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Julia Sáez-Angulo
2/2/19 .- MADRID .- Perdón, olvido,
dos palabras de seis letras que son necesarias en la vida tras el conflicto
armado y sangriento, tras la muerte; dos palabras que son necesarias y han de
ir concatenadas, de lo contrario, no sirven. Teatro de actualidad, el de Los
Gondra (una historia vasca), teatro
de ideas, de reflexión, de debate, de remoción de las conciencias ...
La tierra, la sangre, la lengua, las
raíces, la tradición... palabras importantes, sonoras, grandilocuentes que
están ahí, que se sienten, atan y pesan, hasta anteponerlas a la vida propia y
ajena. El vino nuevo de la paz hay que ponerlo en odres nuevos o renovados, de
lo contrario no sirve, regresa el bucle melancólico a apoderarse de los ánimos
y de la vida de todos, al tiempo que beneficia a algunos.
Unos sacuden las nueces y otros se
aprovechan de ellas, ¿tú de qué lado estás? una afirmación y pregunta que
aparece y flota en la obra de teatro Los otros Gondra (relato vasca),oal igual que “en nuestra familia se ha hablado
indistintamente una u otra lengua”, mientras hoy se firma un convenio
institucional para poner a una de ellas como “lengua extranjera”, así, sin
vergüenza alguna, solo por intereses espúreos del poder. Son muchos los espejos e
interrogantes que plantea esta obra de teatro, que sacuden el ánimo con más
preguntas e interrogantes, aceptaciones y rechazos.
Unos
ponen las vidas y otros reclaman pasar página, como en el feminicidio. Hay
demasiadas vidas que se han truncado en el camino y no sólo las de los muertos.
Sajar y curar es difícil, no se puede hacer con simples ágapes de
confraternización, si no se pide perdón, se reconoce la culpa y se cuidan las
formas para que no parezca que aquí no ha pasado nada. Hay que despojarse completamente del mal y no se ha hecho. Los medios caminos cierran en falso.
Los
Gondra (una historia vasca) propone el trasplante a odres nuevos y un
cambio radical hasta de raza, frente a tanto mito de matrías y cesta-punta.
Una solución radical y renovada, quizás sea
la única adecuada ante tanto arraigo y lastre. Una distancia en el espacio y el tiempo-las dos coordenadas del hombre-, más allá de la simple homosexualidad.
Una
buena actuación en general en el Teatro Español, dirigida por J.M. Mestres
*****
“¿Qué pasó realmente en 1985 en un
frontón de Algorta entre alguien que podría ser mi prima y alguien que tal vez
pudiera ser mi hermano? Hoy, cuando ya han transcurrido más de 30 años, intento
averiguar la verdad, pero nadie desea hablar de aquel tiempo de violencia y de
odios: unos piensan que es mejor no remover un pasado que aún duele y otros
creen que hay que volver rápido aquella página. ¿Qué derecho tengo yo a
escribir aquella historia que quizás nunca ocurrió? ¿Nos ayudará el teatro a
cerrar las heridas?
En Los
Gondra (una historia vasca) exploré 100 años de una familia
vasca para averiguar cómo habíamos llegado hasta aquí. En Los
otros Gondra (relato vasco), miro desconcertado a mi alrededor hoy y trato
de contar hacia dónde vamos. ¿Qué haremos con 120 años de restos de Gondras
cuando dentro de unos meses venza la concesión de la tumba familiar? ¿Qué peso
pueden tener el apellido y la sangre para las nuevas generaciones? ¿Quién
heredará la casa del padre y todo su pasado?
Quizás haya llegado el momento de
hacerse esas preguntas en voz alta y encontrar motivos para la esperanza”,
escribe el autor de la obra, Borja Ortiz de Gondra, actor también en
la misma.
Ficha artística
Dirección:
Josep Maria Mestres
Reparto:
Sonsoles Benedicto
Fenda Drame
Jesús Noguero
Borja Ortiz de Gondra
Lander Otaola
Cecilia Solaguren
Fenda Drame
Jesús Noguero
Borja Ortiz de Gondra
Lander Otaola
Cecilia Solaguren
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