX son llegados de Europa, incluso directores de cine, como
Billy Wilder, que era austríaco, por ejemplo.
¿Qué
papel juega Copland?
Copland es una figura fundamental de la generación de
Leonard Bernstein, que viene a las fuentes europeas. Estuvo un tiempo en París,
estudiando con Nadia Boulanger, una de las grandes maestras de los años 20 y
30. Al volver a Estados Unidos, siembra el comienzo de una nueva escuela. Precisamente
Copland, que está presente en este programa, vincula, de alguna manera, al
resto de compositores del programa. Si no en contacto directo con él, como es
el caso de Balada y Davidovsky, sí en segunda generación porque al entroncarse
los dos compositores más jóvenes con la de 1930, toman contacto con él.
Considera
Estados Unidos un lugar interesante para los compositores en formación, algo
que tradicionalmente ha estado más asociado a Europa. ¿Qué diferencias
encuentra?
No se puede generalizar, pero hay una mayoría que distingue a los europeos de los británicos y los
estadounidenses. Es, en estos últimos, un sentido práctico muy señalado, que no
está tan presente en el caso de los europeos. Esto llega a un caso muy
evidente, en mi opinión, excesivo, como es el detalle de que hay compositores
norteamericanos que escriben y catalogan sus obras en otras que pueden ser
interpretadas con cinco, tres o dos ensayos. Este exceso puede ser negativo,
pero en otros muchos casos es positivo y se echa a veces en falta en muchos
compositores europeos, incluso de primerísima fila.
¿Cómo ve
la situación en España?
El panorama compositivo español en este momento es
enormemente rico. Veo que hay compositores de varias generaciones más jóvenes
que la mía que tienen una formación técnica más sólida de la que tenía, en
líneas generales, mi generación. Y hay también una pluralidad de voces muy
notable. Compositores adscritos, en cierta medida, a la escuela de Francisco
Guerrero, como Alberto Posadas; otros que han partido de ahí y hacen otro tipo
de música, como Daniel Puerto, o Jesús Rueda; otros que tienen una voz
completamente diferente, como Jesús Torres o Gabriel Erkoreka… Hay una enorme
cantidad de compositores muy válidos.
¿Cómo ha
sido la selección de las obras que van a interpretar en el Museo?
Ha sido un proceso a partir de las sugerencias que yo podía
aportar e ir modelando un programa acorde con Fabián Panisello, director
artístico de Plural Ensemble. Entre los dos conformamos el programa que hoy
tenemos. El núcleo fue mi sugerencia de interpretar música de Leonardo Balada,
un compositor muy valorado en Estados Unidos, con bastante presencia en España.
Pese a tener las dos nacionalidades, no ha dejado en ningún momento de tener
presente la cultura española y estar él mismo en nuestro país en numerosas
ocasiones.
¿Qué
destaca del trabajo que está realizando junto a Plural Ensemble?
La gran profesionalidad de sus integrantes. Es un grupo que
tiene ya muchos años de andadura y debe su existencia artística a Fabián
Panisello, un director y compositor al que conozco desde hace muchos años.
¿Cuál es
ahora su reto como director de orquesta?
Hablando hace unos años con el maestro Rafael Frühbeck de
Burgos (fallecido en 2014), recuerdo que Jesús Amigo le comentó que, con su
recorrido y las titularidades que había tenido, tampoco tendría tanta tensión
en un concierto. Y Frühbeck le decía que no, que precisamente cuando sales al
podio, en el momento que tengas una flaqueza, un error, pueden pensar: “Hay que
irse olvidando de este señor”. La exigencia es todavía mayor. De modo que no
hay mayor reto que ese. Cada concierto
es un reto para cualquier director, sea un concierto de cámara, sinfónico, en
una sala para 50 personas o en un auditorio para 3.000.
Encinar dirigirá
a Plural Ensemble en un concierto que tendrá lugar el 22 de febrero, a las
19.30 h, en el Teatro del Museo
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