miércoles, 21 de marzo de 2018

Carmen Bravo-Villasante, más que un hada para la literatura infantil




Muestra bibliográfica del 21 de marzo al 5 de mayo

L.M.A.

-21 de marzo de 2018- La Biblioteca Nacional de España rinde homenaje a Carmen Bravo-Villasante (1918-1994), filóloga, folclorista, traductora y pionera en el estudio universitario de la literatura infantil, con una muestra bibliográfica que estará abierta desde el 21 de marzo hasta el 5 de mayo.
La exposición presenta una selección de ensayos, artículos, biografías, cuentos, críticas literarias y poesías de la autora, a quien se le debe la mirada seria y rigurosa hacia la literatura infantil, una disciplina que convirtió en seria y merecedora de toda la atención.
Carmen Bravo-Villasante (1918-1994): más que un hada para la Literatura Infantil está situada en la antesala del Salón de Lectura de la BNE y puede visitarse de lunes a viernes de 10.00 a 20.00 horas y sábados de 10.00 a 13.30 horas.
Fue aficionada a la lectura desde pequeña y dispuso de una gran biblioteca familiar donde pudo leer a los clásicos. Sus primeros estudios los realizó en el Collège de Jeunes Filles de l’Alliance y en el Instituto Escuela, uno de los más avanzados de la época basado en los principios pedagógicos de la Institución Libre de Enseñanza. Se doctoró en Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid con la tesis La mujer vestida de hombre en el teatro español del Siglo de Oro, que muestra su entusiasmo por el teatro clásico español. Apasionada de la cultura germánica, se licenció también en Filología Románica.
Entre sus principales obras sobre literatura infantil están Historia de la literatura infantil española, Historia y antología de la literatura infantil iberoamericana, Antología de la literatura infantil universal, El libro del folclore infantil, Diccionario de autores de literatura infantil mundial y Ensayos de literatura infantil.
Fue una magnífica antóloga de cuentos populares, adivinanzas y acertijos y también escribió alguno como Dragoncín y el tesoro, Auto de la esperanza, Hermano Francisco, El jardín encantado o Vida y muerte del Doncel. Consiguió también que se realizaran reediciones facsímiles de las famosas obras de Saturnino Calleja.
Incansable viajera, acudía a cualquier acto relacionado con la literatura infantil, donde contactaba con coleccionistas de todo el mundo y visitaba las principales librerías y bibliotecas. Colaboró en el Boletín de la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil a lo largo de los primeros 25 números y ofreció durante años un célebre Curso de literatura infantil y juvenil iberoamericana y extranjera en el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid.
Aunque especialista en literatura infantil y juvenil, Bravo-Villasante cultivó otros géneros como el folclore, los cuentos, la poesía o la biografía. Entre estas últimas, se pueden encontrar Vida de Bettina Brentano, Biografía de Juan Valera, Emilia Pardo Bazán, Galdós visto por sí mismo, Vida de un poeta: Heinrich von Kleis o Una vida romántica: La Avellaneda. Ella misma escribió: “La biografía en literatura es equivalente al retrato en pintura”.
Gracias a su dominio de varias lenguas como francés, inglés o alemán, pudo traducir a grandes escritores como Hölderlin, Goethe y Hoffman. Se interesaba por todo y estaba al día de cualquier acontecimiento cultural. Amaba la naturaleza y el arte.
En 1975 obtuvo el Premio Fray Luis de León por la traducción de Los elixires del diablo de E.T.A. Hoffman y el Premio Internacional Amade al conjunto de su obra. En 1980, el Premio Nacional de Investigación de Literatura Infantil y en 1997, la Universidad de Castilla-La Mancha adquirió su biblioteca personal de casi 8.000 títulos.


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