Desde el pasado viernes 16 ha ido preparando
la Fiesta de su Patrona con el Septenario
a la Virgen de los Dolores: el primer dolor, “la profecía del anciano Simeón”, nos
trae como principal y fundamental lección
de amor la de querer
al otro como es.
En “la
huida a Egipto”, descubrimos la actitud valiente del emigrante y
peregrino que, por amor a los suyos, es capaz de dejar casa, trabajo,
comodidades y seguridades para protegerles de un presente amenazador o para
procurarles un mañana mejor.
En la “pérdida
del Niño Jesús”, evidenciamos el sentimiento de angustia que lleva a
una madre a la búsqueda afanosa –cariñosa y preocupada- de quien anda por la
vida perdido de orientación o necesitado de afecto y comprensión.
Se muestra en este dolor, “encuentra a Jesús con la cruz”, la lección de amor de salir al encuentro de quien
viene por el camino viviendo su viacrucis y cargado con la cruz del desafecto,
de la incomprensión, del desamparo, de la enfermedad o de la persecución.
La actitud fundamental de “permanecer
de píe junto a la cruz” es, quizá, la manifestación más extraordinaria de la capacidad de encarnación que
necesitan todos aquellos que se sienten llamados a crear humanidad nueva y una
nueva civilización cimentada en el amor.
Se muestra en este dolor, “recibe en brazos a su hijo difunto”, la maternal ternura de
la madre acogiendo al hijo muerto, recibiéndolo en su regazo, como la madre de
una gran familia, cuya capacidad de acogida no se agota nunca, porque sabe que
siempre falta algún hijo por llegar.
Finalmente, en la “sepultura de Jesús y soledad de maría”, se muestra la absoluta confianza en que, incluso contra toda humana
esperanza, las cosas –y sobre todo las personas- pueden cambiar, pueden
mejorar, pueden volver a la vida.
En la tarde de ayer con la celebración solemne
de la Patrona y los siete dolores cantados a cuatro voces por la coral de la
parroquia, con la música de Ángel Mingote, toda la comunidad nos apropiamos de
su fortaleza ante las dificultades, de su fe inquebrantable, de su confianza
contra toda esperanza y de su amor incondicional.
¡¡VIVA NUESTRA MADRE DE LOS DOLORES!!
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